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Jungkook había llorado toda la noche y la mayor parte de la mañana, no sabía que era lo que más le dolía si la traición o el hecho que se dio cuenta que hace tiempo ya no sentía lo mismo por Saerom y solo era una rutina sin más. Ya sus lágrimas ya no salían de sus ojos solo veía un punto fijo a lado de la puerta.

Puerta que se abrió mostrando a Kai con un plato con un sándwich y un vaso de jugo. 

—Debes de comer y esta vez no aceptare un no por respuesta.

—No gracias.

—Dije que no aceptaría un no, anda siéntate a comer. —Lo dejo en la mesita a su lado.

—No puedo. 

—Jungkook.

—Literalmente no puedo sentarme, me duele.

—¿Por qué te dole..., ay dios mío perdóname, ¿fui muy rudo?

—No lo sé, dímelo tú.

—Lo siento, ¿por qué no me dijiste antes?

—No lo sentía hasta que se acabó la adrenalina.

—Voy por algo para el dolor, al menos acostado come.

—Antes de que te vayas préstame tu celular.

—¿Para?

—Tu celular agarra mi juego favorito y el mío no.

—Aquí tienes —Se lo dio —, no tardo. —Salió de la habitación.

—Si, sí. —Ya había abierto el juego y mientras jugaba comía un poco.

Los minutos pasaban y ya había cerrado el juego solo se dedicaba a ver unos videos le entro una llamada y al ver el nombre de la persona lo hizo molestarse así que rechazo la llamada por curiosidad entro a los mensajes de Kai y solo descubrió dos cosas: Ese chico lo seguía buscando y que ya había renunciado ayer y buscaba un nuevo trabajo.

—Ahora entiendo porque esta tan calmado. —Nuevamente entraba la llamada y ahora decidió contestar, pero antes de hablar entro Kai.

—Pero que curiosa es la encargada de la farmacia parecía interrogatorio solo para comprar esto.

—¿Qué es eso?

—Una pomada fría para el dolor, voltéate te pondré en la cintura.

—Y si no quiero.

—No te estoy preguntando.

—Te recuerdo que todo esto es tu culpa.

—¿Mia?, ¿quién me beso en primer lugar?

—Era un solo beso, pero terminamos acostándonos.

—¿Lo disfrutaste?

—Claro que lo hice. —Antes de voltearse lo beso y Kai se lo correspondió.

Jungkook abrazo a Kai por el cuello y pudo ver en la pantalla del celular como salía el mensaje de llamada finalizada. Sonrió sobre el beso.

—No, esto está mal.

—¿Por qué? estoy soltero.

—Lo sé solo que todo es muy reciente. —Se acostó a su lado.

—Escúchame, lo pensé mucho, no le voy a llorar toda la vida a Saerom además lo pensé demasiado y me di cuenta de que si me dolió sin embargo me dolió más que no fui capaz de terminar esa relación antes por miedo a estar solo era el único de todo mi circulo social en no tener pareja y me sentí presionado y salí con la primera persona que vi y no pienso lamentarme más.

Rumeite - KaiKookWhere stories live. Discover now