Capitulo 18

17.5K 886 37
                                    

ℕ𝕒𝕣𝕣𝕒 𝕃𝕚𝕫:

Abro lentamente mis ojos, los rayos del sol ingresan a través de la cortina, giró sobre la cama quedando frente al rostro relajado de Sam, se ve tan diferente, cuando está despierto pone cara de lobo gruñón, todo el tiempo parece estar enojado y no comprendo porque. Miro sus pestañas, sus abundantes cejas, su rostro está repleto de pecas y eso se me hace fascinante, sus labios y mandíbula perfilada, él es hermoso. Sonrió al darme cuenta que estoy frente a él y no nos estamos matando. *¿Será porque está dormido?* la forma irónica en la que habla Calista me dan mucha risa.

Me pongo en pie y me voy directo al baño con mi ropa, me cepillo los dientes, lavo mi rostro y comienzo a vestirme, sujeto mi cabello en una alta coleta. Yeuri seguramente ya me está esperando en el campo de entrenamiento, se que el gran Alpha no quiere que haga mis entrenamientos cuando estén todos los hombres, pero eso a mí me importa un pepino y la mitad del otro. Salgo con cuidado del baño y luego de la habitación, no quiero que se despierte, aunque es tan extraño que ya no esté en pie dando órdenes y frunciendo su entrecejo.

Bajo las escaleras y voy directo a la cocina, me encuentro con Lucila, ella es una muy buena mujer, su aura es tan potente, pero también irradia amor.

—¡Buenos días!.— saludo haciendo notar mi presencia. Ella me mira con una hermosa sonrisa.

—¡Buenos días mi linda!.— se pone en pie y me saluda con mucho amor. —¿Lograste descansar?.—

—¡Si, claro la cama es muy cómoda, dormí como nunca antes!.— digo con honestidad, lo cual es cierto, el sentir el aroma de Sam me transmite paz, aunque cuando abre su puta boca la caga. La veo sonreír y luego pedirle a la cocinera que prepare mi desayuno.

Luego de un delicioso desayuno, me despidió de Lucila y me voy directo al campo de entrenamiento, decidió trotar para ir calentando, cuando llegó veo a Yeuri sentado con una mujer de cabello negro como la noche, mientras el sujeta las katanas.

—¡Buenos días!.— saludo con amabilidad, la chica me mira y luego sonríe. Ella es muy hermosa. —¿Estás listo Yeuri?.— vuelvo a mirar a la muchacha y le extiendo mi mano. —¡Mucho gusto soy Liz!.— ella toma mi mano con algo de timidez y sonríe.

—¡El gusto es mío Luna!.— baja su rostro y yo miro a mi amigo, él abrió esa bocota de mierda. —Mi nombre es Alba.—

—Un gusto conocerte, pero no me digas Luna por favor y otra cosa, no menciones esto con nadie más.—

— Cuente con eso, ahora me retiro. No quiero interrumpir.— le sonrió con amabilidad, ella me cae muy bien.

—¡Cuando gustes puedes entrenar con nosotros!.— la invito, ella niega con su cabeza y lo siguiente que dice me hace enojar.

—Las mujeres no hacemos tal cosa, solo la Luna y la pareja del Beta lo tienen permitido.— miro a Yeuri, él sabe muy bien lo que pasa por mi mente. Tomo a la muchacha de los hombros, obligándola a qué me mire a los ojos .

—¿Te gustaría aprender a defenderte?.— ella dice que si con un movimiento de cabeza. —¡Perfecto, te quedas y observas, mañana comienzas a entrenar conmigo!.—

— Pero, el Aplha no lo va a permitir.— mira en todas las direcciones.

— El Alpha me hace los mandados Alba, las cosas van a cambiar aquí y eso es a partir de ya.— le quitó una katana a Yeuri y me pongo en posición, soy consiente de que tengo un montón de ojos sobre mi, pero me vale una puta mierda, estoy enojada con el bastardo machista. —¡En posición, por un carajo!.— le gritó a mi amigo vampiro, que sabe muy bien que estamos faltando a una de las órdenes de Sam. Y honestamente Sam Walton me limpia el trasero.

TORMENTA Y PODER Where stories live. Discover now