introspección

196 30 3
                                    

Italia

Después de haber pasado por todo lo que pasó Jimin, mis dudas de cómo pudo soportar esto incrementaron.

Si, es cierto que puedo ordenar que me saquen y listo pero yo realmente quería saber que tan soportable era y por qué el lo hizo ver tan indoloro.

En Park he podido notar que tiene un carácter bastante fuerte regido desde el sufrimiento, ¿Qué carajos le pasó?.

En éste sótano donde reina el frio, la desolación y la tristeza me permití pensar si quería seguir haciendo esto.

Y la respuesta es sí, quiero seguir haciendo sufrir a las personas que se metan o atenten contra mi y los míos.

Desde un principio quería hacer sufrir a Jimin, más que solo darle latigazos y meterlo al agua hirviendo, cosa que vi que fue suficiente para solo haber roto una fuente importante y una entrada, quería quemar su piel con fuego, arrancar sus uñas, desgarrar algunas partes de su cuerpo.

Pero simplemente no pude.

Al tenerlo frente a mi, algo me impidió hacerle todo eso, nunca he tenido compasión, ¿Por qué con él si?.

Tal vez porque admiro su carácter y valentía, tal vez porque no se inmutaba a mis azotes.

Todavía no logro entender pero quiero investigarlo a fondo, ¿De dónde salió?.

La puerta se abrió dejando ver a Park.

- Levántate por favor - Indicó

Aún desconcertado me levanté como pude con la debilidad haciéndose presente.

Colocó una especie de toalla por mi cuerpo y salimos del sótano.

- Jimin, ¿Qué haces?, aún no cumplo con mi palabra, falta un día - Le hice saber.

- Para mi ya es suficiente - Habló con frialdad.

Extrañado por su actitud me dispuse a guiarlo hasta mi habitación.

A su pedido ya que no conoce la mansión, pude ver como se quedaba facinado con pinturas mías y retratos que tenía por los pasillos.

Llegamos al último piso de la mansión donde se encontraba mi habitación, le permití entrar solo porque estaba muy débil y si él me soltaba seguro caería al suelo.

Me sentó en la cama y se dió la vuelta saliendo de la habitación, en su recorrido de la cama a la puerta no pude evitar ver como sus nalgas se movían.

¿Pero que haces Jeon?

Teniéndolo tan cerca pude notar que huele a frutillas, un olor muy dulce para alguien como él.

Pero sin duda me gusta el olor.

Saliendo de mis pensamientos me duche y vestí con uno de mis trajes, esta vez gris, mis músculos resaltan más.

De hecho el no haber hecho ejercicio estos días me tiene un poco desganado, lo retomaré cuando ya mi cuerpo no esté con sus tripas rugiendo.

Al contrario de la cicatrización de Jimin, mi cuerpo si deja una que otra marca cuando las heridas son profundas, en este caso supongo que tendré unas 5 marcas más.

Salí de mi habitación porque iré a la empresa, tengo que cerrar algunos negocios con personas importantes.

Subí la camioneta donde Nam me estaba esperando.

- Jungkook, ¿Dónde estuviste metido?, hace tres días no te veía - Indagó.

- Pasan que cosas - Respondí - Por cierto, pon aire acondicionado en el sótano.

Me miro extrañado pero solo asintió y arrancó.

Al aparcar habían miles de reporteros, periodistas, fotógrafos, de todo.

- Señor Jeon, hay rumores de que haces parte de la mafia - Habló una haciendo determe y con una sonrisa de amabilidad finjida me gire hacia ella.

- Por favor, les pido que dejen de creer en cosas absurdas, solo soy un empresario con una vida tranquila, sí, sé que es raro tener tanta plata con solo una empresa de tecnología avanzada pero con esfuerzo y dedicación se puede lograr - Terminé para adentrarme a mi empresa.

Tomé mi celular para hacer una llamada que en este caso es urgente.

- Hola señor presidente, ¿Cómo va todo? - Saludé

- Hola Jeon, todo genial, ¿Qué necesitas?.

- Quiero que baje de la web toda información que tenga que ver con mi mafia, te pago una cantidad considerable de dinero como para que dejes que esas cosas se empiecen a mencionar - Bufé - Neutraliza todo artículo que tenga que ver conmigo.

- Ahora mismo señor Jeon, permítame me retiro.

Colgué el teléfono y llegué a la sala de juntas.

- Hola a todos, ¿Cómo están? - Saludé mientras tomaba asiento.

- Todos estamos bien, ceo Jeon.

Sonreí y hice un amague con mi mano para hacerles saber que pueden empezar.

Al finalizar la junta me dispuse a decir en cuál de los artículos me interese y en ese mismo trabajaremos.

- Bien - Hablé para levantarme y dirigirme a el medio donde se encuentra la pantalla - Trabajaremos en este reloj, me interesa la idea que pueda medir las pulsaciones por segundo y que tenga geolocalizador, también le podríamos añadir un centro de audio dónde pueda grabar conversaciones y mandarlas a un dispositivo seleccionado.

Este producto me podría ser muy útil en mi mundo.

- Está bien, nos pondremos en eso - Dijeron al unisono para salir de la sala de juntas.

- Tu te quedas - Le hice saber a mi secretaria, ella con una sonrisa lasciva en su rostro se dirijio a mi.

- ¿Qué se le ofrece señor Jeon? - Habló con voz santurrona y mirada coqueta mientras que sus manos jugaban en mi pecho.

La besé para apegarla a mí, la tomé de la cintura y la subí encima de la mesa.

Dos horas después salí de la empresa después de una buena follada, me diriji a la mansión con el humor por los cielos.

Ya estaba anocheciendo, eran al rededor de las 7 e la noche, ya deben estar comiendo todos.

Al llegar pasé la entrada y pude ver a todos comiendo como lo predije, la mirada de Park se clavó en el cuello de mi camisa.

Le resté importancia pero no puedo negar que esa mirada me puso los nervios de punta, siempre se ve tan misterioso, sexy, peligroso y tierno a la vez.

Subí a mi habitación, me duche, vestí una sudadera gris sin boxer, acostumbro a dormir si ellos, con una camisa negra bastante ajustada sin dejar nada a la imaginación.

Bajé al comedor, notando que ahora Park ya no estaba, seguro ya estaba en su habitación.

Tomé la cena para después subir a mi habitación, cepillarme y comenzar a leer mi libro.

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.
Clandestine love Where stories live. Discover now