Remus Lupin

382 31 8
                                    

Lupin escuchó el taconeo característico de Hermione Granger, la más fiel de los secuaces del honorable candidato al cargo de Ministro, Albus Dumbledore.

Encendió el cigarrillo para tomar la postura de idiota que le había permitido trabajar tantos años al lado de quien era el culpable de la muerte de su adorada Cissy. Aunque para muchos los que le rodeaban era una acusación sin sentido, para él que la conocía, la idea del suicidio jamás cruzaría por la mente de la Alpha.

Narcissa se caracterizaba por poseer la fortaleza para enfrentarse a quien fuera con tal de defender sus ideales, de lo contrario no hubiese luchado por su relación ante Andrómeda y la misma Bellatrix cuando se enteraron que Teddy era hijo de los dos.

Si no se marchó del lado de Lucius fue por el maldito contrato que las dos familias poseían, el que unía las fortunas y les daba la posibilidad de acceder al Consejo de Magia Internacional. Todo giraba alrededor de esa palabra.

Dio otra calada a su cigarrillo, al pensar en la familia Black los recuerdos de Sirius, Regulus y Nymphadora llegaron como víctimas del purismo de sangre que predominaban los más acérrimos defensores de la magia, pero desechaban las bondades de ser bendecidos por los genes de los lobos.

Sin embargo, por quien más pena sentía Remus era por la dulce Omega de quince años que fue comprometida con él que le llevaba trece años, por el interés egoísta de Andrómeda de regresar al mundo mágico inglés y reclamar la fortuna que le daría el bienestar y la tranquilidad que el matrimonio y posterior muerte de Teddy Tonks le causaron.

Para la mayor de las hermanas Black, el ser repudiada por la líder de la familia, Lady Walburga, significó el destierro, y esto sumado a la trágica muerte de Teddy Tonks, equivalió para la mujer quedar con una cachorra, poco dinero y en un país extranjero.

Se rió sin poder detenerlo y causando que algunos de los lores que estaban también en el pasillo lo miraran con extrañeza, ahí no importó que él no fuese un sangre pura, Andrómeda quería la posibilidad de los cambiaformas para su nieto o nieta, la herencia del primer lobo, Fernir Greyback.

Su unión con Nymphadora fue un consejo de Albus Dumbledore, el buen viejo —y nótese el sarcasmo—, planteó el enlace como una forma de salvación mutua, los Lupin tendrían un reconocimiento social similar al de antaño, y Andrómeda poseería las herramientas para solicitar a Sirius Black su reingreso a la familia. Tan pronto como la niña cumplió los quince se presentó como Omega, otro golpe, porque la mayor de las hermanas Black esperaba una Alpha, fue entregada a él anunciando el matrimonio en El Profeta, dando cumplimiento a lo exigido por el Wizengamot sobre los edictos para posibles personas que manifestaran oposición.

El problema se presentó cuando en una visita de Narcissa a los Potter para invitar a Sirius a su boda con el heredero Malfoy, por una extraña casualidad ambos entraron en celo y Remus la marcó. La relación continuó a escondidas por los siguientes meses, hasta que Lucius lo descubrió de la peor manera. Abraxas Malfoy evitó la deshonra, pero el matrimonio nunca se consumó, así que fue fácil para el rubio odiarla, aún más cuando se enteró que estaba embarazada de Teddy.

Sin embargo, Narcissa puso al cachorro por encima de ella misma, incluso se lo ofreció para que lo pasara por propio si nacía con las características Black, cabello negro, ojos grises, piel blanca, nadie lo dudaría, ella era la primera rubia después de varias generaciones, así que podrían vivir en paz y darles gusto a todos. La sorpresa vino con la contrapropuesta de Lucius, ella le entregaría su hijo a Lupin y pasaría por la madre del que él había engendrado con un Omega desconocido.

Por eso, Remus se negaba a creer que Narcissa se suicidara, ella era capaz de perder su dignidad antes que la vida, y menos cuando estaba en juego la seguridad de su cachorro.

Una falsa historia de AmorWhere stories live. Discover now