Hasta que llegaste tú

🌻Capítulo: 22🌻

                      •Isabella•

—Jake se quedó dormido —le informé a Jareth, quien estaba sentado en el sofá con aire pensativo.

Luego de haber llorado a mares, sin parar se había quedado dormido, claro, era una mini siesta que el había tomado.

Y claro, es entendible que reaccionara así, es como un estado de confusión, frustración, y molestia. Es normal en un niño así como el, aún no comprende la situación.

Jareth alzó la mirada en mí dirección, me regaló una media sonrisa y se puso de pie para acercarse con cautela hacia mí.

Cuando ya lo tenía cerca suspiró, miró por detrás de mí hombro unos segundos en los que quizá pensaba, y luego agachó la mirada.

Y eso lo hacía a causa de la diferencia de altura, causaba gracia que mientras yo tenía que alzar la cabeza para verle, él tenía que bajarla y/o inclinarse.

—No sé que haría si no estuvieras aquí... —diciendo aquello me abrazó, creo que me pareció escucharlo volver a suspirar.

Al ser más alto no podía abrazarlo tan bien que digamos, no era incómodo, pero mi intención es que sepa que cuenta conmigo.

Mientras me abrazaba caminamos hasta el sofá, en donde él se sentó en en el borde del mismo sofá. Ahora si podía acariciar su cabello y transmitirle tranquilidad.

—No pienses en eso ahora, estoy aquí ahora, Jareth.

Me siguió abrazando, sólo que ahora por la cintura mientras ocultaba su rostro entre mi cuello y hombro.

Permanecímos así al menos unos 10 minutos en los que Jareth se tranquilizaba un poco.

A decir verdad, es un golpe bajo volver a ver a alguien que te causó mucho daño en el pasado, y en efecto me atrevería a decir que yo hubiese reaccionado igual o peor de lo que Jareth reaccionó al ver a la madre de su hijo.

Se separó de mí cuello y suspiró pesadamente.

—Lo siento, Bella... —murmuró, viéndome directamente a los ojos.

Fruncí el entrecejo confusa.

—¿Por qué?

—Por confundirte... por confundirnos...

Miré detrás de él, intentando pensar en algo razonable y maduro. Pero decía la verdad al decir que me confundía.

—No se si me entiendas, pero hay veces en las que quisiera distanciarme de ti, pero no lo hago y no cumplo con eso porque no quiero, simplemente me haces bien —confesó en voz baja.

Aún mantenía ambas manos en mi cintura y yo en su cabello, lo pillé cerrando los ojos, quizá disfrutando de la sensación de tranquilidad que le generaba el hecho de acariciarle el cabello.

Sonreí sin siquiera poder evitarlo.

—Nous sommes deux personnes qui se sentent en sécurité l'une avec l'autre... —respondí. (Somos dos personas que nos sentimos seguras el uno con el otro...)

Abrió los ojos con sorpresa y arrugó el entrecejo sin comprender lo que dije. Reí y él únicamente parpadeó continuas veces.

—¿Qué...?

—"Somos dos personas que nos sentimos seguras el uno con el otro..." eso dije Jareth, ¿Me dirás que no es cierto?

—Sí es cierto. Yo lo sé desde que fuimos a aquel campo, el que tenía un estanque.

—Oh sí, también lo recuerdo —sonreí.

—Oye, ¿Crees que Jake... con su madre... emmm... tú crees que ellos...?