XVIII

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El día siguiente llegó y ambos protagonistas aún dudaban sobre cómo actuar con el otro. Obviamente Min Hao no ocultaría su amor, pero se preguntaba qué era del menor.
La manada había notado que ambos estaban extrañamente tímidos, caminaban juntos pero no decían ni una sola palabra y cuando se miraban, desviaban su vista hacia otro lado con un leve carmesí en sus mejillas.
Durante el viaje visualizaron un enorme río, pensaron que sería una buena idea bañarse allí, debido que desde hace tiempo los lobos no tocaban agua y muchos ya apestaban demasiado. Min Hao por su lado era un zorro bastante quisquilloso y siempre procuraba mantenerse impecable, pero bañarse en aquel río sonó bien para sus oídos. Los lobos jugaron durante toda la tarde en el agua, hasta llegar a la noche en donde todos cayeron dormidos profundamente, jugar en el agua era agotador.
Min Hao sintió que finalmente era un buen momento para tomar un baño tranquilo sin lobos jugando por todos lados. Se quitó su vestimenta y se sumergió en el agua, pero no contó con que cierto lobo lo estuviera observando.

—No sabía que te gustaba espiar a zorros bañándose.

Habló de espaldas al lobo, quien saltó asustado al ser descubierto.

—N-no estaba espiando.

Se defendió nervioso el menor.

—¿Entonces qué hacías?

Finalmente volteó observándolo con una sonrisa de lado.

—Yo…también quería tomar un baño.

Dijo lo primero que se le ocurrió.

—Entonces que esperas…métete.

Lo invitó con una sonrisa.

—Pero…no me mires así.

Dijo con un leve rubor, evitando la mirada del pelinegro.

—¿Así como?

Preguntó aún sonriendo.

—Como si fuera tu presa.

—¿Acaso no lo eres?

Bromeó.

—¡Habló en serio!

Se quejó.

—Bien, bien, dejaré de verte.

Dijo dándose vuelta nuevamente. Koga finalmente pudo quitarse sus prendas con tranquilidad y se adentró en el agua junto al zorro.

—¿Estuviste muy ocupado? Casi no te vi hoy.

Comentó el más alto.

—Oh, es que mandaron a un lobo a informarme que me necesitaban en la tribu, mañana a primera hora debemos partir.

Explicó.

—¿Es algo serio?

Preguntó con algo de preocupación.

—Algo así, sinceramente no me dieron muchas pistas, aparentemente me explicarán una vez que estemos allí.

—Ya veo, espero que no sea nada malo.

—No lo creo.

Comentó, aunque por dentro se sentía nervioso, ¿Habrá pasado algo malo?
Min Hao sonrió y le dió un casto beso en la mejilla derecha al más bajo.

—No pienses demasiado, sea lo que sea, lo enfrentaremos juntos.

Lo apoyó, el de ojos naranjas.

—Gracias.

Susurró con sus mejillas sonrojadas, aún no se acostumbraba a las frecuentes muestras de afecto del mayor, pero le gustaban.
Un lado un poco más juguetón salió a la luz y el zorro se acercó al contrato, posicionando sus manos en la cintura del líder okami. Se acercaron y la mirada del más alto estaba fija en los labios ajenos.

—¿Puedo…?

Preguntó con suavidad a escasos centímetros del rostro ajeno.

—Nunca preguntas, claro que puedes.

Susurró de la misma forma el lobo.

Sin esperar más, Min Hao unió sus labios con los de Koga, en un beso tranquilo pero profundo. Comenzaban a hacerse adictos a los labios del otro.

Entre Hilos del Destino | KogaWhere stories live. Discover now