10

366 70 60
                                    

Estaba intentando conciliar el sueño mientras daba vueltas en mi cama, mi cabeza no dejaba de pensar en lo que había sucedido hace un rato ¿De verdad se habían separado? ¿Qué es lo que había pasado para qué llegarán a esa decisión?

Kazuha se veía tranquilo y no se veía tan afectado, pero Heizou parecía que iba a perder la cabeza en cualquier momento. Aunque ahora no me importaban ellos, sino los pequeños, verlos llorar de esa forma era algo que dolía un poco, siempre los veía muy alegres.

Me levanté de la cama de mala gana y me dirigí a la cocina donde me preparé un té, quizás bebiendo algo caliente y algo relajante pueda conciliar el sueño, o al menos eso esperaba.

Tome la taza que contenía el líquido caliente y humeante para luego caminar a la sala y sentarme en el sofá, me quedé viendo por el ventanal notando como comenzaban a formarse algunas nubes grises que cubrían la luna.

Hasta que poco después comenzaron a verse algunos relámpagos y seguido de eso el sonido de los truenos.

Oh no…

— ¡Papá! — Escuché a Freminet gritar y como corría buscándome, hasta que lo vi llegar a la sala y aferrarse a mí.

— Está bien, no pasa nada. — Dejé la taza sobre la pequeña mesa de centro que estaba en medio de la sala, senté a Freminet en medio de mis piernas y ambos nos quedamos viendo por el ventanal. — ¿Ves? No te pasará nada si estás aquí dentro.

— Pero no me gustan esos sonidos, son feos y fuertes.

— Lo sé, pero no es tan terrible como piensas. — Comencé a jugar con su cabello mientras lo veía, él estaba con la mirada atenta en los relámpagos y poco después comenzó a llover. — ¿Quieres dormir conmigo hoy? Será mejor que nos vayamos a la habitación.

— ¿De verdad puedo dormir contigo? — Solo hice un sonido de afirmación y me coloqué de pie tomando una de sus manos, con mi mano libre tomé mi taza de té y ambos nos dirigimos a mi habitación. — Papá, ¿A ti no te dan miedo los truenos?

— Cuando era pequeño también me asustaban un poco. — Me senté en la cama apoyando mi espalda en el respaldo de esta, Freminet se sentó en frente de mí mientras me miraba. — Mamá me hacía contar y así cada vez que sonaba un trueno ya no me asustaba tanto, aunque las tormentas me siguen asustando.

— ¿Si cuento dejaré de temerle a los truenos? ¿De verdad funciona?

— Creo que solamente es para engañar un poco a tu mente, para que deje de estar alerta al sonido, quizás funcione si lo intentas. — Bebí un poco de mi té, escuchando poco después como Freminet comenzaba a contar en voz baja. Los truenos seguían sonando y cada vez parecían ser más fuertes, haciendo que Freminet se asustara más.

Me apresure en beber de mi té para luego dejar la taza sobre la mesa de noche, me recosté en la cama y Freminet no tardo en acostarse a mi lado y aferrarse a mí.

— Todo está bien, estaré aquí contigo y verás que no pasará nada. — Murmuré y llevé una de mis manos a su cabeza, dejando suaves caricias en esta en un intento de calmarlo. Mi vista estaba fija en la ventana a unos metros de nosotros, viendo cómo la lluvia caía fuertemente, pero creando un sonido relajante. — Intenta dormir de nuevo, no debes tener miedo porque siempre estaré contigo, no importa lo que suceda. — Dejé un beso en su frente para luego acercarlo más a mí, cerré mis ojos e intenté dormir también, posiblemente mañana Freminet no tendría clases por las fuertes lluvias.

Comencé a despertarme poco a poco por el sonido de la puerta siendo tocada, fruncí ligeramente mi ceño y me separé de Freminet quien seguía profundamente dormido. Me levanté de la cama mientras frotaba uno de mis ojos y bostezaba un poco, dirigiéndome a la entrada principal para ver quién era.

Quité el seguro de la puerta para luego abrirla, viendo a Kazuha parado afuera. Pensé en cerrarle la puerta, pero al ver su expresión supe que quizás y no lo era la mejor idea.

— ¿Puedo entrar a hablar contigo? — Me quedé en silencio por varios segundos mientras debatía conmigo mismo de si era buena idea dejarlo entrar o no, pero al final me hice a un lado dejándole espacio para que entrara. — Solo serán unos minutos.

Lo vi entrar así que cerré la puerta para luego girarme y verlo a los ojos, no sabía de qué quería hablar conmigo, pero imaginaba que quizás no era nada bueno.

— Imagino que ya sabes lo que pasó.

— No, la verdad es que no. Pero no me interesan sus problemas matrimoniales sinceramente. — Caminé a la sala y me senté en el sofá grande, él solamente se quedó parado a unos cuantos pasos de mí.

— Fue por ti. — Me esperaba cualquier cosa menos que dijera aquello, sentí como comenzaba a colocarme nervioso y los pensamientos no tardaron en invadir mi mente. — Escuché todo lo que Heizou te dijo ayer en la tarde, pero esto no tiene que ver con esa discusión, tienes que ver en otro sentido.

— ¿Otro sentido? ¿De qué estás hablando ahora?

— Le dije a Heizou de que comenzaba a sentirme atraído por ti.

Lo miré a los ojos con sorpresa, pero también con confusión, quizás también un poco de enojo ¿Me estaba intentando culpar a mí de todo esto? ¿Es por eso que Heizou estaba actuando de esa forma conmigo?

— Kazuha, no puedes sentirte atraído por mí, estás casado y tienes hijos. Además, apenas y nos conocemos, no puedes mandar tu matrimonio a la basura solo por esta tontería.

— No es ninguna tontería, Scara. Las cosas son así y Heizou parecía haberse dado cuenta desde hace unos días, por eso te dijo todas esas cosas.

— Yo no siento nada por ti, ni siquiera un poquito de atracción. Lo siento mucho Kazuha, pero esta vez será mejor que de verdad cada uno este por su camino y te olvides de esta atracción que sientes por mí.

Comenzaba a sentirme algo mareado debido a los nervios, esta situación no me gustaba para nada. Kazuha era lindo, lo admito, pero no podía llegar a sentir algo por él.

Él estaba con Heizou, tenía su familia y eran felices hasta que nos conocimos. A pesar de que quizás ya no estaban o no estarían juntos, no podía simplemente meterme en medio, no estaba bien.

— Solo quería decírtelo, me esperaba que quizás dijeras algo como esto. — A veces quisiera que estos dos simplemente dejarán de ser tan directos para decir las cosas, fuera verdad o no todo lo que me decían, no tenían una pizca de vergüenza o arrepentimiento encima. — Pero no me pidas que seamos unos simples desconocidos, dejaré todo esto de lado y prometo no volver a hablar del tema, pero al menos sigamos siendo amigos.

— Kazuha…

— Por favor, además, las cosas estarán bien ahora, solamente no dejemos de ser amigos o lo que sea que seamos solo por esta conversación. — Suspiré con suavidad y solamente asentí con mi cabeza, la verdad es que estaba de acuerdo en que seamos amigos siempre y cuando él cumpla con su palabra de no volver a tocar el tema.

— Está bien, pero si tocas el tema de nuevo o haces algo, créeme que no voy a dudar en hacerte sentir como un desconocido para mí.

Quizás y estaba cometiendo un grave error al estar siendo amigo de un alfa que se sentía atraído por mí.



Un poquito corto el capítulo pero prometo escribir el siguiente más largo, no más que necesitaba escribir algo así para el desarrollo de los demás capítulos.

Frᥱᥱ ᥣovᥱ [Heikazuscara]Où les histoires vivent. Découvrez maintenant