CAPITULO V

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Zara sabía que iba a ser observada: era nueva en un pueblo pequeño de una familia medianamente conocida y, además, estaba un curso adelantada

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Zara sabía que iba a ser observada: era nueva en un pueblo pequeño de una familia medianamente conocida y, además, estaba un curso adelantada. Estaba, en cierta forma, lista para las miradas y los susurros pero nada de eso ocurrió. La hicieron sentar junto a una chica rubia y de unos maravillosos ojos verdes, quien le explicó brevemente los nombres de sus compañeros y 3 horas después, para cuando sonó el timbre, se ofreció a acompañarla al comedor. Cuando le explicó que tenía que buscar a Rhydian, no puso objeciones y, es más, comenzó a caminar a su lado.

Su nombre era Charity Lee, es irlandesa pero su familia se había mudado cuando ella era solo una niña a Stoneybridge porque su tía abuela se había enfermado. Al morir esta y por la rápida obtención de trabajo de sus padres en la ciudad, decidieron quedarse en el pueblo. 

Charity no parecia a simple vista la clase de persona que contemplaría para ser su amiga: es habla mucho y se hace notar. Mientras caminaban, saludaba a casi cada alumno que pasaba. Pero parecía amable y había sido la única que la había tratado como si perteneciera desde siempre en la institución.

Al llegar al salón de Rhydian, Zara se extrañó al no verlo y rodó los ojos ante su sospecha (y probablemente acertada): el chico había tratado de encontrar el comedor solo. 

"Dios dame paciencia" pensó Zara.

-Espero que no se haya perdido- comentó Charity. Zara uso su olfato para rastrear el olor de Rhydian pero al encontrar otra olor, otro wolfblood, supo que Maddy Smith estaba cerca y tenía que explicarle lo antes posible la situación.

-Emm, ¿qué te parece si vas por aquella escalera y yo por esta? Tal vez así algunas lo alcance- dijo Zara. Chariry asintió y se fue por el lado opuesto.

Trató de caminar lo más rápido que pudo pero, para cuando los encontró, estos dos ya estaban discutiendo.

-¿Es que no sabes las reglas? Si mis padres te llegan a oler...-

-Ni se quién eres- recalcó Rhydian, se notaba desde lejos su confusión y enojo.

-Exactamente- dijo Maddy molesta.

-¡Rhydian!- intervino Zara y bajó los restantes escalones para llegar a donde estaban los otros dos. Miró a Madeline por un momento pero después su atención se fijó en el muchacho, sin embargo este no la miraba. Sus ojos molestos estaban clavados en la Smith y su respiración... se notaba que estaba tratando de controlarse. Zara se puso enfrente de él y le tomo la mano- Rhydian- su voz sonó más como un susurro que sabía que él escucharía. 

Los ojos azules del chico por fin se posaron en los de ella y pudo notar inmediatamente el cambio de postura y de respiración. 

-¿Zara? ¿Estás aquí? ¿Lo encontraste?- escuchó la voz de Charity desde arriba de la escalera. La rubia observó atenta la tensa situación y no ignoró el hecho de que ambos rubios estaban tomados de la mano.

-Sí, lo encontré- le dijo pero no la miró, su mirada seguía en Rhydian.- Escucha, el comedor esta por el lado oeste ¿está bien? Baja, camina hacia la izquierda y busca una mesa. Yo te encuentro allí- Rhydian asintió.

-Ninguna chica olorosa me dirá si puedo quedarme o no en este basurero- murmuró para que solo Maddy y Zara lo escucharan. 

-Charity...-

-Yo lo acompaño, no tardes-

-Ahora que no estamos haciendo un escándalo, te lo explicaré con frases cortas y simples. Antes de que vengas a atacarme a mi también, guarda la mordida para a alguien que le importe, yo ya hablé con tus padres y tengo su permiso de estar aquí. Es su territorio por antigüedad pero también es el de mi familia-

-Eres Zara Folks- farfulló Maddy.

-La misma, y en cuanto a Rhydian, mi familia responde por él así que deja de atacarlo como si te hubiera robado la cena, ¿quedó claro?- Maddy solo asintió por lo que Zara suspiró y se resfregó la cara con cansancio- Escucha, creo que podemos ser... amigas en algún momento, tu madre dejó en claro que tenemos hobbies en común pero eso solo ocurrirá si incluye a Rhydian. Sin él, no hay trato.

Zara bajo las escaleras y caminó derecho hacia el comedor. Cuando encontró a Rhydian, vio que estaba dibujando, parecía en paz. Decidió solamente dejar su mochila a su lado y buscar un poco de comida.

Con tan solo ver la pasta con carne, el estómago de Zara gruñó. Con una leve sonrisa, pagó su comida y se encaminó hacia su mesa pero se detuvo al ver que había tres chicas sentadas allí. 

-Son las tres K- Zara se volteó hacia Charity quien estaba sentada en la mesa más próxima junto con una chica castaña de pelo liso y mirada intensa. Zara mantuvo su mirada hasta que rió nerviosa y la aparto

-Parecen un poco... intensas- dijo ella, Charity rió junto con su amiga.

-Son insoportables- mientras apoyaba su mentón en su mano y las volteaba a ver con una clara expresión de desagrado- Yo que tú, lo voy a salvar.

Las tres rieron pero Zara obedeció y se sentó al lado de Rhydian como si nada. Este le sonrió.

Las chicas la miraron de mala forma pero al ver que Zara no se veía afectada por estas, decidieron hablar.

-Estás interrumpiendo una conversación, cariño- dijo la rubia.

-Bueno, mi mochila ya estaba aquí así que, desde mi punto de vista, ustedes se colaron en mi mesa. Pero como yo sí soy educada dejaré que continúen lo que me imagino que debe ser una muy interesante conversación- le guiñó el ojo a la rubia y comenzó a comer, escuchando a su lado la risa ahogada de Rhydian.

A lo lejos escuchó la risa de Maddy y tanto Rhydian como Zara se voltearon hacia ella. Con la presencia de las tres K, Zara no había podido explicarle a Rhydian sobre los Smiths así que no se sorprendió cuando este preguntó por ella. Sin ganas de escuchar la conversación, Zara sacó sus auriculares y celular para escuchar música, sin embargo escuchó partes.

-¿Maddy Smith?- dijo la chica de flequillo-Es de esas familias que viven aquí desde hace muchos años, nunca dejan la zona y les desagradan los desconocidos o las preguntas.-

-Y están medio locos - rió la rubia. Zara rodó los ojos.

-Pero paremos de hablar sobre ella. Hablemos de tí... y de mi. 

-Y de nosotras- Zara, con la boca llena de pasta, hizo un gran esfuerzo para no reirse cuando Rhydian volvió a sus dibujos mientras las tres K seguían hablandole. Disimuladamente le pasó un auricular a Rhydian y cada uno se quedo en su mundo mientras Hey Jude se reproducía en los audífonos. Rhydian no puedo evitar sonreír. No entendía bien lo que ocurría o como esta chica que apenas conocía ya parecía tenerlo descifrado pero no le molestaba en absoluto, y es más, lo disfrutaba.

Cuando finalizó el receso y sonó el timbre para volver a clase, las tres K desaparecieron y Zara acompañó a Rhydian en silencio pero antes de que esta se fuera, él la agarró de la mano y le entregó una hoja enrollada. Sin entender, Zara desplegó la hoja y sus ojos se iluminaron al ver el dibujo de un lobo en el bosque, firmado por el chico y con una dedicación.

Una dedicación para ella.

Sin saber que decir, Zara hizo lo único que se le cruzó por la cabeza: le dio un beso en la mejilla y lo abrazó. Fue un abrazo corto pero fuerte. Esperaba que él entendiera su agradecimiento y, sonrojada a más no poder, se dio media vuelta y se dirigió a clase. Todo esto sin quitar su tímida pero visible sonrisa de su rostro.

"Take a sad song and make it better"

....

Solo voy a decir... perdón por la desaparición.

𝒊𝒏𝒗𝒊𝒔𝒊𝒃𝒍𝒆 𝒔𝒕𝒓𝒊𝒏𝒈, rhydian morrisWhere stories live. Discover now