XIII

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Comenzaron a caminar juntos con sus brazos enredados. Al comienzo, Koga no los notó, por lo que pusieron en marcha la etapa "ser ruidosos", dónde Ginta le diría cumplidos al más alto.

—¡Min Hao! ¡Eres tan fuerte y valiente!

Halagó con una gran sonrisa. Min Hao le devolvió la sonrisa, era un actor experto. Notaron que Koga los volteó a ver, por lo cual, Ginta acarició el hombro de Min Hao. El zorro se acercó y le habló al oído al de cabello de dos colores.

—Debes ser coqueto, no verte desesperado.

Le susurró y se alejó. Notaron como Koga se alejó, sin expresión alguna.

—Creo que fue un fracaso.

Dijo Hakkaku.

—Deberíamos seguir así el resto del día, quizás así le moleste más.

Propuso Ginta.

—O simplemente aceptar que no le importo a Koga.

—¡No es así! Solo que…Koga no es bueno expresando lo que siente.

Dijo Ginta, defendiendo fielmente a su líder.

—¡Sigamos!

Y así, continuaron todo el día. Ginta detrás de Min Hao frente a Koga, quien al inicio los ignoró, pero más tarde comenzó a sentirse molesto por las interacciones de su mano derecha con aquel zorro.
La tarde llegó y Min Hao ya estaba cansado de tener a ambos lobos insistiendo con el plan.

—¡En la noche deberíamos sentarnos juntos!

Propuso Ginta como último recurso.

—¡Es cierto! Podrías alimentar a Min Hao para que Koga arda de celos y finalmente quiera hablar con él.

Apoyó Hakkaku.

—Si me habla será para echarme de la manada.

Comentó el mayor de los tres.

—¡Claro que no! Seguro te hablará para decirte lo mucho que le enoja que estés con otros chicos.

Dijo Hakkaku imaginando una escena romántica. Min Hao suspiró con resignación, no tenía nada que perder con los planes poco seguros de ambos muchachos, por lo cual, por decimoquinta vez, se dejó llevar por otra idea de ellos.

—¡Manos a la obra!

Gritaron ambos lobos y continuaron con la operación.
Tal como dijeron, llegó la cena y Ginta se sentó junto a Hao, bajo la atenta y discreta mirada del líder.

—Min Hao, di "Ah".

Dijo Ginta, con intención de alimentar al mayor, quien obedientemente abrió la boca. Temía por su vida, totalmente, pero quería saber también si el líder de los okami sentía al menos el mínimo afecto por su persona.
Mientras masticaba podía sentir la fuerte mirada de Koga sobre él, al parecer, el plan parecía funcionar. No terminó de tragar cuando, el de ropas marrones lo tomó de la muñeca y lo arrastró lejos de los lobos, dejando a todos sorprendidos.

—¿Qué mierda estás haciendo?

Preguntó el líder lobo con evidente enojo o mejor dicho, evidentes celos.

—¿Yo? Tu eres el que me ignoró todo el día.

—¡Pero no por ello tienes derecho a irte con el primer lobo que te mira!

Le reclamó.

—¿Entonces? ¿Qué debía hacer? ¿Evitarte también? Fue la única forma que se les ocurrió a Hakkaku y a Ginta de llamar tu atención.

Reveló el elaborado plan de ambos lobos.

—¿Qué?

Entre Hilos del Destino | KogaWhere stories live. Discover now