CAPITULO XXIII

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-Así que, ya que nosotros no tenemos nada asignado para hacer, ¿por qué no vamos a tomar un café?-

Jeffries les había dado preguntas a los estudiantes pero como Zara y James solo eran acompañantes, estaban desobligados hasta que tuvieran que volverse al pueblo.

Zara dudó mientras veía como el grupo de Rhydian y Madeline se alejaba. Ella tenía solo una razón para estar en ese viaje y era para cuidar a Madeline.

-Zar, ¿hay algún problema?- James siguió la mirada de su amiga- ¿Tiene algo que ver con Rhydian?- Zara lo miró nerviosa ante la mención del chico pero negó.

-Tiene que ver con la amiga de él, su madre me pidió que la cuide, más vigilarla, y por eso estoy en este viaje- confesó ella mientras pateaba una piedra, estaba frustrada, no quería pasar tiempo con ella... pero la idea de Madeline y Rhydian solos...

-Entonces vamos- la rubia alzó la cabeza confundida- Vamos a vigilarlos, no tan de cerca como para parecer sospechosos, y si nos preguntan, solo estábamos paseando.- Zara intercaló su mirada entre la mano de su amigo y el grupo de Madeline- ¿Vamos?-

-A la mierda- murmuró ella al mismo tiempo que agarraba la mano de James.

Manteniendo una distancia decente, los dos amigos caminaron en silencio, disfrutando de la brisa marina que les llegaba. Zara se sentía cómoda junto a James, le caía bien pero algunas veces la confundía. No al nivel de Rhydian... por dios. Pero algo le decía que su amigo no era totalmente honesto.

Sí, ella no era la persona más abierta del planeta; tiene más de 1 amigo solo hace unas semanas pero siempre fue sincera con sus intenciones. James por el otro lado, tenía una mirada que no parecía ser del todo honesta cuando estaba con gente, con ella parecía ser una persona pero con los demás otra. Zara no podía parar de preguntarse el porqué.

-Creo que tus amigos desaparecieron- Zara salió de sus pensamientos y alzó la mirada, encontrándose que efectivamente Rhydian y Maddy no estaban más en su radar visual.

Mejor dicho... no había nadie en su radar.

-Nos perdimos. Mierda. Nos perdimos, ¿verdad? Carajo- empezó a murmurar James.- Estamos perdidos en una isla.

-No estamos perdidos- contradijo Zara mientras trataba de usar su oído para escuchar voces.

-Estamos totalmente perdidos, Zar. No hay nadie-

Este chico pertenece al club de teatro pensó ella.

-James, no estamos perdidos- Zara logró escuchar risas y murmullos.

-¿Ah no, Señora GPS? Entonces, ilumíname, ¿dónde carajo hay gente?- comentó James mientras se cruzaba de brazos.

-Bueno, hace unos minutos pasamos por la cabaña de un señor, ¿no lo viste? El que tomaba la cerveza- 

-Genial, nuestra salvación está en manos de un marinero borracho- James siguió quejándose pero rápidamente fue silenciado por Zara, quien le pidió de una forma muy poco amable que se callara- ¿Y ahora qué? ¿Viste a un pescador?

-No, tarado, a nuestros compañeros. Así que, deja de quejarte y vamos- James empujó levemente a Zara y ambos soltaron una carcajada.

-¡Andá a buscarla, eh galés!-  escucharon a medida que se acercaban, unas risas y después, de repente, Zara ve la figura de Rhydian.

-Idiota- murmura mientras se aproxima más.- Rhydian, ¿qué mierda haces ahí arriba?-

El rubio se gira para observarla pero al ver a James a su lado, su sonrisa burlona aparece mientras se le ocurre una idea para molestar a la chica. Si el muy idiota de Rhydian supiera que no tenía que hacer todo ese circo para tener la atención de Zara.. pues no tendríamos historia.

-Vamos Rhydian, no tenemos tiempo para esto- se queja Maddy, ella solo quería estar en su casa con su familia, la ansiedad de no llegar a tiempo aumentaba cada minuto.

-Zar, déjalo. ¿No ves que lo hace para tener una audiencia?- Zara ignoró las palabras de su amigo, sus ojos no se apartaban del rubio. 

-10 billetes a que se cae- bromea Liam. 

-Que Dios te escuche amigo-

-¡Cállate Jimi!-

La sonrisa de Rhydian sea agranda al escuchar como Zara salía en su defensa; siguió haciendo equilibrio, disfrutando de como la chica tenía ojos solo para él y hacía caso omiso a James, quien seguía hablándole. Estaba tan sumergido en su victoria por la atención de la muchacha que no notó cuando su pie no tocó la madera, logrando que cayera al piso. Escuchó como Zara y Maddy gritaban su nombre pero una puntada muy dolorosa lo distrajo. Maddy se arrodilló primero al lado de Rhydian y les gritó a sus compañeros que fueran por ayuda.

-James, ¿recuerdas la cabaña del marinero borracho?- le pregunta Zara mientras busca en su bolso un estuche.

-Zara no eres lo suficientemente mayor como para beber- 

-¡No quiero beber idiota! Si tiene cerveza, tiene un congelador, ergo, hielo. Asi que corre, ¡ahora!- le espeta la chica al ver que su amigo seguía ahí. 

-Tienen que ir al bus, así solamente lograrán salir a tiempo de la isla- 

-¿Y dejarte solo?- Zara rueda los ojos, al encontrar el gancho que buscaba se recoge el pelo y se sienta junto a Rhydian. 

-¿Dónde te duele?- pregunta con seriedad, Rhydian se encoge un poco ante el fuego que sale de la mirada de la rubia. Casi no la reconoce. ¿Era culpa suya que Zara se hubiera vuelto así?

-En el tobillo- murmuró él. Zara no perdió tiempo, se acercó al tobillo del chico y puso el pie sobre sus piernas.

-Zara, no creo que debas...-

-En el orfanato era casi como una doble enfermera para las niñas de ahí, a Carmen una vez le cosí a mano un cabetrillo; se había fracturado un hueso del codo- 

-Igual no deberías...-

-Creo que sé que tengo que hacer Madeline- sus ojos azules se clavaron en los castaños de Maddy, y solo así la dejó en paz, en su lugar siguipo discutiendo con Rhydian sobre como no lo podía dejar solo en la isla. 

Apareciendo para salvarla de tener que escuchar a los otros dos, James llegó corriendo con una bolsa de hielo en sus manos.

-Toma Zar- ella murmuró un leve agradecimiento y siguió tocando con lentitud el tobillo de Rhydian.

-No te alteres Zar, todo está bien- trató de calmar Rhydian el incómodo ambiente que se había creado. 

-Pues, el hecho de que digas eso me hace alterar aún más- James soltó una risita y Zara lo miró divertida pero siguió tanteando con suavidad el tobillo, suspirando aliviada cuando notó que no parecía estar roto. Justo a tiempo llegó Jeffreis y Zara le explicó la situación, el profesor y James ayudaron a Rhydian y todos caminaron lo más rápido que pudieron hacia el bus. 

Rhydian se sentó junto a Maddy mientras esta lo miraba preocupada, Zara vomitó internamente al ver eso. James la esperó en su asiento con un brazo listo para abrazar ya que sabía el frío que la chica estaba teniendo. Zara sonrió y se acurrucó junto a su amigo. 

Oh Zara, si solo tuvieras ojos en la nuca para ver como Rhydian estaba asesinando a tu amigo.

Los profesores hicieron todo lo que estaba en su poder para llegar al puente, pero ya era tarde.

Cuando llegaron, los guardias del puente ya habían dejado claro en un cartel que, nadie podía cruzar ahora. Tendrían que pasar la noche en la isla.

-Que comiencen los juegos del hambre- murmuró James. Zara lo miró divertida.

-Y la suerte esté siempre de su parte- James soltó una carcajada y Zara le siguió.

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⏰ Last updated: Mar 26 ⏰

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𝒊𝒏𝒗𝒊𝒔𝒊𝒃𝒍𝒆 𝒔𝒕𝒓𝒊𝒏𝒈, rhydian morrisWhere stories live. Discover now