Salí del lavabo y volví a mi habitación, dándole vueltas aún a cómo podía ser tan pringado y desperdiciar así los días de verano. Me senté en la cama y cogí mi portátil negro lleno de pegatinas de bandas. Abrí internet y, sin saber bien a donde ir, acabé en facebook; supongo que estaba harto de las supuestas notificaciones que según gmail tenía.

Miré las dichosas notificaciones que, para sorpresa de nadie, eran notificaciones de no-sé-quién-que-me-importa-menos-que-una-mierda te ha invitado a jugar a no-sé-que-juego-que-también-me-importa-menos-que-una-mierda y después vagué un poco por el muro. Y no sé ni para que me molesto porque todo era de gente popular del instituto que estaba de viaje en algún lugar de Europa o que habían ido a alguna de esas fiestas vomitivas a las que yo nunca iba.

Cerré el portátil con un largo suspiro y me tumbé en la cama.

"No sé ni cómo tengo a toda esa gentuza agregada." Murmuré para mí mismo, mirando el techo.

Y se me ocurrió. ¿Y si iba a algún local de esos de fiesta? Claro, mis padres no me dejarían ir y menos si les decía que iba yo solo -dado que mentirles y decirles que iba con alguien no servía si tus padres querían verle porque no se fiaban de ti- pero podía escaparme. La ventana de mi habitación quedaba bastante alta del suelo pero tenía un árbol cerca por el que más de una vez había trepado para salir de casa a escondidas.

...

"Me voy a dormir, estoy muy cansado." Mentí, dispuesto a salir de la sala de estar donde todos estábamos viendo un estúpido programa de televisión, concretamente un capítulo que debían haber repetido por lo menos unas cincuenta veces, hasta tal punto que uno ya se sabía los diálogos.

"¿Cansado de qué, de hacer el vago todo el día?" Comentó irónicamente mi hermano mayor, Joe, era como si disfrutase metiéndose conmigo.

"Joe." Advirtió mi madre.

Él simplemente rodó los ojos, murmurándo por lo bajo como solo era una broma, y volvió a centrarse en la tele. Por otro lado, mi hermana, May, pasó bastante de la situación y siguió a lo suyo.

Me levanté del sofá y me fui de allí. No es que la relación con mis hermanos fuese tan mala, pero Joe siempre estaba molestándome y May... bueno, May pasaba bastante de todo y se centraba más en quedar con sus amigas, después de todo, ella sí que era popular -igual que Joe.

Y luego estaba yo, que parecía ser la oveja negra y antisocial de la familia.

Subí las escaleras hasta mi cuarto y pasé a decidir que ponerme, pero claro, si no sueles salir por ahí no es como que sepas muy bien que ponerte, así que al final opté por ponerme una camiseta de Blink-182 y unos skinnys negros.

Tras pelearme un poco con mi pelo y decidir que se veía decente, cogí mi móvil -más por pasearlo que otra cosa porque claramente no iba a llamar a nadie- y, asegurándome de dejar la ventana ligeramente abierta para poder pasar luego, salté hacia el árbol.

Todo y que hacía bastante que no utilizaba este método de escape, logré aterrizar bien en el suelo.

Caminé por las calles de Maryland hacía el centro de la ciudad, donde, con suerte, podría encontrar algo divertido que hacer con mi vida.

Llegué al lugar donde todos los pubs y discotecas se aglomeraban y acabé decidiendo entrar a un pub con un montón de luces de colores y que, a diferencia de otros locales, tenía una cola de espera aceptable.

Realmente no sabía dónde me estaba metiendo, nunca venía por este lado del centro así que simplemente me había metido en el primer sitio que había visto y me había llamado la atención.

✧ i'm dying to live ✧ || נαℓεx #1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora