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Después de eso, en cuanto terminó el intercambio de camisetas, salieron del baño, cada uno a sitios opuestos.
Y Martin se fue a su casa, ya era hora.
Otra vez instituto, por suerte era el último día de hacer el trabajo con Eric.
Y cuando llegó la hora, se pasó bastante normal, al terminar, Eric le dijo que fuera con el a por su ordenador.
Nada muy raro. Claro que tenía que guardar su trabajo.
Fueron, y de camino ahí, justo cuando pasaban por el baño, tiró de Martin para que entrara, y cerró la puerta detrás de él.
-Qué haces eric.- dijo Martin, sin entender sus intenciones.
-No te preocupes, no es nada.- le contestó, con una tranquilidad que solo provocaba incomodidad en Martin.
Martin sólo analizaba la situación, no sabía que estaba pasando, no entendía nada.
Empezó a retroceder, marcha atrás mirando a Eric, hasta que llegó a la pared y supo que no podía alejarse más.
Miró a Eric buscar entre sus cosas, y sacar una especie de aguja.
A Martin le daban pánico las agujas.
Si respiración se empezó a volver cada vez menos regular, sus manos y piernas, sin fuerza, empezaban a temblar, y Martin estaba muerto de miedo.
Vio como se acercaba a él.
Y no sabía que hacer.
Eric, que es eso, que haces.- le dijo
No respondió
Eric, no te te acerques más, me estás asustando.-
Eric, por favor, para.- dijo, suplicando, mientras lágrimas amenazaban con salir, y se formaba un nudo en su garganta.
Eric seguía su camino, lento pero seguro. De vez en cuando miraba la aguja, que parecía una jeringuilla, dando golpes al pequeño franco que había unido a la aguja, que estaba relleno de algún tipo de líquido que Martin no pudo descifrar.
Empezaba a estar peligrosamente cerca y Martin, sin oportunidad de salir, hizo lo único que ponía hacer en ese momento, pedir ayuda. Gritar y gritar esperando que algún compañero lo escuchara y entrase.
Pero por mucho que gritaba, no consiguió nada.
En el momento que llegó a él, empezaron un forcejeo, no iba a dejar que le inyectara lo que sea que fuera eso y ¿si eso lo mataba? Él no quería morir, no así.
Martin, no te resistas, tú tranquilo, confía en mí.- el tono con el que dijo eso le produjo un escalofrío.
Y él aprovechando ese momento de debilidad, le clavó la jeringilla en el antebrazo, inyectando el líquido de inmediato. Y separándose, esperando la reacción de Martín ante el fluido que acaba de entrar en su cuerpo y comenzaba a correr por sus venas.
Martin, estaba paralizado, no sabía que acababa de pasar, solo tenía mucho calor y estaba muy agobiado así que pasó de Eric, abrió la puerta y se fue. Eric, que ya había conseguido su objetivo ni siquiera intentó pararlo.
Martin se sentía muy desubicado, había pasado por esos pasillos muchas veces, no es que no supiera como ir a su clase, o a su taquilla, pero ahora no lo tenía claro. Y acabó saliendo de la universidad.

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Mientras tanto Juanjo
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Juanjo estaba en clase de tecnología, y la verdad, no sabía ni porque estaba en esa carrera si no le gustaba, así que con la excusa de ir al baño, salió de clase.
Se empezó a pasear por su universidad, últimamente se aburría más de la cuenta, así que salió y decidió que sus clases habían terminado por hoy. Desde el día que salió a beber y se encontró con el chico que le tiró su bebida, no había podido parar de recordarlo, le había llamado la atención, un chico, delgado, bastante mono y con pinta de buena persona, porque parecía tan...roto.
Fue a la playa, hacia mucho que no iba, y siempre le relajaba.
Empezó a pasear, con los zapatos en la mano y los pies descalzos para sentir la arena.
Iba a un ritmo lento, disfrutando de la naturaleza y su paz.
Hasta que vio a alguien que iba directo al mar, con ropa y zapatos, y un andar, muy raro.
Si primer pensamiento, fue que como de loco estaría alguien para estar tan borracho como para andar así e ir al mar con ropa incluida.
Y cuando enfocó la vista, lo vio, el chico de la fiesta, era él, lo recordaba perfectamente.
Y si corazón habló por él, y soltando los zapatos, salió a correr hacia el, para intentar parar si trayectoria y evitar que entrara en el mar.
En ese estado, tenía claro que acabaría muriendo ahogado.
-¡Oye!.- empezó a gritar mientras se acercaba.
No sabía si nombre.
-Eeh, tú, chaval.- no había respuesta.
Hasta que llegó a él, lo cogió por los brazos y lo paró, girándolo para tenerlo de frente.
Analizó su expresión, ojos rojos, piel pálida, algo no iba bien.
-¿Qué te ha pasado?.- le dijo, mirándole a los ojos.
-¿Eh?.-
-Que que te pasa.- repitió
Esperaba alguna respuesta lógica, que hiciera que no tuviera que preocuparse más, y pudiera dejar al chico ahí y volver a por sus zapatos y su paz mental.
Pero solo vio al chico sonreírle, reír por unos segundos, y tocarle la nariz con un dedo mientras entrecerraba los ojos.
-Tú estás borracho.- le dijo. Como puedes haber bebido tanto para estar así a estas horas.
-Eeeh... dijo dándole un pequeño empujón. Que yo no borracho ... Eh.- le contestó, haciendo unos gestos un poco exagerados, intentado explicar lo que decía.
-Si vaya, ¿pero no ves como vas?.- le contestó.
Y ahí se acababa la conversación, Martin desconectando otra vez, y simplemente mirando a Juanjo a los ojos, en silencio, como si buscara en ellos algo.

Sintió un pinchazo en la cabeza, con sus manos sujetó su sien, intentado arreglar el dolor, que en ese primer segundo le había hecho perder el equilibrio, suerte que seguía en los brazos de Juanjo que cuando notó sus piernas ceder, lo sujetó impidiendo que cayera.
Soltó un pequeño sonido de dolor, mientras seguía masajeando su frente y mirando al suelo.
Se estaba mareando.
Y el calor que había empezado en el baño, y por el que había ido a la playa en un inicio, volvió a hacerse presente.
Empezó a notar su temperatura subir, notablemente.
Y ese color pálido se empezó a convertir en rojo.
Y empezó a tener unos sudores fríos que Juanjo no pasó por alto.
Él había estado borracho alguna vez, pero nunca había tenido esos síntomas, de esa forma.
Había algo raro, algo iba mal, pero no entendía que le pasaba al chico para estar así.
-Oye, ¿te encuentras bien?.-le dijo a Martin, buscando su mirada.
El chico, tenía los ojos cerrados.
-Si...si.- le dijo, sin abrirlos
-no lo parece, ¿por qué no sales de la playa y vemos que te pasa?.- le dijo mientras pasaba su brazo por sus hombros, empezando a andar hacia sus zapatos, que no tenia intención de dejar ahí y después a la calle. Ayudando a Martin a que pudiera andar.
-¿Te... conozco?.- dijo Martin, aunque le costaba formular las palabras, estaba intentado entender porque le ayudaba.
-¿No te acuerdas de mí?.- le contestó Juanjo, en el fondo esperaba que el chico se acordará de él. O al menos de que tenía una camiseta tuya en su casa.
Notó como Martin perdía un poco de la fuerza que estaba usando para apoyarse en Juanjo. Así que le agarró de la cintura.
Martin no estaba en estado de intentar recordar a nadie.
Se tomó la reacción de su cuerpo como un no.
Y siguió andando.
Juanjo ya no sabía ni dónde tenía que ir, no sabía dónde vivía o si tenía a su familia allí. No sabía nada de él.
-Oye, dónde te llevo.- le dijo.
-Mmm, a casa de Martin por favor.-le dijo, con un tono que parecía de orgullo.
-Y, ¿Quién se supone que es Martin?.-
-Ah, yo.- le dijo con una sonrisa. Volviendo a mirar a Juanjo.
Ahora sabía si nombre.
Le sonrió. Y le puso una mano en la frente para ver si temperatura. Y estaba seguro de que tenía fiebre alta por lo caliente que lo notó.
Se quedaron de nuevo mirándose a los ojos. En silencio.
Martin acarició una mejilla de Juanjo con su mano.
-Eres... más guapo de lo que recordaba.- mientras acariciaba la mejilla del contrario, que no sabía cómo reaccionar.
Si se acordaba de él.
¿Creía que era guapo?
-Martin- y ahí termino su frase.
Cuando lo vio caer desmayado al suelo, con los ojos en blanco, otra vez con sudores fríos, e incluso notando su cuerpo temblar.




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Holaaa
Perdón por tardar en actualizar
A quién estáis salvando??
Yo esta semana solo estoy votando Martin favorito.
No puedo decidir.

La inseguridad de su mirada~juantinWhere stories live. Discover now