15

400 76 132
                                    

Mis ojos comenzaron a abrirse poco a poco, y mi ceño se frunció ligeramente ante la fuerte luz que había en la habitación. No me moví y solamente me dediqué a ver dónde estaba, intentando hacer memoria de lo ocurrido. 

Todo mi cuerpo dolía, pero en especial mi rostro. Me quejé por lo bajo mientras comenzaba a moverme para sentarme mejor en la camilla, siendo testigo de cómo el dolor físico incrementó haciendo que me quejara en voz baja.

— ¡Scara! — Unos brazos me rodearon con fuerza, haciendo que mi cuerpo caiga a la camilla de nuevo. Apreté mis labios para evitar quejarme mientras miraba a la persona causante de todo esto, viendo a un dichoso rubio de ojos carmesí. 

— Kaveh...

— ¡Estaba tan preocupado por ti! ¡Pensé que no ibas a despertar y no sabía qué hacer! ¿¡Estás bien!? ¿¡Cómo te sientes ahora!? — Él se separó de mí y pude ver cómo sus mejillas estaban llenas de lágrimas. Alhaitham se acercó a nosotros separando al rubio, quien solo comenzó a llorar con más fuerza mientras hipeaba un poco.

— Estoy bien. — Murmuré, mientras los veía a todos, en parte agradecía que mis amigos estuvieran aquí conmigo, pero ahora lo único que quería era estar solo. — ¿Dónde está Freminet? 

— Con Yae, se lo llevaron para hablar con él y saber cómo se encontraba con todo esto. Pero está bien, si es lo que preocupaba, Yae dijo que lo traería en una hora. — Solo asentí un poco ante las palabras de Tighnari, quien pareció entender que no quería hablar, así que simplemente sacó a los otros tres de la habitación.

Al estar solo en la habitación, las primeras lágrimas comenzaron a caer y con ello la presión en mi pecho se hizo presente. Sabía que todo había acabado, pero seguía sintiéndome asustado. 

Seguía teniendo el miedo constante de que las cosas se volvieran a repetir, solo quería que todo esto simplemente no fuera real, que nunca hubiera pasado. 

En mi mente no dejaban de reproducirse todas esas imágenes de Albedo haciéndome la vida imposible una vez más, de hacer conmigo lo que él quería.

— Scara. — Una suave voz me sacó de mis pensamientos y miré hacia la puerta, viendo a Kazuha viéndome con una mezcla de tristeza y preocupación.

No quería que me vieran así. 

Él simplemente entró a la habitación y se acercó a mí abrazándome. Fui consciente de cómo mi cuerpo temblaba bajo sus brazos, pero terminé correspondiendo a su acción con algo de fuerza. 

— Todo está bien ahora, tranquilo. — Lo escuché murmurar mientras sentía cómo acariciaba mi cabello de forma delicada. Mi llanto cesó poco a poco, pero aun así no me separé del abrazo.

A pesar de que no quería a nadie cerca de mí, sabía que muy en el fondo esto era lo único que necesitaba ahora. De tener a alguien que me calmara y que me dijera que todo estaba bien, de que ya no pasaría de nuevo. 

Nos quedamos así un momento hasta que él se separó de mí, sentí sus manos pasar por mis mejillas y secando mis lágrimas. Evite verlo a los ojos, no me sentía con el valor suficiente de hacer contacto visual con nadie.

— Lamento interrumpir este momento tan íntimo. — Mi vista se dirigió hacia atrás de Kazuha viendo a Yae y a su lado Freminet mientras sujetaba su mano. — Cariño, ¿crees poder dejarme a solas con Kunikuzushi? — Vi a Kazuha dudar un poco, pero al final terminó saliendo. Lo seguí con la mira y por la ventanilla de la puerta vi cómo Heizou también estaba ahí. ¿Qué estaba haciendo él aquí?

— Papá. — Miré a Freminet y extendí mis brazos hasta él, quien no dudó en acercarse para luego subir a la camilla, abrazándome con cuidado. 

Correspondí a su abrazo con un poco de fuerza, ignorando todo el dolor que sentía. Me aliviaba un poco que él estaba bien, que no le había pasado nada.

Frᥱᥱ ᥣovᥱ [Heikazuscara]Where stories live. Discover now