XXX. Roto amanecer.

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El alivio se reflejó en la expresión de Sakura, mientras Kaguya continuaba con una verdad que, aunque reconfortante, llevaba consigo una sombra intrigante: —Eres insignificante en todos los papeles, no obstante, cuando hablamos del destino, nada lo es realmente. Una cosa tan pequeña y desdeñable como tú, puede ser un dolor de cabeza si se lo propone, pues como un parásito, se enlaza a las cosas más importantes, jugando papeles que no debería de jugar.

— ¿Y como se supone que hice eso? —Sakura inevitablemente hizo un mohín al sentirse ofendida. —Mi vida era insignificante para Sasuke.

—No lo era.

Al ver el rostro consternado de Sakura, Kaguya no pudo evitar sentir burla hacia ella.

—Tu vida fue un hilo delicado, tejido con el de Sasuke en los hilos del destino. Eres una parte esencial de su historia, aunque la verdad sea dolorosa. Sasuke, en su oscuridad, te necesitaba más de lo que él mismo comprendía. Te necesitaba para recordarle la humanidad que aún residía en su interior —continuó Kaguya—. Pero la oscuridad lo consumió, y cuando llegó el momento crítico, él no pudo ver más allá de la sombra que lo envolvía.

—Mientes—objetó Sakura, dando varios pasos hacia atrás, alejándose del trono y la verdad absoluta que representaba Kaguya. — ¿Y qué hay de Naruto? ¿Y Kakashi-sensei? ¡No fui la única luz que Sasuke apagó!

La diosa observó a Sakura con una mirada penetrante, como si estuviera escudriñando cada faceta de la chica. A pesar de la desconfianza de Sakura, las palabras de Kaguya resonaban en su interior, causando grietas en las certezas que creía inquebrantables.

—No afirmo que tú fueras la única luz que Sasuke apagó —respondió Kaguya con calma, su voz como un eco imparcial—. Pero eras una luz crucial en su camino, y tu extinción dejó una marca indeleble en su destino.

—Eso…

—Una vez que tu vida se extinguió, la redención se volvió inalcanzable para él.

—Entonces, ¿por qué te has mostrado ante mí? —preguntó Sakura, tratando de evitar que los recuerdos con la imagen de Sasuke invadieran su mente o su corazón. —Si tu objetivo al revivirme era evitar que Sasuke me asesinara, no tienes de qué preocuparte. Orochimaru ya se ha encargado de eso por mí. —y le mostró la marca en su cuello.

Kaguya pareció ignorar su pequeño desplante cuando continuó hablando. —Después de tu muerte, Naruto Uzumaki y Sasuke Uchiha tuvieron una batalla que terminó con el poco mundo que quedaba. —confesó. Sakura entonces recordó aquella proyección en su mente cuando Orochimaru lanzó el genjutsu a ellos; la muerte inminente de Naruto. —Por tu rostro, sé que conoces el desenlace.

— ¿Y qué pasó con los demás? —Sakura ocultó su rostro, sopesando la idea.

—La mayoría murió en esa batalla; el país del fuego terminó en cenizas. Las demás naciones se sumergieron en guerras que terminó con lo demás. ¿Ahora lo entiendes? El significado de tu muerte es el fin del mundo.

Al escuchar las devastadoras revelaciones de Kaguya, Sakura sintió un nudo en la garganta. Ocultó su rostro entre las manos, como si pudiera contener la marea de emociones que amenazaba con desbordarse. La pesada carga de responsabilidad se posó sobre sus hombros, y el significado de su muerte resonó en su ser de una manera abrumadora.

— ¿Y cual es el punto de todo esto? —murmuró Sakura. Ahora se encontraba de rodillas, su rostro al alzarse dejaba ver marcas de lágrimas ya secas, debió pasar bastante tiempo pues incluso Kaguya se notaba aburrida. — ¿Cómo es qué lograste saberlo si tu ya deberías estar sellada?

No me enamoraré en está vida.Where stories live. Discover now