Rumeite - KaiKook

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—Antes de cualquier cosa te voy a hacer unas preguntas de rutina.

—¿A qué te refieres?

—Son preguntas rutinarias que hace mi suegro, Kai, así ya vas a estar preparado para sus preguntas.

—No creo que sea buena idea mientras caminamos, me puedo infartar por eso.

—Te va a infartar cuando él te las haga.

—Solo dos.

—¿Cuánto piensas pagar? —Kai rio.

—Jisoo con el suelo que gano no puedo permitirme a pagar más de tres mil.

—Mejor búscate un hotel.

—¿Me vas a llevar a buscar uno?, ya que me hiciste acompañarme.

—No, me vas a acompañar a recoger los regalos de mi novia para nuestro aniversario.

—¿Como te alcanza el sueldo para eso?

—Llevo como cinco meses comprando los regalos. —Se detuvo frente a un edificio.

—Jisoo mira. —Señalo un cartel pegado —, esto no es una coincidencia. —Jisoo solo una carcajada.

—La vida de adulto independiente ya le peso. 

—¿Que sucede?

—El nombre que está en ese cartel es el de mi cuñado, yo solo vine a recoger los regalos, pero me divertiré un poco con esto. —Toco el citófono.

—¿Quien?

—Soy yo, Jungkook abre la puerta.

—Por el tono de tu voz ya viste el letrero, ¿cierto?

—Si, ya tocaste fondo.

—Te recuerdo que aún tengo tus regalos y aun puedo venderlos. —Jisoo rodo los ojos.

—Está bien no me burlare, ¿ya abres?

—¿Quién es tu amigo?

—Es un compañero de trabajo me va a ayudar a cargar las bolsas.

—Qué bueno, ya estaba inventando excusas para no ayudarte. —Les abrió la puerta y fueron al elevador.

—Voy a aprovechar y le preguntare sobre ser compañero de piso.

—Kai, él es mi cuñado y lo quiero, pero aléjate de él es la persona más irresponsable que vas a conocer no lo vas a soportar ni una semana.

—No puede ser tan malo —Bajaron en el piso correspondiente —, tal vez sea la solución a mi problema.

—Es muy irresponsable, muy cursi con su pareja y lo más probable es que te deje a ti con todos los gastos del departamento.

—¿Segura que lo quieres?

—Si, pero tú eres mi amigo por eso te lo digo.

—Está bien, si te hace sentir mejor no se lo preguntare.

—Gracias. —Toco la puerta.

—Mas te vale no burlarte. —Mencionó al abrir la puerta.

—A mí también me alegra verte.

—Tus cosas están donde las dejaste no las he movido de ahí.

—Excelente servicio. —Ambos pasaron —. Anda ven ayudarme.

—Demonios creí que iban ser pocas.

—Son pocas a comparación de otras veces.

—Bueno ya que tengo mis cosas en mi poder. —Sonrió.