²⁶✦.:🌱→ Saruman, Pippin y el Palantir

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— Espero todos hayáis descansado y recobrado las fuerzas. — dijo el mago — A Stella y a mi nos queda algo pendiente antes de partir: una visita de despedida a Saruman. Peligrosa y probablemente inútil; pero inevitable.

Stella se levantó de la pila de escombros y se paro junto a Gandalf.

— Me temo que debemos entrar solos. — dijo Gandalf.

La preocupación se instauró en el corazón de todos los presentes, sobretodo en el de Legolas, quien miraba con suma preocupación a Stella.

— ¿Estarán bien, Gandalf? — preguntó el elfo.

— Estoy seguro de que sí — dijo el mago — Por eso no debemos hacer larga esta despedida pues saldremos en su encuentro antes de lo que un hobbit termina el primer desayuno.


...



Llegaron a los pies de Orthanc. La roca negra relucía como si estuviese mojada. Las aristas de las facetas eran afiladas y parecían talladas hacía poco. Algunos arañazos y esquirlas pequeñas como escamas junto a la base eran los únicos rastros visibles de la furia de los ents.

— Me temo que hasta aquí podéis acompañarnos — dijo Gandalf.

Stella miró a todos sus amigos quienes le devolvían una mirada de preocupación, ella sonrió, aunque estaba asustada. Legolas notó esto y sin prestar atención a las miradas de sus compañeros tomó su mano y la llevó a un lugar apartado, a unos metros de donde yacían Gandalf y el resto.

— Debes regresar, te estaré esperando aquí, nin lend híril.

— Regresaré antes de que te des cuenta de que me fui — respondió Stella.

— Eso es imposible porque ya te hecho en falta — contestó el elfo con una suave sonrisa.

— Debo ir, no puedo demorar más este encuentro con Saruman — dijo Stella, un creciente nerviosismo se asentaba en su pecho.

Se dió la vuelta para caminar hacia Gandalf, y detuvo sus pasos antes de dar si quiera el primero, se giró hacia Legolas y sin pensarlo mucho cedió a los deseos de su corazón y besó al elfo, o al menos trató pues falló y besó su mejilla, cerca de la comisura de sus labios. Se giró rápidamente dejando a un atónito Legolas, la cara de la mujer comenzaba a tornarse roja y con miedo de ver la reacción del elfo caminó a paso apresurado hacia Gandalf y dándole una última mirada a sus amigos entraron a Orthanc.


...


La conversación y lucha de poderes que se llevó a continuación entre los tres Istari en Orthanc, duró hasta la noche de ese día. En ella Nuvanna y Gandalf se enfrentaron a Saruman, y por fin Stella se liberó de los incesantes intentos de Saruman de penetrar las barreras de su mente y acceder a la información que en ella se hallaban. El final de la conversación fue como se narrará a continuación:

— No se te ha dado permiso para que te vayas — le dijo Stella con severidad.

— Es cierto. ¡Vuelve, Curumo! —dijo Gandalf con voz autoritaria. —Estabas a tiempo todavía de apartarte de la locura y la maldad, y ayudar de algún modo. Pero elegiste quedarte aquí, royendo las hilachas de tus viejas intrigas. ¡Quédate pues! Mas te lo advierto, no te será fácil volver a salir.

Gandalf asintió en dirección a Stella y de repente se sintió un retumbar en el piso de la torre. Enredaderas con espinas grandes y pequeñas se alzaron cerrando las ventanas cercanas y prohibiendo el paso a Saruman.

— ¡Saruman! —gritó Gandalf, y la voz creció aún más en potencia y autoridad— ¡Mírame! No soy Gandalf el Gris a quien tú traicionaste. Soy Gandalf el Blanco que ha regresado de la muerte. Por tus acciones erróneas, tu traición a la orden y al Concilio, por causar la muerte de uno de tus compañeros Istari y tratar de corromper a Nuvanna la Verde; ahora tú no tienes color y yo te expulso de la orden y del Concilio.

Nuvanna || El Señor De Los Anillos ⸙ Legolas FanficDonde viven las historias. Descúbrelo ahora