10| La línea borrosa entre el «me caes mal» y... ¿esto?•

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𝐄𝐦𝐦𝐲ツ

Jueves por la mañana, apenas puedo mantenerme despierta en la clase de Historia. Hago algunas anotaciones y empiezo a anotar temas para una presentación. Cuando escucho el timbre para el recreo me levanto lentamente de mi pupitre y llevo mis cosas al casillero.

Anoche tenía insomnio, el pensar que hoy será mi primer día en el club de arte es emocionante, y además me quedé leyendo hasta las dos de la mañana. Típico, y apenas se rozaron las manos.

En el instante en que cierro mi casillero alguien se apoya en uno junto al mío, Luka. Lo miro de pies a cabeza y sin expresión en mi rostro.

—¿Qué quieres?

—¿Estás bien?, parece que te levantaste del lado izquierdo, o que un camión te pasó por encima —dice sonriendo.

—Escucha, hoy no estoy de humor. Di lo que tengas que decir y vete.

—Mejor relájate y deja de darme órdenes. Encontré el libro perfecto para el informe.

—Bien, al fin hace algo útil —murmuro para mi misma.

Él hace una mueca ya que escuchó lo que dije pero sigue hablando, ignorándolo.

—Es de suspenso, trata de un asesinato. Asesinato en serie que devasta a la ciudad y varios sospechosos, como víctima: la familia real de aquel reino. Estoy seguro que a la señorita Marweeller le encantará —dice con seguridad.

—Está bien. Luego me pasas el libro así hago el informe, lo entrego y problema resuelto.

—¿Qué?

—Que haré el trabajo.

El ojiazul levanta una ceja con incredulidad ante mi afirmación, se relame los labios.

—No creo que puedas manejar un informe tan... complicado. Además ¿por qué debería confiar en que lo harás bien?

—Oh, no necesitas confiar en mí. Solo necesitas preocuparte por conseguir el libro y entregármelo. El informe será impecable, te lo garantizo —respondo con firmeza y una sonrisa cínica.

—Mira. Yo tampoco tengo ganas de discutir, al fin me levantaron el castigo así que estoy de buen humor. Haremos el trabajo en tu casa hoy por la tarde, nos vemos.

—Sí, sí, claro —respondo sin darle importancia.

Mientras lo veo alejarse en dirección a la cafetería me percato de lo que ha dicho. Frunzo el ceño, confundida.

¡¿Se invitó solo?!

Al llegar a la cafetería, diviso a Natt y Reni en una de las mesas junto a otro grupo de chicos. Ambos están tomándose fotos y ríen alegres, se ven extrañamente tiernos el uno junto al otro.

Me acerco a la mesa y me siento junto a ellos, ni siquiera saco mi almuerzo de la mochila, pongo mis brazos en la mesa y recuesto mi cabeza en ellos. Nathan me mira con un poco de preocupación.

—¿Todo bien?

—Sí... es solo que anoche no dormí, me quedé leyendo.

—¿Leyendo algún libro emocionante o simplemente insomnio?

—A lo mejor estaba pensando en su compañero de informe —agrega Reni, riendo.

—¿Luka? No creo que sea tema para mantenerme despierta toda la noche —respondo tratando de quitarle importancia.

Le dije a Reni lo de Luka apenas ayer, ni siquiera había pensado en él.

—¿Luka? ¿Qué pasa con él? —curiosea el pelirrojo.

Que Asco El AmorOpowieści tętniące życiem. Odkryj je teraz