XVI

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El de ojos naranjas miró al demonio perro con seriedad. Acababa de matar a ese demonio blanco, ¿Por qué? ¿Por qué se metía en sus asuntos?
Min Hao puso a Koga detrás de él, no sabía las intenciones del de cabellera blanca, por lo cual, prefería poner al más bajo detrás suyo para protegerlo.

—No busco pelear, Min Hao.

Dijo el de ojos amarillos.

—No digo lo mismo de mí.

Le gruñó.

—¿Cuándo dejarás de lado el pasado?

—¿Cuándo lo haré? Ya lo he hecho, solo que mí odio por ti aún permanece.

Respondió, con ira.

—Es mejor irnos.

Le susurró Koga, por alguna razón no quería que ambos mayores estén cerca. ¿Sería porque sentía que Sesshomaru estaba buscando la atención del zorro?
El de mayor estatura lo observó con una expresión más tranquila y le respondió.

—Claro, no vale la pena seguir aquí. ¿Estás bien?

Dijo con preocupación, revisando al líder de los okami.

—Lo estoy.

Sonrió.

—Hao.

Lo nombró Sesshomaru, quien lo tomó de los hombros y lo olfateó. Seguía oliendo igual que siempre, aunque tenía un poco de la esencia de ese apestoso lobo.

—¡Oye!, ¡¿Qué haces?!

Gritó con furia Koga, tomando rápidamente la muñeca de Min Hao y arrastrándolo a su lado. ¿Cómo se atrevía a ser tan descarado con el pelinegro?

—No es de tu incumbencia, lobo.

Dijo con indiferencia.

—Sesshomaru, si es de su incumbencia.

Está vez habló el kitsune.

—¿Por qué lo sería? Él no es nada tuyo.

"Él no es nada tuyo" esas palabras golpearon con dureza al líder lobo. Él…no era nada de Min Hao.

—Él es más de lo que imaginas. Él es quien me gusta.

Habló con firmeza y seguridad, no había una gota de duda en sus vocablos.
Koga sintió el calor subir desde su cuello hasta todo su rostro. ¿Min Hao había confesado que le gustaba él? ¿Realmente estaba confesando sus sentimientos en un momento cómo ese? ¿Frente a su antíguo amor?

—No es cierto, yo soy quien te gusta.

Dijo con el ceño fruncido.

—No. Tú fuiste alguien que me gustó en mí pasado. Koga es mí presente…y mí futuro.

Respondió con seguridad.

Koga podía jurar que estaba más rojo que un tomate. Él…era el presente y futuro de Min Hao, eso sonaba…bien.

—¡Mientes!

Tomó con fuerza la muñeca del zorro. El pelinegro no se dejó y lo empujó lejos.

—¡Tú fuiste quien me abandonó! ¿Por qué ahora me buscas? ¡Comprende! ¡Hice lo que el viejo Sesshomaru deseaba! ¿Por qué ahora me buscas? Yo…no te necesito…te necesitaba hace 37 años, cuando me diste la espalda.

—Tu…no puedes vivir sin mí.

—Puedo vivir sin ti, incluso puedo ser mucho más feliz sin ti. Solo…acepta que nuestros caminos nunca estuvieron unidos y nunca lo estarán.

Sesshomaru miró a Min Hao con una mueca de tristeza, para luego mirar a Koga con odio y finalmente aceptar su derrota e irse.
El de tres colas suspiró, por fin había sacado de su pecho todos esos sentimientos que tenía guardados. Pero recordó sus palabras, había dicho que le gustaba Koga, frente a él.

Entre Hilos del Destino | KogaWhere stories live. Discover now