XV

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Min Hao se acercó al menor al oír su llamado.

—¿Sucedió algo?

Preguntó con confusión.

—Creí haberte dicho que te alejaras de Ginta.

Gruñó.

—Lo siento, es que él y Hakkaku querían decirme algo.

—¿Qué?

Preguntó.

—N-nada, solo unos asuntos nuestros.

El menor lo miró, no dijo nada y rápidamente corrió para alejarse de la manada. Estaba enojado, pero ¿Por qué? ¿Por qué Min Hao lo había ignorado y se había acercado a Ginta? ¿Acaso realmente estaba celoso?
El zorro sonrió y corrió detrás del más bajo.

—Koga, solo estaba hablando con ellos. ¿Por qué te enojas?

—Nunca me haces caso.

Gruñó, nuevamente.

—Si admitieras que estas celoso, te haría caso.

Soltó, como forma de chantaje.

—¡Bien! ¡estoy celoso! Estoy muy celoso de que estés cerca de otros lobos que no sean yo.

Volteó y confesó. El de ojos naranjas sonrió, finalmente el contrario había confesado lo celoso que estaba.

—Pero el único al que miro eres tú.

Respondió. Koga no dijo nada, pero sus mejillas se tornaron de color carmesí.
Continuaron caminando juntos, solo que está vez en silencio, un silenció tranquilo y cómodo. El líder okami buscaba romper tal sosiego.

—Min Hao…

Lo llamó con suavidad mientras caminaban.

—Dime.

Respondió de la misma manera.

—¿Alguna vez has pensado en buscar otros kitsune como tú?

—Sinceramente…fui rechazado por la mayoría de ellos.

Confesó con un aura de angustia.

—¿Por qué?

Preguntó sin comprender, le enojaba pensar que alguien hubiera tratado mal a aquel zorro.

—Los kitsune no suelen tener cabello negro como yo. Quizás suene algo idiota, pero ante ellos, era una escoria, un error, una mutación. Fue recién cuando cumplí mis 100 años y surgió mí segunda cola cuando mí cabello pudo cambiar de color. Pero ya era tarde, no para ellos, sino para mí. No pensaba volver con esos zorros que alguna vez me despreciaron solo por ser un poco diferente.

Expresó, observando el cielo.

—Ellos no te merecían, son unos completos imbéciles. Sabes…con nosotros, siempre serás bienvenido.

—Lo sé y estoy agradecido por eso.

Dijo mirándolo a los ojos.

—Yo…

Antes de que Koga terminará de hablar, oyeron los gritos de pánico de Hakkaku y Ginta, más los aullidos y ladridos de los lobos. Era una evidente señal de peligro, por lo cual, no dudaron en correr velozmente hacía dónde estaban los miembros de la tribu.
Al llegar, pudieron ver a un enorme demonio color blanco atacar a los lobos, los cuales intentaban inútilmente vencerlo. Parecía ser muy poderoso, pero nada sería imposible para el líder de los okami y para aquel kitsune yokai que lo acompañaba.
De Min Hao surgieron sus respectivas colas y su cabello se tornó de naranja. Koga por su parte comenzó a atacar con sus garras, el mayor lo imitó y comenzaron a combatirlo con precaución y fuerza.
Repentinamente una luz se hizo presente. Min Hao tomó a Koga de los hombros y rápidamente lo alejó del demonio. Sus rostros estaban cerca, el sudor de sus rostros caía lentamente y sus miradas estaban conectadas, pero rápidamente la atención del más alto pasó hacía el individuo que había cortado a la mitad a aquel pálido demonio.

—Sesshomaru.

Entre Hilos del Destino | KogaWhere stories live. Discover now