La leyenda oscura de Potter: El despertar de los Demonios Carmesí

Capítulo 6: Hola Darkness, mi vieja amiga

A pesar de todas las probabilidades, la casa de los Dursley no fue volada entre el 10 de agosto y el 1 de septiembre. Bueno, al menos ese año. Nunca sabes.

De todos modos, a medida que se acercaba el día, Vernon y Petunia se volvieron cada vez más escépticos y frenéticos, tratando de convencer a Yunyun de que no fuera a Hogwarts. Ni siquiera se molestaron con Megumin, por dos razones. Uno, ni siquiera los Dursely fueron tan tontos como para tratar de disuadirla de lo que aparentemente era su objetivo en la vida hasta ese momento, y dos, deshacerse de Megumin durante al menos unos meses fue como un sueño hecho realidad.

Sin embargo, dos días antes del inicio del semestre, Yunyun se cansó de los constantes regalos, los profundos suspiros, los recordatorios de lo encantadora que era la Escuela de Tejido para Niñas y las conversaciones sobre lo bestiales que seguramente serían los magos.

"Mamá, papá, Megumin es mi prima y mi mejor amiga. No la dejaré ir a la escuela sin mí. ¡Vamos a pasar un rato encantador juntos y voy a ser una gran bruja! ¡Mejor incluso que tía Lily!" Yunyun finalmente declaró durante la cena. "¡Y eso es definitivo!"

Dicho esto, se fue furiosa al baño a llorar un buen rato. Para cuando regresó, Megumin ya le había robado la mitad de la cena y se la había comido. Parecía estar tratando de recuperar el tiempo perdido con respecto a las necesidades metabólicas de su cuerpo, aunque con su constante energía y movimiento maníaco había poco peligro de que creciera hasta el tamaño que tenía Vernon.

"¡Así que realmente los extrañaré a ambos!" Dijo Yunyun alegremente, picando distraídamente los restos de su comida. "¡Pero escribiré todas las semanas! ¡Hedwig puede traerte cartas y tú puedes responderlas! ¡S-Sería como tener un amigo por correspondencia!

Vernon abrió la boca, pero Petunia puso una mano sobre la de él. "Cuando era niña, lo que más deseaba era ir a Hogwarts con mi hermana. Yo... yo no le quitaría esto a Yunyun, Vernon. Lily... ella era mi mejor amiga antes..." Tragó y logró sonreírle a Yunyun. "Solo... mantente a salvo. Si hay algún peligro... vuelve a casa. Por favor."

"¡Por supuesto! ¡Lo prometo!" Yunyun estuvo de acuerdo.

"Hmph. Corre peligro de que..."

"Ahora no, Megumin", dijo su tía, sonando muy cansada.

Por una vez, Megumin escuchó y cerró la boca. Estaba loca, pero no era cruel.

Hubo muchas lágrimas en la mañana del 1 de septiembre. Para sorpresa de Megumin, ella también estaba llorando mientras Petunia y Vernon tomaban fotografías de sus hijas y les daban vestidos nuevos para usar en el tren. Por una vez, Megumin accedió a usar ropa nueva en lugar de prendas usadas que no le quedaban bien. Estaba bastante contenta con su falda roja, que combinaba con la de Yunyun, aunque sus blusas eran de diferentes colores y patrones.

"Ambas se ven encantadoras", les dijo Petunia, con lágrimas en los ojos mientras besaba la parte superior de sus cabezas antes de entrar al auto. "Ten cuidado. Esas personas no están a salvo".

"¡Nosotras tampoco, porque somos el Clan Demonio Carmesí!" Megumin se rió.

Vernon la llevó a un lado antes de que subieran al auto, y Megumin se preparó para gritarle cuando él la arremetió. En lugar de eso, Vernon le puso el estuche de la varita en las manos. "Cuida de Yunyun. Sé que eres un maldita maníaca, pero te preocupas por ella. Es ingenua y demasiado confiada. Al menos puedo contar con que tú tendrás un saludable escepticismo. Cuida a tu prima, ¿entiendes?"

Megumin estudió a su tío por un momento y luego asintió seriamente. "Puedo burlarme de Yunyun, pero soy la única al que se le permite hacerlo. La protegeré de cualquier tonto que quiera aprovecharse de ella".