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Después de ambos alfas me preguntarán sobre mi problema con mi celo, el tema quedó hasta ahí. Entendía que solamente se estaban preocupando y que de alguna u otra forma se estaban preparando mentalmente si es que mi celo llegaba mientras estaba aquí.

Pero lo dudaba.

Antes también había sucedido lo mismo, abusaba demasiado de los supresores en mis celos y aquello causó que se volvieran irregulares. Claro que podía tenerlos, pero no sabía cuándo y varias veces me había metido en problemas por eso.

La última vez llegó en la universidad, fue terrible al ver como varios de mis compañeros perdían el control y que nadie supo cómo reaccionar, al menos no tan rápido. Si no hubiera sido por Kaveh o por los profesores quien sabe qué hubiera pasado.

— ¿Qué quieres para cenar, bonito?

Me quedé pensando, tenía antojo de varias cosas, pero sobre todo, algo que había visto en un video hace un rato atrás.

— Quiero burritos. — Fui corriendo por mi celular el cual se había estado cargando hace un rato, busque el vídeo en este para luego ir con ambos alfas y mostrarles de que trataba.

— ¿Pero serás capaz de comerte todo eso? Se ve demasiado grande.

Todo era culpa de los estadounidenses y sus comidas tan apetecibles.

Ambos alfas solamente suspiraron y por primera vez en el día me dejaron ayudarlos a preparar aquellos enormes burritos. Posiblemente, ni siquiera sería capaz de comerme la mitad, pero era algo que se me antojaba.

Preparamos todos los ingredientes para luego comenzar a armarlos, Kazuha y Heizou simplemente se hicieron unos más pequeños, mientras que a mí me había preparado uno similar al del vídeo.

Llevamos todo a la mesa, entre ellos también habíamos preparado algunas salsas para acompañar. Me senté en una de las sillas mientras tomaba el burrito entre mis manos, era incluso mucho más grande que toda mi cara.

Tome un poco de la salsa colocando de esta en la tortilla para luego simplemente morder lo que mi boca me permitía. Sé que había dicho que no me gustaban las comidas juntas en una sola, pero esto valía totalmente la pena.

— ¿Quedó bueno? — Asentí con mi cabeza repetidas veces a la pregunta del albino mientras volvía a dar otro mordisco. Hablar ahora no era una opción, solamente quería concentrarme en comer y disfrutar de lo bueno que había quedado este burrito.

La cena transcurrió en silencio y sorprendentemente me había acabado todo, suspiré totalmente satisfecho sintiendo como mi estómago simplemente no daba más y no aguantaría comida hasta mañana.

Heizou se acercó a mí y sentí como limpiaba mi boca con una servilleta, ambos estaban consintiéndome bastante y no era algo que me desagradaba en lo absoluto.

Aunque lo había disfrutado bastante, minutos después me encontraba vomitando absolutamente todo en el baño. Ambos alfas estaban a mi lado, uno sobando mi espalda mientras el otro intentaba sujetar algunos mechones rebeldes que se iban a mi rostro.

Pequeñas lágrimas se encontraban en mis ojos así que limpie estás mientras sorbía un poco mi nariz. Respire hondo para luego levantarme y tirar de la cadena, aquello había sido realmente desagradable.

— ¿Estás bien? — Asentí con mi cabeza a la pregunta de Kazuha, Heizou se fue a buscar mi cepillo de dientes y pasta dental a mi bolso, pocos segundos después me los entrego para que pudiera lavarme la boca.

— ¿No quieres ir al médico? ¿Quieres alguna taza de té? ¿Algún dulce? — Jamás creí pensar esto, pero escuchar el nombre de mi preciado y amado té negro, por primera vez en años me produjo asco.

Frᥱᥱ ᥣovᥱ [Heikazuscara]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora