Kael Benedetti.
En el momento en que Adeline se fue, uno de los cirujanos que nos atendió, llegó para revisar que estuviéramos totalmente bien.
— Bien, ambos tendrán que quedarse por lo menos, durante veinte días, en quince días les quitaremos los puntos, dependiendo de como se comporten sus heridas, ¿Bien? — pregunta el cirujano Díaz frente a mi camilla, yo asiento y mira a Rocco, este asiente. — Bien, si no hay preguntas o algo, me retiro y les vendré a hacer chequeo semanalmente, así que nos vemos dentro de una semana, sin embargo, los enfermeros estarán pendientes de ustedes.
— Bien, muchas gracias. — digo y este sale de la habitación con su carpeta en mano.
— Kael. — me llama Rocco, lo miro y tiene la mirada perdida en la ventana.
— Dime.
— Habla con el maldito ruso, no quiero más balas en mi cuerpo.
— Tranquilo, apenas salgamos de aquí, lo convocaré para una reunión y llegar a un acuerdo que nos beneficie a todos.
— ¿Y si le propones el tráfico de armas?
— No creo, tiene suficientes proveedores.
— Bueno, inventa algo, no quiero volver a vivir algo así.
— Ya entendí, duérmete o algo. — digo y este se calla completamente, cuando volteo a verlo, está mirando el techo con una sonrisa estúpida, como enamorado.
— ¿Y ahora quién te flecho?
— Nadie, ¿Está mal sonreír?
— No, pero son muy pocas veces las que lo haces y Adeline me ha dicho que solo lo haces cuando piensas en Lilith.
— Nada que ver, con ese trato corté lazos enseguida y besarme con todo lo que se mueva ayuda más de lo que crees. Apuesto a que lo hiciste mientras Adeline no estaba en tu vida.
— Naah, Adeline flecho mi corazón, me besé a una persona y fue más que suficiente para darme cuenta que nada va a saber cómo sus labios.
— ¿Entonces sí se besaron mientras estuvo contigo en la mansión?
— En cada puto rincón de esa mansión me le comí la boca. — digo con una sonrisa, pero no me importa, sé que esa mujer vale mucho, lo supe desde que la vi y cuando la tuve entre mis brazos lo terminé de confirmar. — Rocco.
— Dígame.
— ¿Y si no funciona? — pregunto con miedo de que nos rompamos el corazón de nuevo, no quiero seguir separado de ella, no me veo con alguien más.
— Habla de si, ¿No es la indicada?
— Ujumm.
— ¿Por qué pregunta eso?
— ¿Por qué no hacerlo?
— ¿Y por qué hacerlo luego de tremenda escena que le hizo?
— Tengo miedo.
— Kael Benedetti, más conocido como "el diablo" le tiene miedo a que algo no le funcione en esta vida, según lo que yo he visto, cuando quieres que algo vaya como quieres, luchas por ello, no te da miedo o por lo menos no lo muestras.
BINABASA MO ANG
Con amor, el diablo.
RomanceÉl era un cliente, lo apodaban el diablo, mi jefe, mis compañeros de trabajo, todos a mi alrededor lo conocían, menos yo, jamás lo había visto, jamás debí acercarme a él...o tal vez, si. Cuando lo hice, no me trató como un cero a la izquierda, no me...