Mi púa

9 1 0
                                    

Era mi púa favorita, la que lograba alcanzar las notas más hermosas creando melodías con mi guitarra, con la que me sentía cómoda y fluía a la perfección. Era realmente imprescindible para mí; pero un día se rompió y nunca volvió a sonar igual. Por más que traté lo único que lograba era romperla aún más y hacerme daño en el intento. No puedo encontrar una púa igual, una que logre producir las mismas melodías, el mismo sentimiento, porque no existen dos púas iguales. Y eso está bien. Ahora tengo una nueva púa que no me hace daño al querer tocar, ni me tengo que esforzar para que en la guitarra su amor por mi pueda demostrar. Yo amaba mi púa y tenía miedo de que ningúna otra me fuera a gustar; pero resulto ser que está nueva púa me hace siempre querer cantar, querer tocar, y nuevas melodías incluso más hermosas mi guitarra y yo solemos danzar.

Cartas sin destino.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora