II. Promesa de vida.

4.8K 539 63
                                    

— ¿Qué demonios...? —Ino miró todo el lugar destruido, al igual que Naruto. Los demás chicos habían escapado de inmediato y ahora solo observaban desde afuera del aula la destrucción masiva causada por la chica de cabello rosa que hace unas semanas no había mostrado un poder similar a ese. Sasuke que también logró escapar de la destrucción la miraba ahí en medio, aún con la mirada perdida, casi llorando por haberlo besado, aunque no se notaba alegría en ella (como supuso momentos antes), era más hostilidad y desprecio.

— ¡Chicos! —Iruka, junto con otro grupo de Chunnin y unos cuantos Jounin venían corriendo en su dirección. — ¿Qué fue? ¿Es un ataque enemigo?

—Es Sakura Haruno. —respondió uno de los recién graduados, apuntando con el dedo a la pequeña figura que se removía en los escombros.

— ¿Sakura? —Iruka miró dentro, anonadado. ¿Desde cuando tenía esas habilidades? — ¡Sakura!

Naruto se colocó detrás de Sasuke con una sonrisa pícara y los brazos detrás de su cabeza. —Parece ser que Sasuke no es tan bueno besando como se esperaría, mira nada más como se puso Sakura-chan. ¡Está asqueada!

—Esa Sakura, voy a matarla. —rezongó Ino, apretando los puños.

Sasuke escuchó los murmullos detrás de él, luego volvió a clavar la mirada en Sakura. Iruka estaba reprendiéndola mientras ella al fin parecía haber salido del trance, parecía apenada, sin embargo, cuando sintió su mirada, ella parecía estar enviándole un sinfín de maldiciones entre murmullos. ¡Esa mujer tonta! ¿Qué no sabía que para él también fue desagradable besarla sin más? ¿Por qué fingía que no le gustaba si desde siempre estuvo detrás de él pegada como una garrapata? ¡Estaba seguro de que aquello fue con todas las intenciones! ¡Y ahora se hacía la descarada interesante! ¡Era desagradable! ¡Sus labios eran desagradables! ¡Al igual que su rostro!

—Uff, para ser el último día sí que estuvo agitado, ¿no? —sonrió Iruka después de indicar a todos los ninjas que había sido obra de un nuevo poder por parte de su alumna, pero que todo se encontraba bien. Sakura estaba detrás de él, incapaz de mirar a los demás por las miradas asesinas que le dirigían las niñas y las burlonas que le dirigían los niños. —Como sea, solo venía a informarles que los dividiremos en equipos de tres, cada equipo tendrá un jounin de profesor y estarán a cargo de misiones encargadas a la aldea. Como son gennins novatos serán misiones fáciles para ir poco a poco creciendo en rango.

Al escuchar eso la tímides de Sakura por lo ocurrido reciente se esfumó. ¡No había tenido oportunidad de hablar con Iruka acerca de los equipos!

— ¡Espere, Iruka-sensei, hay algo que quiero decir respecto a eso! —pidió, adelantándose un par de pasos. Iruka formó una sonrisa que estremeció el cuerpo de Sakura; se encontraba enojado.

—No quiero escuchar nada de ti, Sakura. —reprendió, sin perder el tono encantador que lo caracterizaba. —A menos que sea que vas a pagar los daños del aula con el dinero de las misiones.

Sakura tragó saliva guardando silencio, no quería permanecer endeudada toda su vida. Buscaría otra forma alejar a Kakashi y Naruto de Sasuke.

—Equipo siete: Uzumaki Naruto, Haruno Sakura y Sasuke Uchiha.

Soltó un sonido demasiado exasperado al escuchar el último nombre, mientras que Sasuke solo apartó la mirada, desinteresado en todo aquello. Lo importante era su venganza, no cosas triviales que pudieran retrasarlo. Aún así se acercó a ambos después de que Naruto hiciera su berrinche por no querer estar en su equipo.

—No se metan en mi camino o los mataré. —advirtió.

— ¡¿Qué dices?! ¡Granuja creído! —Naruto comenzó a patalear, ofendido.

No me enamoraré en está vida.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora