El amor es una mierda

54 4 2
                                    

[En las siguientes primeras partes de la historia se encontrara contenido explícito. Se que a la mayoría no les será un problema esto. Pero por si acaso les advierto que lo habrá]

Lapis no dudó en hacer aquel beso mucho más apasionado. Metiendo su lengua en la boca del pequeño. Cada segundo que pasaba, solo lo hacía más apresurado y más apasionado aquel beso.

Mientras la rebelde lo besaba. Ella bajaba su mano lentamente, por el cuerpo del pequeño. Llegando acariciar, suavemente el miembro del antes mencionado. Steven reaccionó muy sorprendido al sentir tal acción. Pero ya que Lapis se encontraba arriba de el inmovilizándolo. Cualquier acción, que detuviera aquella caricia atrevida. Era evitada rápidamente.

Steven simplemente no sabía cómo reaccionar, no sabia que hacer. Por lo que terminaba aceptando a la fuerza la situación en la que se encontraba. La rebelde pronto aceleró aquellas caricias, y a hacerlas más bruscas. Provocando que el pequeño gimiera en repetidas ocasiones. En momentos, Lapis se separaba de aquel beso para que el pequeño Steven pudiera respirar. Cuándo pasaba esto, la rebelde no se detenía del todo. Puesto a que, comenzaba a besar a un más al pequeño, en determinadas áreas de su cuerpo.

-Te gusta Steven? -dijo dulcemente Lapis, sin siquiera esperar una respuesta. Mientras que efectuaba, aquella acción con el miembro del chico.

Steven solo lanzaba gemidos de placer, y se encontraba incapaz de decir palabra alguna. Pronto Lapis comenzaba a besar nuevamente a su pequeño. Ella dejo al fin de hacer aquel acto y comenzó a frotar su parte intima con la del pequeño. La rebelde, encontraba excitante el hecho de ver al pequeño gemir y sonrojarse. Por momentos olvidaba lo que Steven quería y si realmente se sentía bien con todo esto. Nuevamente se comportaba egoísta con el, llego un momento en el cual el pequeño quiso abandonar aquella situación. Por lo cual quiso empujar a Lapis. Pero desafortunadamente para el. La rebelde pudo detener esa acción, ahora sí se podía ver una escena atrevida, inmoral y nada común. Que entre ojos centrados y sonrojos, se podía ver cómo Lapis sostenía firmemente a Steven, agarrando sus manos y ya empezando empezando el "acto definitivo del amor". Ya no importaba si el pequeño estaba preparado, o si quiera de acuerdo. Lapis no se detendría ahora.

-Te amo Steven.

Pronto Lapis agarro el miembro del pequeño y lo introdujo en su intimidad. Para después moverse lentamente. Hacia todo esto sin dejar de mirar con ojos de amor profundo al pequeño Steven. El pequeño gemía demasiado y poseía unos ojos llorosos por la intensidad del momento. En donde nuevamente se cuestionaba si esto estaba bien o si acaso apenas aceptable. Steven gozaba de una mente inocente y poseía conocimiento de lo que eran las acciones inapropiadas o malas. No era como la mayoría de los chicos de su edad. Chicos que eran más de pensar en este tipo de cosas y en situaciones similares prácticamente. Aunque era innegable que el pequeño ciertamente disfrutara, en cierta medida esa situación en la que se encontraba. Pero a la vez esto era todo un problema psicológico para Steven. Que entraba constantemente en conflicto consigo de lo que es moralmente correcto.

-Te amo mi pequeño.

Lapis repetía a cada rato que podía, aquellas palabras. Mientras aceleraba sus movimientos cada vez con más frecuencia. La rebelde sostenía la cara del pequeño para que ella pudiera apreciar la cara avergonzado del pequeño. La cuál estaba a la vez sonrojada y tenía una expresión como si fuera a llorar. Esto solo hacía que Lapis gozará en un nivel más extremo la situación que experimentaba. Llego un momento dado, en el que la rebelde notó en la expresión del pequeño. Que pronto todo ese momento especial que estába teniendo. Se terminaría por acabar. Gracias a que Steven llegaria a su climax.

-Aguanta un poco más Steven.

Al decir esto Lapis beso a Steven con cariño. Para que luego se quedara abrazándolo, mientras aún se movía. Se abrazaron hasta el punto final de todo el momento. El climax.

No Importa - (Lapiven)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora