La Trotamundos Condenada

Morgott y la situación de Ranni

Ozomashi llegó y se quedó en shock al ver varios soldados enemigos muertos y algunos de los suyos, se sintió culpable pero no tenía tiempo para lamentarlo, necesitaba curarle la vista al caballero que le salvó la vida.

Pero a pesar de todos sus intentos, fueron inútiles, porque los ojos del caballero murieron para siempre por la muerte destinada.

Ozomashi: Lo siento...

Caballero: Está bien... entrenaré... esto me ayudará a mejorar mis sentidos. Seré mucho más fuerte que cualquier otro caballero, haré destacar mi falta de vista. Pero no te culpes, hiciste lo que fue necesario, y nadie te culpa o culpará. Al menos, yo no lo hago. A partir de aquí, mi nombre es el ciego destinado.

Ozomashi se despidió triste del caballero, pero también admirándolo... de verdad merece un caballero tan leal y tan firme?

Fue a sus aposentos, luego, un mandril se le presentó.

Boc: Hola... quieres que le cambie alguna vestimenta?

Ozomashi le presentó una dulce sonrisa asintiendo, y su ropa de forajida cambió a una más intimidante y dura, aunque un poco más pesada.

El traje de forajido era de color totalmente negro, ahora es igual pero con algunas partes de color rojo.

Ozomashi: Me encanta... gracias.

O eso fue antes... hace 2 años...

Boc quería renacer, quería deshacerse de su maldición, y Ozomashi completamente determinada a ayudarlo, por supuesto, le ayudó.

Pero solo provocó que Boc muriera por exactamente lo que quería... su amigo quien la entendía un poco...

También recuerda a Millicent, quien murió por la podredumbre a pesar de sus esfuerzos, su mejor amiga...

Y ahora, su salvador quedó ciego... de forma permanente por la muerte destinada...

Cabalgó hacia la torre de Rykard, y obtuvo su riña mayor, la cual se juntó con las demás runas mayores, otorgándole la habilidad de sanar bastante por cada enemigo que asesine.

Esta gran runa no le gusta, pero sabe que le podrá ayudar en algún momento.

Luego cabalgó, y se encontró a una copia de Morgott rondando por ahí.

Ozomashi: Morgott? Qué haces aquí?

Morgott: Vigilando. Que quieres Ozomashi?

Ozomashi sonrió y sacó un pergamino de un encantamiento de la orden, Morgott suspiró.

Morgott: De verdad no entiendo de dónde sacas tantos encantamientos... porque me sigues ayudando? Que quieres?

Ozomashi: Yo solo quiero ayudarte...

Morgott agarró el encantamiento y suspiró.

Morgott se fortaleció mucho al aprender muchos encantamientos, como curaciones, potenciadores u otros hechizos rápidos de daño.

Todos los encantamientos que se sabía son de la Orden y del Terrárbol.

Los estuvo perfeccionando en su tiempo libre, que gracias a sus clones tenía bastante. Por lo que no solo por su condición como semidios, sino también por su naturaleza a la santidad y fe, los puede ejecutar casi al instante.

Morgott: Como señora deberías saber que debes ayudar a tu reino.

Ozomashi: Ya lo hice, hice algunas copias de los pergaminos, pero yo te di las originales.

Morgott: No deberías ayudar a un augurio.

Ozomashi: Pero... yo solo quiero ayudar... además... porque eso me detendría?