20 | El inicio del fin

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𝒱𝒾𝒸𝓉𝑜𝓇𝒾𝒶


Annie Leonhart había sido capturada, o algo así. La chica había sido lo suficientemente lista y rápida para auto encerrarse en un cristal, por lo que interrogarla era imposible. Queríamos creer que había valido la pena, al menos ya no habría otro titán deambulando por las Murallas, pero los altos mandos no creían lo mismo.

Erwin había sido convocado para cuestionar sus últimas decisiones, y gracias a mi gran amistad con Pixis, había logrado entrar con él para abogar a su favor, aunque dudaba que pudiera hacer algo. Hange a mi lado estaba más seria que nunca, de seguro pensando en el titán de la muralla y en el pastor que parece saber más de lo que aparenta. No me sorprende, recuerdo que en la ceremonia de Frieda, cuando tomó el titán de Uri, había muchas personas del culto. Solo esperaba que no me recordara.

-Erwin, tengo algunas preguntas sobre el plan que has implementado hoy. Sí sabías con certeza la meta que perseguías, ¿por qué no solicitaste la cooperación de la policía militar?

¿Tal vez porque son unos cobardes que decidieron escuchar a Erwin cuando este intentó pasarles el mando de la misión?

Yo me había mantenido al margen, de hecho, estaba junto a Pixis en ese momento realizando la transferencia de algunos soldados de la Legión hacia las tropas de Guarnición. Pero era inevitable que no saliéramos a ver la situación cuando el titán de Annie destruyo el techo de donde estábamos.

Si Pixis tendría pelo, se le habría caído del susto. Se debía considerar milagro que su nivel de alcohelemia se redujo a casi nada despues de eso.

-Jefe de distrito-dice Erwin-, no solicitamos su ayuda porque era imposible considerando que allí se encontraba la titán hembra, de haberlo hecho, sus aliados podían haberla ayudado a escapar. Para garantizar el cumplimiento de esta importante misión, solo aquellos soldados cuya inocencia estaba comprobada podían participar.

Habíamos revisado listas y listas de nombres, descartando a quienes habían pedido un traslado en el último tiempo y por supuesto a quienes se habían unido recientemente y pertenecían a la tropa 104.

-Reconozco el hecho de que la titán hembra, Annie Leonhart, se había escondido entre los ciudadanos de las Murallas, pero ¿qué hay de los grandes daños que sufrió la ciudad mientras se intentaba capturarla?

-Mientras nos encontramos en esta reunión, he ordenado a la Legión a distribuir recursos a los ciudadanos afectados-hablo calmada y con una sonrisa ligera, transmitiendo algo de amabilidad al ambiente-. Además, he hablado con algunos comerciantes que nos harán el favor de apoyar la reconstrucción y a sus vecinos.

Los murmullos que se extienden positivos, y eso me hace soltar algo de aire, no quiero que sean negativos con todo lo que Erwin tiene para decir, ha hecho lo que creía correcto y lo fue. Gracias a esta misión evitamos nuevas muertes, el daño en la ciudad es reparable.

Hay otras cosas que no tienen reparación en absoluto.

-El plan era capturarla sin causar daños pero se nos ha salido de las manos. Nuestra falta de habilidad fue la causa, por lo que me disculpo profundamente-dice Erwin-. Aunque por otro lado, si la dejábamos escapar y la Muralla era destruída, los daños serían mucho mayores. Fue por esa perspectiva que elegimos el menor entre esos dos males.

-¿Pueden probar que sus acciones realmente evitaron la extinción de la humanidad? No consiguieron información alguna de parte de Annie Leonhart, ¿verdad?

Deseo exponer el cuchillo que siempre escondo bajo la chaqueta de la Legión y apuñalarlo. Tal vez ofreciendo el corazón de este sujeto al diablo al final nos libramos de los titanes.

Victory | Levi AckermanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora