This Boy

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Ese chico me quitó el amor
Aunque algún día se arrepentirá
Pero este chico quiere que vuelvas otra vez.
Ese chico no es bueno para ti
Aunque él también puede quererte
-The Beatles

James se levantó temprano, muy temprano, para entrenar. El sol recién aparecía, los pájaros apenas cantaban, y el viento era extremadamente frío, llegando a enfriar la punta de la nariz.

Un clima perfecto para salir a correr un poco.

El partido con Ravenclaw era dentro de una semana, así que el capitán ya programó entrenamientos exhaustivos para la previa del momento; James debía prepararse como se debe.

El pasto, junto con el sonido del viento, fue su único acompañamiento, al igual que su atención para evitar ser seguido.

Tuvo que salir a escondidas y evitar que Sirius insistiera en acompañarlo. No es que le cayera mal a su amigo, pero necesitaba estar centrado y acabar con el tiempo establecido.

Miró a lo lejos los grandes árboles del bosque prohibido que los terrenos de Hogwarts brindan, notando lo tenebroso que era a esas horas. Arrugó su rostro dirigiéndose hacia la casa de Hagrid y rondando entre ese tramo.

Cuidadosamente intentó no golpearse entre las rocas y siguió entre los trotes, concentrándose en la idea de competir con Nathan.

Ya en su quinto año, las posibilidades de ver la verdadera capacidad de Nathan, con mayor confianza, le generan un pequeño rastro de miedo. Nunca lo diría en voz alta, le bastaba con las burlas, aunque le gustaba también replicarlas.

Pero lo que le dejó pensando fueron sus orejas rojas.

¿Él siempre se ha mostrado así? Avergonzándose con facilidad.

No lo cree. Sería raro que alguien de ese calibre, como lo es el extranjero, se comporte de esa forma.

No puede imaginárselo.

Pero necesita probar que realmente no puede hacerlo, que es tan frío como sus orbes críticos, brillantes y serios.

Incrementó su paso, llegando hasta el otro extremo cerca del gran sauce boxeador.

Recuerda cuando supo la verdadera razón de ese árbol. En un momento creyó que era genial ver un árbol así de salvaje y gigantesco, pero cuando su amigo Remus estuvo involucrado, dejó de parecerle estupendo.

Inhaló y exhaló repetidas veces hasta que de pronto lo vio ahí, caminando tranquilamente.

Vestía ropas muggles, un suéter de hilo azul, pantalón negro holgado y unos zapatos tan formales como su actitud pensante. Lo más curioso es que su cabello estaba despeinado, tapando su frente con las hebras rubias.

James meditó en las posibilidades de interrumpir o ignorar.

—Pero si es tan temprano, no había necesidad de que me siguieras, Jung– fue lo primero que James dijo llegando hasta él. Nathan lo miró impresionado para luego sonreír divertido.

—Me descubriste, Potter—exclamó dramáticamente alzando sus manos en señal de rendición —Soy un acosador de primera.

—Entonces si lo eres, ¿qué descubriste?— preguntó James sonriente tratando de recuperar el aire.

—Que ese bosque es muy interesante—mencionó señalando al bosque prohibido –, y que corres pensativo; eso te podría generar algún accidente.

—¿Te preocupas por mí, Jung?— dijo fingiendo emoción –. No sabía que era importante para ti.

CHANGES | James PotterWhere stories live. Discover now