XVIII. El último cielo que miré no tenía estrellas.

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—En el futuro... Sasuke Uchiha va a matarme.

Aunque le preguntaran, Kakashi no estaba seguro de poder expresar con palabras el profundo impacto que las escasas palabras de Sakura tuvieron en él. Su mente no procesó de inmediato la veracidad de sus palabras, ni pensó que fuera una mentira o una broma. Sin embargo, la forma en que las pronunció le causó un dolor punzante en el corazón. Era como si Sakura se resignara a creer que, en algún momento, de alguna manera, ese terrible destino la alcanzaría. El sentimiento de impotencia y la sensación de no poder protegerla de ese oscuro destino invadieron a Kakashi.

—Sé que suena increíblemente difícil de creer —continuó Sakura, sintiendo sus manos temblar ante la posibilidad de perder a Kakashi por revelar la verdad—. Ni siquiera yo misma soy capaz de explicar cómo sucedió. De repente, desperté hace cuatro años, justo antes de la formación del equipo siete, con todos los recuerdos de mi yo del futuro intactos.

—Estaba tan asustada que sin pensarlo demasiado me eché a correr directo a la academia, queriéndome encontrar con usted, con Naruto. Tenía miedo del cómo había acontecido este suceso. Es decir, ¿por qué? Y aún no he encontrado respuestas, aunque tampoco las he buscado. Cuando pude ser más consciente de lo que sucedía, decidí que no permitiría que ese tonto y estúpido futuro volviera a mí, no rogaría por el amor de Sasuke Uchiha y no permitiría que ni Naruto ni usted fueran detrás de él...

— ¿A qué te refieres con eso? —la voz de Kakashi sonó demasiado seria para el gusto de Sakura. Él... ¿sí le estaba creyendo, cierto?

—Sasuke fue a donde Orochimaru. —murmuró, apartándole la mirada, avergonzada de revelar que no pudo detenerlo. —Y después quiso destruir Konoha.

Kakashi se apartó lentamente de Sakura, lleno de incredulidad y sorpresa. Las palabras de la joven resonaron en el aire, dejando una sensación de irrealidad que se aferraba a su mente. Pero antes de que pudiera procesar completamente lo que acababa de escuchar, Sakura lo abrazó con fuerza, aferrándose a él como si su vida dependiera de ello.

—¡Kakashi-sensei, lo que digo es verdadero! —exclamó Sakura, su voz temblorosa amenazaba con quebrarse si se llegaba a separar de ella. Las lágrimas comenzaron a deslizarse por sus mejillas mientras hablaba—. Conozco los eventos que están por venir, así como los del pasado; la masacre del clan Uchiha, los padres de Naruto, incluso detalles sobre Obito Uchiha. ¡Y Akatsuki, los Jinchūriki! Todo lo he vivido y ha sido aterrador.

"Obito Uchiha".

Kakashi reflexionó sobre las palabras de Sakura, mientras su mente se llenaba de dudas y cuestionamientos. Era cierto que previo a la formación del equipo siete, Sakura no se destacaba por sus habilidades de combate o poderes especiales. Era una estudiante brillante, sí, pero no había indicios de que pudiera convertirse en una combatiente tan hábil y precisa.

El pensamiento de que Sakura pudiera haber desarrollado todas esas habilidades en tan poco tiempo parecía poco probable. El ninjutsu médico, por ejemplo, requería años de entrenamiento y dedicación para dominarlo. Además, recordaba claramente las peleas en las que Sakura había demostrado un nivel de precisión y destreza sorprendente, tanto cuando luchó contra él como cuando enfrentó a Kabuto. No se trataba de algo que se pudiera aprender de la noche a la mañana.

Sakura podía sentir la ansiedad retorciéndose en su pecho mientras esperaba la respuesta de Kakashi. Sus manos temblaban con fuerza, incapaces de contener la emoción que recorría su cuerpo. Cada segundo que pasaba se le antojaba eterno, y la incertidumbre la atormentaba. La angustia en su corazón era palpable, y cada parte de su ser anhelaba que él la creyera.

Con un suspiro entrecortado, Sakura se apartó lentamente del abrazo, rompiendo el contacto físico con Kakashi. A medida que se alejaba, el aire pareció volverse más denso, como si la falta de su cercanía dejara un vacío palpable en el ambiente.

No me enamoraré en está vida.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora