21. Traidores y sus castigos.

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Kael Benedetti.

Ya son las 3:30 PM, no he comido, solo he bebido y ahora estoy con las Ivory, ya que si Max intentó ayudarlas es por algo.

Labhair, cad atá agat leis na Gaeil? — Hablen, ¿Que tienen con el irlandés?  Es lo que digo cuando estoy frente a ellas, las tres de nuevo colgadas de sus muñecas.

— Nada, no tenemos nada que ver con él. — Dice la señora y yo la miro sorprendido, ella se da cuenta de lo que acaba de hacer y me mira igual de sorprendida.

— ¡Mamá! — Grita Esther a su lado, me mira y yo solo sonrío.

— Bien, hagamos un trato. Yo las dejaré libres, si me dicen dónde se esconde, les daré dinero mensualmente, todo el dinero que quieran, con tal de que me den la ubicación de Erin, ¿Trato? — Pregunto, Esther más que confundida mira a su madre quien asiente frenéticamente.

—Él está... — Empieza a decir la señora, pero es interrumpida por una de sus hijas.

—No tenemos ninguna información de él, mamá solo se está inventando cosas. — Dice la menor, Aura.

— Bien, Aura, hagamos algo, tú me confirmas lo que yo ya sé, y tu madre vive, ¿Trato o un tiro en la frente de tu madre? — Pregunto tomando un revólver calibre 50 de la mesa de armas.

—Ella le dirá todo, pero a mi madre no la toque. — Dice Esther.

—Rocco, ponle cinta a Esther, a la señora y a Valentina. — Pido mirándole, él asiente y corta tres pedazos de cinta, Kai le ayuda a ponérselos.

— Bien, Erin y yo estamos en una relación, nos conocimos en un bar...

—Ahórrate la historia de amor, ¿Dónde está Erin? — Pregunto, ella rueda los ojos y habla por fin.

—Está a las afueras de Olympia, Washington, hay una mansión con rejas negras, similares a las de aquí, pero tienen una E en la mitad y está custodiada por cientos de guardias. —Dice mirando a su madre y hermanas.

—Muchas gracias, Aura querida, podrás vivir tranquila con tu Erin, pero en el más allá. —Digo apuntando con el revólver a su frente, soltando tres balas en su frente, su cabeza por inercia va hacia atrás y vuelve a caer, su madre y hermanas gritan. — Quiten las cintas. — Les pido a Rocco y a Kai, ellos lo hacen y vuelven a sus puestos custodiando la puerta.

— ¡Aura! —Gritan todas mirando el cuerpo ya sin vida.

— Ya, silencio, que estrés con sus gritos. — Digo tapándome los oídos, ellas me miran como el cínico que soy.

— ¡Eres un monstruo! — Grita la señora Ivory.

— Ay, por el amor de Dios, ¿Otra vez con eso? ¿No tienen más insultos? —Pregunto.

—Te odio. — Dice Esther.

—El sentimiento es mutuo, ¿Creyeron que les dejaría vivir luego de que me enteré que Erin y ustedes cuatro o bueno cinco estaban vinculados? Pues se equivocaron, los Ivory son más estúpidos de lo que pensé. Su padre muere por acosar a mi mujer y ustedes la acosan y son cómplices de Erin, porque no crean que no me enteré que ustedes sabían lo que harían y convencieron a Max para que se fuera a ese bando y tú, Esther, ¿Crees que no sé que estás embarazada de Max? — Pregunto, todas palidecen y se miran entre si.

— ¿Quién se lo dijo? — Pregunta Valentina.

— Bueno, por suerte tengo a más gente que sí me sigue, gracias a Kai pude saberlo. Kai, mil gracias, ahora empiecen a investigar esa maldita casa. — Miro a Rocco, él asiente y sale de la habitación, pero Kai se queda y me sonríe.

Con amor, el diablo.Où les histoires vivent. Découvrez maintenant