Conferencia II

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Antes de empezar, pido disculpas por las demoras en la actualización. Espero ponerme al día en las actualizaciones a partir de esta semana, agilizando el tercer arco y final de la historia.

Muchas gracias a quienes siguen leyendo y se unen a "Una falsa historia de Amor"

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Ronald Weasley bajó directamente a la oficina de Dumbledore, al diablo la lealtad con Ginevra y Lily, las malditas mujeres lo metieron en un lío que le costaría varios galeones. Muy a su pesar debía reconocer que se equivocó al creer que capturar a Teddy sería fácil, pero aún más que el vástago de Harry sería una mansa oveja. La educación del que años atrás fue su sobrino, por lo visto, muy diferente a la que James le brindó a su hijo.

Avanzó por el corredor hacía la sala de juntas que prácticamente el antiguo director de Hogwarts había convertido en su "guarida", bien dicen que para esconder algo lo mejor es hacerlo en el sitio más evidente, sin embargo, también constituía un riesgo demasiado alto si alguien lo delataba.

Albus había movido muchas de sus influencias en muy poco tiempo y eso podía salirle caro, aunque lo más seguro es que sus esbirros, entre esos él, serían los primeros en caer.

Ron sacudió la cabeza, no quería terminar en Azkaban, por más que quisiera negarlo, las reformas legales propuestas por el antiguo bando de la Luz se basaban en regímenes totalitarios muggles que reprimían a los criminales u opositores de maneras extremistas, por eso, actualmente muchos de los inconformes y en especial, los descendientes de los antiguos Sagrados Veintiocho, se limitaron a abandonar el país o mudarse al lado de los no-magic, desestabilizando aún más la tambaleante economía postguerra, y como bien lo reportaron los duendes de Gringott junto a las otra criaturas mágicas, debilitando la magia ya que muchas de las líneas ancestrales de Sangre Pura desaparecieron generando un mayor número de nacimientos de squib y magos con poca fuerza, y menor posibilidad de la aparición de lobos Alpha u Omega.

Ron alzó la mano para tocar la puerta que se abrió mostrando a un Harry enojado que casi lo tira al suelo. Su presencia fue suficiente para que Ginny diera alcance al azabache que gruñó deteniendo la mano de la pelirroja que se estremeció agachando la cabeza.

—Mi muchacho, me alegra verte, por favor necesito que acompañes a Harry a donde se hará la rueda de prensa —la voz conciliadora de Albus era una señal que no debía despegarse de Potter, años escuchando la misma orden le daban la experiencia para comprender que la Beta y la Omega dentro de la oficina pagarían lo dicho en El Profeta.

Asintió cerrando la puerta y apresurándose para dar alcance a Harry que ya iba cerca del ascensor.

Una vez dentro del elevador, el Alpha que alguna vez consideró su mejor amigo lo golpeó con fuerza inmovilizándolo contra la pared posterior de la cabina, Ron definitivamente declararía ese día como el peor de su existencia.

—¿Dónde diablos está Ariel?

—No sé de qué hablas hermano, yo acabo de llegar de una misión en Escocia.

Un golpe seco llegó al lado de la cara de Ronald, Harry cambió el color de sus ojos al verde que se asemejaba a la maldición asesina, las feromonas del lobo aumentaron demostrando su jerarquía ante Weasley.

—Voy a volver a preguntar y quiero la verdad, "hermano" —susurró Potter con un tono grave que el pelirrojo reconoció como el límite entre la voz del Alpha y la del humano—. ¿Dónde está mi hijo?

—No tengo la menor idea.

Las fosas nasales de Harry se abrían y cerraban olfateando con curiosidad al cautivo, pocos segundos antes de que llegasen al atrio, liberó al que consideró al menor de los varones Weasley Prewett.

Una falsa historia de AmorWhere stories live. Discover now