La inseguridad de su mirada~juantin

Juanjo~compañeros de piso

(hace un año)
Estaba cansado de que siempre fuera lo mis mismo, siempre le tocaba el recoger toda la ropa, poner el lavavajillas y barrer.
No era justo que siento tres, el hiciera todo.
Aprovechó que estaban los tres cenando.
-Oye, tenemos que poner orden para saber quién hace cada cosa que al final siempre me toca a mí.- Dijo Juanjo.
-Pero si en los 2 años que llevamos viviendo juntos no ha hecho falta, para que hacerlo ahora.- dijo Bea
-Además, yo creo que los tres hacemos cosas.-Contestó Álvaro
-Pero siempre acabo yo haciendo más que vosotros. Le dijo Juanjo, empezando a enfadarse.
-Eso es mentira, todos hacemos cosas por todos siempre, no sólo tú. Además de que muchas veces tengo que recogerte yo a ti los platos cuando cocinas y no te lo digo.- le dijo Álvaro.
-Y yo a ti tú ropa que siempre dejas por toda la casa porque no eres capaz de llevarlas solito a tu habitación. Le contestó Juanjo en un tono más alto de lo normal.
El ambiente empezó a tensarse.
- Que si Juanjo que si, que tú siempre lo haces todo por nosotros.- dijo Álvaro en un tono sarcástico.
-No me vengas ahora a decir que es mentira porque no.- le contestaba Juanjo, sin intención de ceder.
-Que tú también dejas tus cosas por ahí, y no te lo decimos porque siempre acabas saltando y gritando y no se te puede decir nada.- le recriminó Álvaro.
-Álvaro, no mientas, sabes que soy el que tiene sus cosas más ordenadas siempre y por eso no me gusta que me echéis en cara cosas que vosotros hacéis mucho más.-
-Si vaya, pero que tú también lo haces, no te pongas como un santo porque no.-
-Que vale Álvaro, lo que tú digas. Y se levantó de la mesa cogiendo sus platos y mirando a Álvaro con mala cara.
Nunca habían tenido problemas en la convivencia, o al menos no tan fuertes.
-¿Ves? Otra vez te vas enfadado sin afrontar tus problemas, siempre acabas haciendo lo mismo. Le dijo Álvaro desde la mesa.
Juanjo se salio de la cocina, se fue a su habitación se encerró. Estaba muy enfadado, esperaba que sus compañeros de piso entendieran lo que les quería decir y que todos ayudarán, pero acabó enfadado con uno de ellos, y con pocas ganas de hablar con ellos de nuevo.
Se tumbó en la cama a pensar sobre lo que había pasado, esperando a que fuera un nuevo día.

Holaa, ahora sí que sí empieza la historia.
Estos dos primeros capítulos, son un poco de contexto, ahora toca lo bueno.
Estoy abierta a opiniones e ideas.
Y esta historia no la he inspirado en ninguna otra, así que sí se parece a otra es coincidencia.