~9~

1K 42 15
                                    

Vió el amanacener, y supo que oficialmente no había dormido nada en más de 24 horas, y con los dias que llevaba de insomnio, estaba que se caía del sueño.
Decidió ir a ver a Martin en su habitación.
Estaba durmiendo, tranquilamente.
Y se permitió mirarle detalladamente.
Incluso con un ojo morado y el labio hinchado por la herida estaba bastante guapo.
Aprovechó para quitar el pelo de su frente, y notó como se formaba una pequeña sonrisa en la cara de Martin por ese roce. Algo momentaneo, pero que no había pasado desapercibido por Juanjo.
Y una sonrisa se formó en su cara también.

____________________

(Martin)
Desperté en la habitación de Juanjo mientras él estaba sentado a mi lado en su cama.
Y me lancé a sus brazos, buscando mi refugio, mi lugar seguro. Estaba muy agradecido con él, me había salvado, de nuevo.
-Juanjo, gracias.-
-te quiero.-
Me separé un poco del abrazo, nunca me había dicho algo así, pero hizo que se me formara una sonrisa en la cara que no duró mucho por el dolor que sentí, así que simplemente volví a abrazarlo.
El se dejó caer hacia atrás, quedando tumbado en la cama, conmigo encima.
-¿qué hora es?
-como las 7 o así
-es muy pronto, vamos a dormir un poco más.
-si tu quieres, te espero.
-no, los dos, juntos.
Y me acurruqué sobre él poniendo mi cabeza sobre su pecho, escuchando sus latidos y cerrando los ojos.
Respirando esa paz que solo existía estando con él.
Desperté porque notaba una molestia en el ojo.
Y me levanté del pecho de Juanjo para ir al baño a mirármelo.
Mi ojo estaba rodeado por un moratón que tenía un arcoiris de colores.
Y ni siquiera podía abrir el ojo por completo.
Me lavé la cara con agua fría esperando que ayudara a la inflamación, o al menos un poco al dolor.
Vi a Juanjo a través del espejo y me giré.
-perdón por despertarte
- no pasa nada, son las 12, hemos dormido 5 horas que no está nada mal.
Y me abrazó por la cintura.
-¿Te duele mucho?
-¿el ojo?
-el cuerpo
-estoy bien, solo tengo alguna molestia, pero es soportable
-voy a ver qué tengo para el dolor
-gracias
Desayunamos y fuimos al médico, para que me recetara algo para el dolor.
Entré en el hospital, y noté varias miradas que me hicieron sentir bastante incómodo, no les juzgo, tenía un aspecto un poco llamativo, pero no pude evitar sentirme observado.
Sentí la mano de Juanjo coger la mía, dándole un apretón, supongo que intentando darme seguridad.
Entramos a la sala del médico.
-buenas tardes, siéntese en la camilla, y usted puede esperar sentado en la silla de ahí.
Hice lo que me pidió, y me senté viendo cómo iba y venía por la habitación cogiendo y soltando cosas.
Tocó la zona de alrededor del ojo, y no pude evitar reaccionar ante el dolor.
-parece ser un traumatismo bastante fuerte, ¿Cómo se dió el golpe?
-me caí por las escaleras
Sabía que Juanjo era consciente de que estaba mintiendo, pero no podía decir la verdad y que se pensara que me gustaba estar metido en peleas o algo así.
-¿y llegó a perder el conocimiento después del golpe?
-si
-¿Cuánto tiempo?
Miré a Juanjo, sin saber muy bien que responder.
-Unas 3 horas
-de acuerdo
Empezó a apuntar algunas cosas en una libreta.
-vamos a hacerte una radiografía craneal, para asegurarnos de que el golpe no ha dañado nada interno, sobretodo al ser un golpe en la cabeza.
-vale
Ponte esto y ven a la siguiente sala.
Y me dió una especie de calzoncillos metálico.
El doctor abandonó la sala, y nos quedamos en silencio.
Pensaba que Juanjo me diría algo por haber mentido, pero no dijo nada.
Se dió la vuelta, para darme intimidad esperando a que me cambiara.
Lo hice y entré en la siguiente sala.
-tumbate boca arriba y espera a que te avise cuando puedes levantarte.
Y cuando se dió la vuelta, su cara fue un cuadro.
Sus ojos se posaron en mi torso descubierto, que dejaba ver más moratones y heridas.
No dije nada y me tumbé, intentando actuar con normalidad.
-voy a por una cosa, un segundo.
Y volvió a la sala antigua, mientras yo estaba tumbado esperando.

______________

(Juanjo)

Cuáles eran las posibilidades de que usará la escusa de las escaleras que usaba yo, por dios.
Cuando dijo eso, sabiendo que era mentira, no pude ignorar el sentimiento de opresión que sentí en mi pecho.
Incluso cuando estuvimos solos, no me sentí con fuerzas como para preguntar lo que siempre me preguntaban a mí.
No estaba preparado.
Así que me di la vuelta, sin mirarle o hablarle.
Y así abandonó la sala, en ese mismo silencio.
Me giré al escucharse abrir la puerta, y apareció el doctor.
-¿usted estuvo presente cuando tuvo el accidente?
-no
-¿Ha visto su torso?
-si
-¿Está usted seguro de que se cayó por las escaleras?
-no
-¿Que pasó realmente?
Dudé si contarle lo que yo sabía que había pasado, pero me dije a mi mismo que era por su bien.
-le han dado una paliza
-sabiendo eso su estado es más preocupante, tendremos que revisar que no se haya dañado nada interno también de su torso.
-vale
-tiene mala pinta, no le voy a mentir
-¿Que cree que puede ser lo peor que le haya producido?
-desde una hemorragia interna, a haber perforado un pulmón alguna costilla, todo lo que se te ocurra es una opción.
Solo me puede poner en lo peor, y eso no era tranquilizador para nada.
Estuve esperando en la sala hasta que volvieron Martin y el doctor, quien se excusó para ir a buscar los resultados.
Martin volvió a cambiarse.
Y está vez no quité mi vista de su torso.
Y de lo herido que estaba.
Intentaba alejar los malos pensamientos, pero no era capaz de hacerlo del todo.
El doctor volvió, se sentó en frente de nosotros, y se puso a leer los resultados.
Intenté leer su reacción, esperando que fuera positiva.
-tiene una lesión cerebral traumática.
-¿eso es muy malo?.-Preguntó Martin.
-Es algo que comienza dentro de la primera semana después de la lesión y continúa por varios meses. Muchas personas sufren vértigo, una afección que se caracteriza por los mareos y los zumbidos en los oídos. No es grave, pero tampoco es muy buena señal. Sobre los golpes del torso puede presentar dificultad respiratoria y disminución del nivel de conciencia. No han sido golpes profundos, por lo que no ha dañado nada interno grave.
- ¿Se le tiene que tratar?
- Les daré la receta para los golpes, los síntomas dependerán de cómo reaccione su cuerpo. Pero si puede evitar tomar medicación, mejor.
Salimos de la consulta.
-¿Tú te encuentras bien?
Le dije, rompiendo el hielo.
-yo creo que ha exagerado, no es para tanto
No pasé por alto como había evitado contestar a mi pregunta, pero tampoco quise insistir.
-¿Quieres ir a pasear, o vamos a tu casa?
-vamos a la playa
Cuando llegamos no pude evitar acordarme de cuando lo vi la última vez ahí, y no pude evitar ayudarle.
Que nostalgia.
Y empezamos a caminar.

__________

(Martin)

Nos quitamos los zapatos para sentir la arena.
Y cogió mi mano con la suya, entrelazando nuestros dedos.
Miré nuestras manos, y sentí una descarga de felicidad dentro de mí.
Caminamos en silencio, un silencio cómodo.
Sentía que era una situación de pareja que hacía algo cotidiano, pasado tiempo de calidad juntos.
Una pareja.
No me disgustaba la idea.

Salimos de la playa y decidimos ir andando a mi casa.
Yo ya había estado en la suya hasta durmiendo y el no había visto la mía.
Todo iba bien, hasta que nos cruzamos en la calle con alguien que no quería volver a ver.
Eric.
-Hombre Martin, ¿qué tal?
Paré mis pasos, y sin soltar la mano de Juanjo, me escondí un poco detrás de él, esperando que me protegiera.
-¿No me vas a presentar a tu...novio?
No contesté, ni siquiera para negar que fuera mi pareja
-¿y tú eres?
Dijo Juanjo
-un compañero de clase de Martin en la universidad, hicimos juntos un trabajo, ¿no te lo ha contado?
-el único compañero del que me ha hablado le drogó
-bingo
-vete
Eric dio un paso adelante, intentando amenazar a Juanjo.
Juanjo soltó mi mano para dar otro paso él también.
No quedándose atrás.
Yo analizaba la situación, esperando que terminara pronto.
-eres un psicópata
Dijo Juanjo, dándole un empujón.
Empujón que recibió de vuelta por parte de Eric.
Mientras esté último también le insultaba.
La verdad es que está situación me estresaba.
Y comencé a escuchar un pitido persistente en mis oídos, uno de los posibles síntomas.
Cerré los ojos y puse mis manos en mis oídos, como si eso fuera a hacer que el dolor cesara.
-Juanjo
Dije
Él seguía en su pelea con Eric, y no me escuchó.
Podía escuchar palabras, sin entenderlas del todo.
Me apoyé en la pared de la calle.
Intentando estabilizarme.
-juanjo, me encuentro mal
...
-juanjo, me duele
...
-por favor Juanjo, escúchame
...
Lo último parecía más una súplica, pero no sabía que hacer y el pitido no hacía más que incrementar, sonando aún más fuerte.
Noté un liquido recorrer mi mano, deslizándose por mi antebrazo lentamente.
El líquido salía de mis oídos.
Y no podía ser otra cosa que no fuera sangre.
-Juan...jo...
Dije, como un último suspiro.
A la vez que una gota caía al suelo.
Abrí un poco los ojos, para ver la situación, luchando por no dejar que el mareo ganara y acabar en el suelo.
Y vi como Juanjo me miraba de reojo.
Como tenía que volver a mirar, buscando cerciorarse de que estaba viendo bien, para después acercarse a mí.
-Martin
Me cogió por los antebrazos, manchándose un poco las manos de la sangre, cosa que no pareció importarle.
Intentó analizarme , sus ojos recorriendo mi cara, mis orejas, mis brazos.
Buscaba una razón al repentino sangrado.
Y entonces vi como un puño se estampaba en su cara.
Eric había aprovechado a ocasión, dispuesto a ganar la pelea de la forma que fuera.
Y Juanjo cayó al suelo.






____________
Holaa
Aquí está el capítulo que no pude subir ayer
Pero más vale tarde que nunca
Espero que os justo y si votáis os como todo
Dramaa
Quiero ver el mundo arder

La inseguridad de su mirada~juantinTahanan ng mga kuwento. Tumuklas ngayon