Maldita Sea!

244 32 1
                                    

Italia                              10:30pm

El día no estuvo tan ocupado hoy, solo tuve que ir a dar el visto bueno a mi cocaina que se exportará a Estados Unidos.

Regresé a casa y ahora solo estoy en mi oficina leyendo papeles que contienen información sobre los hombres que me quieren ver muerto.

Sonreí de lado cuando llegué a ese papel, el que era mi amante, ahora me quiere muerto, pero cómo quieren hacer algo que ni estando cerca pudo hacer.

Suspiré y tomé mi teléfono, navegando por las redes me encontré con un en vivo, una carrera de autos.

Como no tenía nada más que hacer simplemente me quedé viendo, a la final no sé cuánto pasé, lo que si sé es que el tonto de Yoongi ganó.

Quién sabe qué trampa hizo para ganar, reí para mis adentros, cómo puede estar perdiendo el tiempo en esto.

Mi humor estaba por los cielos, ví como le quitaban los dólares a Min, no aprende.

Mi teléfono sonó.

Lo tomé viendo que era Namjoon, uno de mis subordinados y mi mano derecha.

- Lamento informarle amigo mío que un Lamborghini color azul pastel tiro al piso tu fuente y entrada - Dijo con un eje de burla.

- ¿¡Qué!?, ¡Al menos dime que ya lo tienes! - Mi humor ahora estaba en el infierno, esa puta fuente tenía un gran valor sentimental.

- Otra mala noticia - Suspiró - El pelirubio se escapó, es el número uno en carreras de autos.

¿Carreras de autos?

-Quiero que para mañana la entrada este bien y para mañana mismo quiero a ese tal pelirubio en frente de mi, mataré a ese maldito - Colgué con mi sangre hirviendo.

Abrí de nuevo facebook para poner marcha atrás al en vivo finalizado, pelirubio, Lamborghini azul claro.

¡ERA EL MALDITO AL CUAL YOONGI SACO DE LA CARRERA!

Me fui a mi habitación hecho una bola de fuego, la fuente, mi puta fuente, me duche tratando de pensar con claridad.

Recargado en el marmol negro me permití pensar, en cierta forma la culpa la tiene Yoongi, pero también es culpa de ese imbécil por no saber manejar un auto.

Maldita sea!

Es el número uno y no sabe controlar un puto Lamborghini que parece sacado de casa de barbies.

Al salir de la ducha me puse una sudadera blanca con una camisa grande negra.

SeokJin, mi cocinero personal y mi amigo me llamó a comer, baje las escaleras refutando cosas al aire.

-¿Qué pasó? - Preguntó desinteresado mientras masticaba su comida.

-Un imbécil daño mi entrada de la mansión en Seúl - Jin hizo un sonido con su garganta restándole importancia - Y tiró abajo toda mi jodida fuente.

Kim detuvo su masticar para mirarme.

-Mi puta fuente Jin, lo único que me quedaba de mi madre - Hablé con mi voz entrecortada.

El peli morado tomó un sorbo de té para pronunciar.

- Piensa con cabeza fría Jungkook, sé que ya lo mandaste a traer, como también sé que es uno de los regalos de tu madre pero te advertí que no comprar esa mansión en ese sitio por lo mismo, sabías que eso podía pasar y no hiciste caso - Habló calmadamente.

Tiene razón, pero eso no quita el valor sentimental que esta tenia para mi.

Ya veré que hago mañana con ese hombre, quiero hacerlo sufrir hasta que me suplique que pare y aún así no lo haré.

Clandestine love Donde viven las historias. Descúbrelo ahora