La ciudad de Inviernas.

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Buenas, gente, espero hayan tenido una bonita Navidad y un muy feliz Año Nuevo. 

Les traigo otro cap, desde la perspectiva de Ned.

Espero les guste, y si es así, regalenme una estrella y un comentario.

-X-

Ned III.

-Lo escucho, mis señores-dijo Ned, sentado en el Trono del Invierno, una imponente silla de piedra con forma de huargo.

Jamás se acostumbraría a estar en la silla de su hermano, y de su padre antes que él. Era un asiento en el que jamás debería de haberse sentado, pero las circunstancias lo obligaban. Ned siempre cumplía con su deber, así que allí estaba.

Aryan últimamente estaba muy ocupado con sus mascotas. Sin duda, habría recibido a Lord Hugo Wull, a Lord Artos Flint y a Lord Brandon Norrey en persona de haber sabido que vendría, pero ellos montañeses habían llegado de improvisto con una pequeña comitiva, exigiendo que Invernalia dispensase justicia. Ned reconoció la ausencia de Aryan y ofreció esperar, si a los señores les parecía bien.

-Mientras un Stark este en Invernalia, tendremos justicia-dijo Lord Wull inclinándose-. Con eso nos basta.

Entonces Ned se sentó, mientras escuchaba a Lord Wull relatar los hechos que lo habían llevado allí.

-Estos canallas se robaron dos de mis cabras, Lord Eddard, y mataron a una de mis ovejas para comérsela. Como eso no fue suficiente, a otras tres les cortaron el estómago y me dejaron las vísceras como regalo. Uno de sus amigos fue lo bastante tonto como para desenfundar su espada en mi contra, y le corte la cabeza. La traigo conmigo, si desea verla.

-Violaron a varias de nuestras mujeres-repuso Lord Artos Flint-. Una de ellas estaba embarazada, y cuando trato de resistirse, le abrieron el vientre y le sacaron el feto para mostrárselo. Las más viejas no les gustaron, pero igual las mataron a todas.

-Los granos que envió Invernalia se perdieron en su mayoría-dijo Lord Norrey, tomando la palabra-. Unos de estos idiotas les prendieron fuego cuando nos negamos a compartirlos con ellos. ¿Y por qué lo haríamos? Les dimos una lección, aunque perdimos casi todos los alimentos y a varios buenos hombres.

Había tres hombres con ellos. Iban cargados con cadenas de hierro y con ropas harapientas.

-¿Estos tres hombres hicieron todo eso?-pregunto Ned con algo de incredulidad.

Lord Norrey resoplo con burla.

-Estos tres hombres son todo lo que queda, Lord Eddard.

Ned se recostó en su asiento, pensativo. En las Montañas del Norte las cosas se habían puesto más complicadas, y aquellos hombres exigían que pusiese orden y justicia, cosa que desde luego había que darles. Lord Aryan Stark había firmado un acuerdo en hierro y bronce con los clanes de las montañas para explotar sus riquezas minerales... aunque nadie previo el gran afluente de buscadores de fortuna, de mineros, de segundos hijos, campesinos y ladrones que acudieron cuando Lord Stark convoco brazos fuertes que tomasen los picos.

Como los clanes de las montañas rechazaban permitirles asentarse en sus colinas y picos, Lord Stark resolvió que todos los mineros viviesen en la costa, donde las Montañas del Norte y la Bahía de Hielo se unían. La gran mayoría eran antiguos esclavos, o aventureros de Essos, de manera que la ciudad fue llamada Essaria.

«Y tanto que ha servido». Essaria estaba ubicada en uno de los rincones más inhóspitos del Norte, donde la sangre se congelaba en el cuerpo de un hombre incluso en los cálidos veranos, y no era de sorprender que sus habitantes mirasen con envidia a los montañeses, con sus cálidas cuevas y refugios de montaña, las abundantes provisiones y pieles.

Se Acerca el InviernoWhere stories live. Discover now