Emmy es solo una chica que pasa desilusión tras desilusión en lo que respecta al amor, una mudanza en el pico más alto de su vida según ella, y la mala suerte de haberse topado con la gente equivocada en su niñez.
Por otro lado tienes a Luka, quien...
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Sábado por la mañana. Dos hombres acaban de llevar mi cama al camión de mudanzas, y cada rincón de mi habitación me llena el pecho con una sensación de nostalgia.
Lo único que queda son algunos rayones en las paredes que mamá no quiso pintar, según ella para tenerlos de recuerdo. Pero creo que no pensó que en algún momento su relación con papá acabaría y nosotros nos mudaríamos a 630 kilómetros de Malibú.
Adiós, casita.
Tengo mi maleta en mano, también una riñonera con mi celular, los auriculares y el cargador portátil. Además, llevo algo de dinero para emergencias.
Suelto un suspiro mientras contemplo los restos de cinta en las paredes, causados por sacar mis posters.
—¿Estás lista? —esa es la voz de mamá detrás mío.
—S-Sí —contesto, volteándome para verla.
—Los compradores llegan dentro de un rato. Salimos a las doce.
—Ajá.
—Come algo, no quiero parar todo el tiempo cada vez que tengas hambre, son casi seis horas de viaje. ¿Oíste?
—Sí, mamá, ya lo sé.
—Bien, iré a preparar algunos de los papeles para tenerlos listos, te quiero. No te olvides de nada —dice, y se aleja en dirección a su oficina.
Lentamente salgo del cuarto y cierro la puerta con tristeza.
Al bajar las escaleras, Matt y Mica están charlando. Ella se ve algo triste, prácticamente melancólica, y lo entiendo, nunca se habían alejado por tanto tiempo, pero... son Matt y Mica, la pareja más empalagosa de la tierra, no van a terminar.
Además, no me imagino a ninguna otra chica siendo mi cuñada.
Bajo el último escalón y empiezo a caminar hacia afuera. Me recuesto en la pared de la entrada y tomo mi teléfono. Ni un solo mensaje de mis amigos, nada, ni de Aubery, ni Lex, ni de...
No importa, estoy mejor así.
En eso, un auto blanco se detiene frente a la casa. De allí baja una mujer rubia, vestida muy formal junto a un hombre que supongo es su pareja. Estoy segura de que son los compradores.
Seguido de eso escucho los tacones de mamá. Viene a paso apresurado para recibir a la pareja.
Pasa una hora hasta que ella le entrega las llaves de la casa. Oficialmente el trato está cerrado. Ya no queda nada.
