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Seúl, Korea 10:45pm

Estaba posicionado al lado de un BMW, hoy sería otra carrera más para mi lista, la mayoría en victorias.

Miraba a mi oponente de manera desafiante, esta carrera sería mía sin importar qué, las trampas están prohibidas así que si es solo pisar el acelerador y mantener un perfecto control del auto, ganaré.

Los disparos al cielo sonaron y se escuchó el chillido de las llantas, íbamos en un empate, sin embargo, logré adelantarme sin mucha dificultad, hice la primer vuelta y ya saboreaba mi victoria.

El campo de carreras era en las partes altas de Seúl, donde las personas importantes tienen sus mansiones y lujos por doquier.

En el punto ciego del circuito sentí como fuí lanzado hacia un costado, haciéndome perder el camino, las personas abucheaban después de ver llegar solo al auto de mi oponente.

Escuchaba todo de lejos mientras trataba de tomar el control del auto de nuevo, giraba el volante tratando de esquivar las casas lujosas y no hacer ningún daño.

Sin embargo, no hice lo mejor.

Mi auto traspaso toda la entrada en oro de una de las mansiones más grandes, la fuente que estaba en la mitad de ese lujoso jardín se vino abajo, cada pedacito de cristal que la conformaba ya estaba en el piso.

- Mierda - Deposité un puño en el volante frustrado.

Minutos después ví como hombres vestidos de negro se dirigían a mi auto, lo encendí y con toda su parte frotal destruida comencé a retroceder.

Mis ventanas fueron rotas por las balas que disparaban en mi dirección, salí por la entrada destruida siendo perseguido por camionetas negras.

- Mierda - Dije con pánico

Jugué entre las calles unos 40 minutos hasta que los perdí, me dirigí a mi apartamento tratando de procesar cada cosa que pasó en tres horas.

Después de aparcar mi auto hecho trizas en su respectivo lugar, llegué y me tire al sofá, segundos después mi celular comenzó a sonar.

Lo levanté viendo que era Tae y sin más le contesté.

- Jimin, carajo, ¿Dónde estás?, ¿Estás bien? - Habló con la preocupación haciéndose presente.

- Sí, estoy bien, el hijo de puta de Yoongi hizo trampa y creo que me metí en un problema muy serio - Suspiré dirigiendome al baño.

- Sí, hizo trampa, cuando llegó a la meta revisaron su auto y hayaron que en sus llantas tenía un tipo de explosivos entre los huecos que forman el esqueleto de la llanta - Bufó - Le quitaron los 500 mil dolares y fue vetado de las carreras.

- Así que eso fue lo que impactó con mis llantas haciendo que me desviara, tremendo hijo de perra - Concluí

- Mimi, mencionaste algo de problemas, ¿Qué pasó? - Preguntó al otro lado de la línea con intriga.

Me dispuse a contarle todo lo sucedido mientras me duchaba, en mi cabeza solo me repetía, ¿Y ahora qué?

- Estás jodido hermano - Dijo tras finalizar mi relato.

- ¡Eso ya lo sé! - Chillé

- Mimi, ya me tengo que ir, Hoseok me está esperando, cualquier cosa me llamas, soy tu mejor amigo, jamás te dejaría solo y menos en esto, Te amo.

- Está bien TaeTae, yo también te amo - Finalicé la llamada para aplicarme mis cremas de rostro y cuerpo.

Mierda, debería hacer que Yoongi pagara todos esos daños, a la final por su culpa estoy metido en todo esto.

Clandestine love Where stories live. Discover now