XIX

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Emprendieron viaje rumbo a la tribu. Koga y Min Hao fueron a descansar luego de una larga sesión de besos. Aunque todavía no habían aclarado qué eran y eso inquietaba un poco al líder, ¿Cómo debería tratarlo ante su tribu? ¿Solo cómo Min Hao?
Ambos iban varios metros delante del resto de los lobos, como siempre. Aunque iban a paso bastante tranquilo debido a que estaban cerca y además, no tenían apuro.

—Te noto algo inquieto, ¿Es por la noticia que te darán los viejos lobos?

Preguntó con curiosidad y preocupación el mayor.

—Algo por el estilo, tengo muchos pensamientos. Pero también me preocupa otro asunto.

—¿Quieres contarme sobre ello?

—Es…sobre nosotros.

—¿Nosotros?

Preguntó con confusión.

—No sé cómo tratarte ante los demás, ¿Como amigo, como compañero? Sinceramente me da algo de miedo como reaccionen los viejos lobos.

—No tienes porqué preocuparte, estaré a tu lado pase lo que pase. Nadie podrá herirme ni a mí ni a ti. Respecto a que somos, puedes tratarme ante ellos como mejor te parezca.

Dijo tomando suavemente la mano del contrario y uniendola con la suya, entrelazando sus dedos.

—Gracias.

Respondió con rubor sobre sus mejillas.

Continuaron caminando durante un par de horas más. Nuestros protagonistas aún seguían tomados de las manos y hablando alegremente, con una calidez rodeandolos. Pero, finalmente se vieron parados en el terreno destinado, era momento de descubrir cuál era aquella tan nombrada noticia.

—No estés nervioso y entra, estaré detrás de ti.

Aseguró el de mayor estatura, soltando la mano del lobo para que éste pudiera adentrarse a la cueva primero, como líder que era.
Koga asintió y se adentró, siendo seguido por sus lobos acompañantes. Min Hao iba cerca, no deseaba alejarse mucho del más bajo.

—Líder Koga, ha regresado. Es bueno que ya esté aquí.

Dijo uno de los viejos sabios lobos.

—Vine como me lo han pedido. Pero me he sentido muy curioso, ¿Cuál fue la razón por la que me han citado?

Preguntó, lo menos nervioso que pudo.

—Es sobre su compromiso, joven líder.

Tanto los ojos de Koga como los de Min Hao se abrieron con muchísima sorpresa, ¿Compromiso?

—¿Qué?

Preguntó con incredulidad el de los orbes celestes.

—Su compromiso con la joven Ayame.

—Esto no puede ser posible.

—¿Por qué no?

Preguntó ahora una muchacha pelirroja. Min Hao dedujo que se trataba de la tal Ayame.

—Yo…

Koga no sabía cómo explicarlo, busco con desesperación la mirada del de ojos naranjas, pidiendo sutilmente ayuda.

—Lider Koga, esto es para unir las tribus.

Dijo uno de los viejos lobos.

—¡Me lo prometiste!

Dijo la de ojos verdes.

Por su lado, el zorro no sabía que decir, se acababa de enterar que su ¿pareja? Estaba ¿Comprometido?

—¡Fue un accidente!

Se defendió rápidamente.

—La unión nos beneficiará a ambas tribus, además, líder Koga, ya es hora de que se case, hemos esperado el tiempo suficiente para que lo haga y como no fue así, consideramos el deseo de la señorita Ayame.

Explicó uno de los ancianos.

—El líder Koga ya tiene a alguien que desea casarse con él.

Intervino finalmente el zorro, con seriedad plasmada en su rostro.

—¿Cómo? ¿De quién se trata?

Preguntó más de uno. Koga estaba sorprendido observando como con seguridad el pelinegro caminaba hasta su lado y lo tomaba de la cintura, pegándolo a su cuerpo, dejando a todos en shock.

—Se trata de mí.

Entre Hilos del Destino | KogaWo Geschichten leben. Entdecke jetzt