La apuesta

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Aposté. Hice una apuesta que estaba segura que iba a ganar. En el fondo tenía la esperanza de que no fuera verdad.

Aposté a que en algún momento de mi vida te irías y me dejarías de amar. Aposté a que tu estadía mucho tiempo no iba a durar y tu presencia por poco periodo iba a disfrutar.

Tú apostaste lo contrario. Juraste amarme hasta la eternidad, juraste que la existencia del "para siempre" me ibas a demostrar. Por un tiempo creí que tú podrías ganar, que una vida a tu lado iba a pasar y el "felices para siempre" iba a presenciar, pero la vida da muchas vueltas, vueltas que marean y te causan ganas de vomitar, vueltas que enredan y cambian lo que siempre pensaste que nunca iba a cambiar. Muchas vueltas hubo entre nosotros, muchas vueltas que se llevaron sentimientos y trajeron consigo nuevas personas que en nuestra apuesta iban a afectar.

Y en una de esas vueltas paso lo que creí que iba a pasar... en nuestro juego yo pude ganar.

Cartas sin destino.Unde poveștirile trăiesc. Descoperă acum