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—Kai, buenos días querido.

—No tengo, no presto y no alquilo. ¿En qué te puedo ayudar Jisoo?

—Ya sé te está pegando lo amargado.

—Siempre lo he sido.

—Ayúdame a revisar mis votos.

—¿Por qué crees que haría eso?

—Porque eres mi amigo, no eres romántico ni cursi y si no me los revisas te pondré de padrino de pastel.

—¿Estas segura de eso?

—Conociéndote compraras un pastel de unicel y le pondrás merengue.

—Obvio hay que economizar. —Tomo las hojas que le extendía.

—Si me equivoque dímelo.

—Super cursi —Rodo los ojos —, pero viniendo de ti están bien. —Le regreso las hojas.

—¿Gracias?

—Te veo apagado, ¿sucede algo?

—Tengo lagunas mentales después de beber un poco.

—¿Crees que hiciste algo?

—Si y creo que no fue nada bueno, me preocupa más eso de lo que realmente hice mal.

—Oye si, ¿te descubrieron por lo del auto?

—No.

—Eres un genio del crimen.

—Gracias, ahora hay que seguir trabajando y me está matando ya.

—Hay que renunciar algún día.

—Acepto, ¿dónde firmo?

—Luego hablamos de eso.

•♡•

—No, no, no, esto no se mezcla. ¿Qué demonios estás haciendo? —Jungkook le quito las cosas a su asistente.

—Así dice la caja.

—Ya les he dicho que no hagan caso a la caja, somos profesionales no comerciales y no es la primera vez que haces esto.

—Discúlpeme señor.

—Última vez que pasa.

—Alguien tiene un día duro. —Kai le susurro en el oído y lo hizo brincar.

—Por el amor de... ¿Qué haces aquí?

—Molestarte, no eres el único que puede hacerlo. —Se sentó en la silla más cercana.

—Si te pones ahí es para que te corte o pinte el cabello así que párate.

—Parece buena idea, soy todo tuyo y también puedes cortarme el cabello.

—¿Qué te he dicho de tus bromas? —Le rocío agua —. A ver si te baja la temperatura.

—Que agua fiestas. —Cerró los ojos —. Sin ver, confío qué me va a quedar bien.

—Una gran responsabilidad. —Le mojo el cabello.

—Si me gusta ya me cortare el cabello aquí.

—Ya viniste ya no me puedes traicionar o te lo corto y no hablo del cabello.

—Mmm... y si mejor le hacemos otra cosa y para tu maña suerte se me ocurre muchas cosas que puedes hacerme.

—Qué te calmes. —Le volvió a rociar agua y Kai soltó una carcajada.

—Apuesto que te sonrojaste, lo haces siempre qué bromeo así.

—Si sigues así te voy a llamar carboncillo.

Rumeite - KaiKookWhere stories live. Discover now