Que Asco El Amor

20| Linda, y la tarde también•

𝐄𝐦𝐦𝐲ツ

Lunes por la mañana. El cielo aún está moteado de estrellas que se desvanecen mientras Natt me recoge en su auto. Desde que la tía Miriam se lo regaló, lo cuida como si fuera el amor de su vida.

Mientras nos dirigimos al instituto, decido poner algo de música. Escogemos canciones pop alegres y cantamos con un entusiasmo desbordante, nuestras voces chocando contra el viento que se cuela por las ventanas medio abiertas.

Me gusta que seamos solo nosotros dos como antes; aunque admito que es algo extraño que Reni no nos acompañe como solía hacerlo, el asiento trasero vacío hace que esa falta sea más notable.

Al llegar al instituto, caminamos juntos hasta el aula; y al entrar, Renata me saluda con un efusivo "¡Buenos días, Emma!" pero un silencio un tanto incómodo se forma cuando veo que ignora a Nathan.

Mientras saco mis carpetas de la mochila, el fresco aroma de los libros mezclado con el ligero olor a goma llenan mis sentidos. Observo a Theo entrar al salón; él le regala una sonrisa a Natt pero pasa de largo en cuanto cruzamos miradas.

Reni parece notar el incómodo ambiente, pero por suerte decide sentarse en su lugar, sin mencionar nada.

—¿Y entonces? —me pregunta Natt con una sonrisa—. ¿Cómo estuvo tu finde?

—Bien, tranquilo —respondo, mientras saco una botella de agua y le doy un sorbo.

—Define "tranquilo". No me dijiste que hiciste con el mensaje.

El agua va por el camino equivocado y me atraganto, tosiendo violentamente mientras las gotas salpican los papeles de mi carpeta. Nathan me observa con una mezcla de preocupación y curiosidad.

¡Cierra la boca fosforito!

—No es nada... Solo era un amigo —consigo decir, carraspeando por el ardor.

No le he dicho nada a Nathan sobre mi salida con Luka, y prefiero que se mantenga así, con todos en general.

El pelirrojo arquea una ceja, detectando mi evasiva.

—¿Debería preocuparme?

Renata, que está al tanto de la situación, lanza una mirada curiosa entre nosotros. Al mismo tiempo, noto a Theo quien observa la escena desde su asiento, mostrando un interés velado.

Intento desviar el tema con una sonrisa forzada.

—¡No! No, no es nada. ¿Hiciste la tarea?

Reni parece a punto de intervenir pero justo entonces, el timbre suena, anunciando el inicio de clases; salvándome momentáneamente de seguir con esta conversación. Aunque sé que este será solo el inicio de un día bastante... "Diferente"

Con la excusa del timbre, me sumerjo en la clase, intentando concentrarme en los apuntes y alejarme de la... situación. Sin embargo, las miradas curiosas persisten, especialmente las de Renata y Theo.

Durante el descanso, Reni se acerca con una expresión mezcla de preocupación y confusión.

—Emma, ¿puedo preguntarte algo? —cuestiona, acercándose, mientras yo ordeno algunas cosas en mi casillero—. Por favor, será solo unos segundos.

—Si claro, Reni, ¿qué pasa?

Ella busca mis ojos con preocupación mientras baja un poco la voz.

—Es que... necesito hablar sobre Nathan.

—Ahh, Nathan —repito, y carraspeo ligeramente—. ¿Qué pasa con él?

—Bueno... no debe ser difícil de notar que ya casi... Bueno, que ya ni hablo con él. Literal hasta me ignora —su tono un tanto triste, y yo alzo las cejas fingiendo sorpresa.