Recuerdos

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No sé ni dónde estoy parado, solo veo este cuarto oscuro lleno de cosas para tortura, mi cuerpo vendado y un vaso de agua a mi costado.

Hace no sé cuanto tiempo vino Yoongi, ese hijo de puta que me metió en esto, limpió y curó mis heridas.

Mientras yo lo maldecía él solo respondía "Yo también te quiero", iluso.

Cómo voy a querer al imbécil que hizo que un hombre musculoso con cara tallada por los dioses me azote hasta que de mi piel ya no quedó nada.

Aunque debo admitir que me gusto romperle el labio, ahg, hace rato no peleaba cuerpo a cuerpo con alguien.

Exactamente hace 4 años.

Como olvidar ese maldito año, donde sufrí hasta casi que morir, creo que estoy destinado a siempre terminar en esto.

Mi abuela siempre decía, "cabeza en alto cariño, el día que le bajes la cabeza a alguien deshonraras mi nombre".

Mientras ese hombre de traje negro arremetía hacía mi yo estaba disociado en esos dolorosos recuerdos, cuando suplicaba que se detuviera.

La puerta abriéndose me sacó de mi burbuja, ahí estaba otra vez ese hombre.

Aquí viene de nuevo pero ahora con algo diferente, una cubeta gigante con agua hirviendo y su camisa manchada de sangre.

Mierda.

- ¿Buen sueño bonito? - Preguntó con sarcasmo.

- Vete a la mierda - Respondí.

- ¿No sabes quién soy yo, verdad? - Habló mientras rodeaba mi cuerpo.

- Me importa un carajo quien seas - Refuté cuando lo tuve en frente de mi.

Sentí un azote de su mano en mi nalga, en otra situación de seguro me hubiera gustado.

- Me presentaré pero solo por educación - Bufé - Soy Jeon Jungkook, el jefe de la mafia italiana y el número uno en el mismo campo.

Puta madre estoy muerto, disimulé mi sorpresa.

- Ajá ¿Y?.

- Ya colmaste mi paciencia - Dijo entre diente para empezar a desamarrarme y cargarme como costal de papás - A ver si aprender a hablarme con respeto.

Segundos después sentí cómo las vendas eran retiradas de mi cuerpo y fui lanzado al agua hirviendo.

Quise gritar, mis heridas ardian, mi piel se quemaba pero simplemente hice lo que aprendí a hacer.

Disociarme.

Una lágrima resbalo por mi mejilla izquierda y no fue mas, no sé cuanto tiempo estuve en el agua pero cuando volví en si ya estaba fria.

Jeon salió del lugar y yo me permití salir del agua, mi cuerpo estaba rojo, ardia y mis heridas estaban en carne viva.

Ahora mis ojos se llenaron de lágrimas, no soy de piedra aunque lo quisiera, me dolía y me dolía mucho.

Lloraba mientras gritaba y pegaba puños a la pared.

La puerta se abrió dejando ver a Yoongi con un contenedor de tamaño considerable.

- ¿Qué es eso? - Pregunté con voz temblorosa, ya no quería estar aquí.

- Es una crema para las quemaduras, en dos días estarás bien - Respondió.

Comenzó a aplicarla con delicadeza mientras yo lloraba, me ardía como cuando recién me tiraron al agua.

- Perdón - Lo escuché decir

- ¿Q-que?.

- Por mi es que estás aquí viviendo esto.

Pegué una cachetada en su piel pálida descargando toda mi rabia y dolor con él.

- Lo merezco, estás sufriendo por mi avaricia - Aceptó

Yo solo seguía pegando puños en su pequeño cuerpo.

Después de que Yoongi se marchó caí dormido en el frío suelo de esa habitación, no sé cuánto tiempo pasó pero mi estómago pide comida.

Por la ventana pequeña casi como una rendija pude notar que han pasado tres días haciendo cuentas de cuando cae la noche, desde que Yoongi salió de la habitación aquel día, nadie se ha aparecido ni con un vaso de agua.

Me senté y recosté mi cabeza a la pared, al menos ya mi cuerpo no dolía y el tono de rojo había bajado.

<<No podrás salir de esto Park, este es tu destino>>

<<No vales nada, solo eres mi juguete sexual>>

<<No lograras nada, ya deja de intentar>>

Recordé todo lo que ese personaje me decía todos los días, los maltratos psicológicos que sufrí y todo lo que tuve que pasar para ser alguien de nuevo.

El sonido de algo deslizandose hizo que abriera los ojos.

Alguien había tirado un trozo considerable de pizza por debajo de la puerta.

Me apresuré a ella con la hambre actuando por mí, la comí en segundos y aunque no me sacie agradecí porque tan siquiera metí algo a mi estómago.

Me quedé dormido pero una fuerte turbulencia me despertó, mi cuerpo estaba siendo levantado del suelo, levanté mi cabeza.

No lo debí hacer.

Me golpeé con el techo y por la debilidad que ya traía caí inconsciente.

Jimin mantiene de dormida en dormida

Jimin mantiene de dormida en dormida

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