Eras ese libro que no me cansé de leer esperando un final diferente, pero que de igual manera nunca me falló en hacerme llorar. Esas flores que tanto amé, pero sin importar cuánto las regué y las cuidé al llegar el otoño se marchitaron dejándome sola con sus restos muertos. Ese pájaro que me enternecía cada que regresaba herido a mi ventana y ese mismo que se fue volando sin mirar atrás cuando ya lo había sanado. Debí soltarte mucho antes; pero como si de un acantilado se tratase me daba miedo caer si no era tomada de tu mano.
YOU ARE READING
Cartas sin destino.
PoetryCartas que escribí desde el momento en que la vi, que nunca entregue, que hablan de ti, que cuentan mi historia desde un principio a fin. Es muy tarde para mí, pero tal vez no para ti.