La sombra comenzaba a caer sobre Gondor, ese día Stella había salvado a Faramir hijo de Denethor de un Nazgûl fuera de las puertas de la ciudad. Stella se había mantenido vigilante el día anterior, pues el aire traía consigo una horrible sensación oscura, fue entonces que vio en el horizonte al enemigo, y salió a su encuentro.
Faramir había parecido sorprendido de descubrir que su rescatador era una mujer, pero a diferencia de Boromir no parecía tener un problema con esto. Finalmente y cuando hablaron ante el Senescal lo sucedido, Stella ardió en cólera nuevamente ante tan inflexible y severa relación entre padre e hijo, la terrible forma de tratar a Faramir que tenía Denethor. En esa conversación fue que la chica descubrió noticias sobre Frodo y Sam, que al parecer seguían el camino destinado, pronto transmitió estas a Gandalf.
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Era la mañana del quinto día desde su llegada a Minas Tirith. Las cosas no habían ido a mejor, las mujeres, niños y ancianos habían sido resguardados en cámaras subterráneas, al igual que Denethor. La ciudad estaba siendo atacada desde el día anterior, estaban sitiados. Los fieles vasallos del Señor Oscuro se habían unido a la lucha, acompañados de orcos. Por suerte para Stella el Espectro, Servidor del Anillo, aún no aparecía.
La chica estaba en el primer frente, su vara larga en una mano y en la otra su espada, la que la había acompañado desde Rivendel. Estaba dispuesta a que este fuera su fin, por más agrio que le pareciese pues extrañaba con pesar a sus amigos, a Legolas.
La mujer había adquirido ahora el mando en la defensa última de la ciudad. Y por donde iba, renacían las esperanzas en los corazones de los hombres, y nadie recordaba las sombras aladas. Infatigable, la Istari cabalgaba desde la ciudadela hasta la Puerta, al pie del muro del norte a sur; y la acompañaba el Príncipe de Dol Amroth, en brillante cota de malla. Pues él y sus caballeros se consideraban todavía señores de la auténtica raza de Númenor. Y los hombres al verlos murmuraban palabras de asombro.
Los tambores retumbaban. Una tras otra, en el norte y en el sur, nuevas compañías enemigas asaltaban los muros. Unas bestias enormes, que a la luz trémula y roja parecían verdaderas casas ambulantes, los nûmakil de los Harad, arrastraban enormes torres y máquinas de guerra.
Las llamas saltaban por doquier. A través del campo reptaban unas grandes máquinas; y en medio de ellas avanzaba un ariete de proporciones gigantescas, como un árbol de los bosques de cien pies de longitud, balanceándose sobre unas cadenas poderosas. Largo tiempo les había llevado forjarlo en las sombrías fraguas de Mordor, y la cabeza horrible, fundida en acero negro, reproducía la imagen de un lobo enfurecido, y portaba maleficios de ruina. Grond lo llamaban, en memoria del Martillo Infernal de los días antiguos.
Arrastrado por las grandes bestias y custodiado por orcos, unos trolls de las montañas avanzaban detrás, listos para manejarlo en el momento preciso. Sin embargo, alrededor de la Puerta la defensa era aún fuerte, pues allí resistían los caballeros de Dol Amroth y los hombres más intrépidos de la guarnición. La lluvia de dardos y proyectiles arreciaba; las torres de asedio se desplomaban o ardían, consumiéndose como antorchas. Todo alrededor de los muros, a ambos lados de la Puerta, una espesa capa de despojos y cadáveres cubría el suelo; pero la violencia del asalto no cejaba, y como impulsados por alguna locura, nuevos refuerzos se precipitaban sobre los muros.
BINABASA MO ANG
Nuvanna || El Señor De Los Anillos ⸙ Legolas Fanfic
FanfictionLa Tierra Media, de esplendor inconmensurable, árboles con hojas color verde oscuro, otros con hojas verde tierno se mecen al compás de la brisa, la tierra debajo de estos se moteaba de la sombra de las temblorosas hojas. Las flores amarillas, brota...