Shiki
- Shiki
- ...
- ¡Shiki!
- ¿Qué?
- De nuevo estás fantaseando viendo por la ventana.
- Claro que no, solo miraba las nubes.
- ¿Algo te preocupa cierto?
- No, te digo que solo veía las nubes.
- ¿Y si no te preocupa por qué tienes tus ojos lagrimeando?
- ¿Qué? ¿Cómo? ¿Cuándo?
- Mira, yo sé que te estoy dejando mucha responsabilidad al dejarte como nueva presidenta del club de ciencias, pero si tienes pendientes puedes resolverlos, al fin y al cabo este club no se cerrará o algo por el estilo.
- No es eso... es solo que...
- ¿Te peleaste de nuevo con Mei?
- No fue pelea, es solo que en la última clase de biología la traté muy mal y le dije cosas fuera de lugar, y lo peor es que sé que tiene algo pero no me quiere decir.
- Lo más probable es que sea porque al estar arreglando tu "asunto" no pasaste tiempo con ella y eso le molestó, y cuando quisiste hacerlo Mei ya no quiso.
- Cierto... como pude ser tan ciega, pero sabes que tengo que arreglar ese asunto a como dé lugar, ya pronto será navidad y no quiero echarlo a perder.
- Te diría que hables con ella, pero debe estar triste ahora y si lo intentas podría salir contraproducente.
- Tienes razón, no sé qué hacer ahora y quiero disculparme por lo que hice.
- Ya habrá tiempo para eso Shiki, debemos irnos ahora.
- ¿No saldríamos más tarde?
- Cambio de planes, tenemos poco tiempo y si quieres que las cosas funcionen debemos actuar rápido.
- De acuerdo, salgamos.
Mei
No entiendo por qué Shiki actuó de esa manera, se supone que era un trabajo escolar normal y mira, con ello me di cuenta que a los ojos de ella soy una tonta sin remedio...debí imaginarlo... tal vez ella accedió a estar conmigo... por lástima...
Fui directo a casa ya que no tenía ganas ni ánimos de nada pensando en cómo me había tratado ella, cuando de pronto vi que ella iba corriendo tomada de la mano de su senpai... pero no me importa a donde vaya o con quien salga, ella es libre de hacer lo que quiera con su vida y si no estoy incluida en ella mucho mejor para mí.
Quería dormirme un rato pero cada vez que lo hacía tenía pesadillas donde Shiki me abandonaba, se iba o la encontraba haciendo cosas de adultos y eso provocaba que me despertara con lágrimas en los ojos, no entiendo por qué, pero se me está haciendo muy difícil sacarla de mis pensamientos porque cada vez que lo intento su rostro viene a mi mente y eso me hace sentir una especie de presión en mi pecho.
De ratos veía mi celular esperando algún mensaje de ella disculpándose o pidiendo verme para hablarlo, pero no fue así, ni siquiera fue al lugar atrás de la tienda que está a un lado de mi casa para hablar, tenía la ilusión de verla pero no llegó y me dejó plantada. Derrotada volví a casa y después de cenar y bañarme me fui a dormir.
- Lo siento Mei.
- ¿Por qué te disculpas?
- Me enteré que tienes una especie de sentimientos hacía mí.
- ¿Y quién te lo dijo? No se lo he dicho a nadie.
- Es muy obvio por la forma en que actúas cuando estamos juntas.
- ¿Enserio se me nota?
- Sí, pero volviendo al tema, lamento que no puedo corresponderte.
- Ahh... ya veo...
- Quería decírtelo para que no te hicieras ilusiones ahora o a futuro.
- Te agradezco que seas sincera con respecto a mis sentimientos, así es el amor, a veces se gana, a veces se pierde.
- Vaya, pensé que sería más difícil.
- No te preocupes, ya tenía una idea de que esto podía pasar.
- Veo que has madurado, me alegro por eso, al menos así estaré tranquila.
- Espera... eso suena como si me fueras a dejar.
- Bueno, eso es otra cosa que quería hablar.
- ¿Eh?
- Todo este tiempo que no pasaba contigo fue porque me estaba viendo con un una persona que me pidió una oportunidad para salir en una cita.
- No lo entiendo...
- Sí, ese día que no me pudiste ir a nuestro punto de encuentro por tu casa un chico se me acercó y me pidió que saliera con él.
- ¿Y así como así te fuiste con un desconocido?
- ¿Qué querías que hiciera? Él se armó de valor para poder hablar conmigo, lo más sensato era aceptar su salida.
- Ya te he dicho que eres muy confiada, ¿Qué tal si te hacía algo o te lastimaba?
- No te preocupes, a pesar de que se ve muy tosco fue muy amable esa noche.
- ¿Qué quieres decir con esa noche?
- Yo no conozco mucho de cosas de amor, y él dijo que cuando un chico quiere cortejar a la persona que le gusta la invita a su cuarto.
- Alto ahí... Shiki... tu...
- Correcto.
- ¿Y cómo lo dices tan tranquila? Le entregaste lo más preciado que tiene una mujer a un desconocido.
- Ya no es un desconocido, ahora somos novios.
- Pero eres menor de edad Shiki, esas cosas se deben hacer cuando uno es mayor y con una persona de tu entera confianza.
- No lo entenderías Mei, si nosotros fueramos pareja no sabrías como satisfacerme, no tienes el "qué" con que hacerlo.
- Esto ya se está saliendo de control, ¿Qué vas a hacer ahora?
- Pues me iré a Kabukicho, es donde él vive.
- ¿Estás loca? Ese barrio es muy peligroso y... y... hay lugares prohibidos para menores.
- Sé que tiene mala fama, pero viviremos ahí felices y contentos.
- No te dejaré hacer eso, no puedes echar a perder tu futuro.
- Lo siento pero así es, así que me tengo que ir, mira, ahí viene mi novio.
(Aparece un tipo calvo con un paliacate amarrado en la cabeza, camiseta blanca y jeans flojos, se acerca a Shiki para abrazarla y darle un beso mientras que con su mano acaricia su muslo en presencia de Mei, quien al momento de intentar detenerla despierta de su mal sueño, sudada, asustada y con miedo por lo que vio en su sueño).
