¹✦.:🌱→ Un lugar desconocido

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Entonces se dio la vuelta, y Stella reconoció su cara casi de inmediato, tuvo que cubrir el sonido de sorpresa que emitió con su mano para no ser descubierta.

No podía ser posible que ella hubiese viajado al "Señor de los anillos", porque solo era una saga de libros, entonces.... ¿la habían llevado al set de las películas? Pero todo parecía tan real, y ni había visto una sola cámara en todo su camino, y a su parecer había recorrido un importante camino en una hora.

Un cuervo graznó detrás de ella, llamando su atención, y también la del hombre que al parecer la estaba buscando. Esta nueva posibilidad solo creó nuevas preguntas en su cabeza que ya estaba rellena de preguntas.

- Ahí estas - dijo el hombre mirando directamente al cuervo, el cual, batiendo sus alas se acercó a él hasta posarse en su hombro.

Seguidamente el personaje se acercó al arbusto donde Stella se ocultaba, y farfulló en su dirección:

- Apresúrate, sal de ahí jovencita - dijo, un tono de impaciencia en su voz.

Si en verdad era quien Stella pensaba, por muy improbable y descabellado no le haría daño, y de ser lo contrario pues ya sabía que ella estaba ahí, debía esperar para hacer su siguiente movimiento. Así que cautelosa y con recelo, Stella salió de detrás del seto y se paró delante del anciano, quien para su sorpresa era aún más similar al personaje visto de cerca. ¿Sería esto una especie de alucinación por un golpe de calor? Le había pasado antes, tener un golpe de calor pero nunca una alucinación.

- Y bien, ¿cuál es tu nombre?

-... Stella ...- dijo dudosa de proveer su nombre a un desconocido.

- Me conocen como Radagast el pardo - dijo acariciando distraidamente las plumas del cuervo posado en su hombro - ¿Qué hace una jóven como tú en tierras tan peligrosas?

Stella se encontraba en tal estado de confusión y shock, que no podía responder, ni siquiera articular palabra. Su respiración comenzó a tornarse entrecortada, un sudor frío comenzó a recorrer sus manos y su frente, y sin más, se desmayó, siendo lo último que sintió el pasto verde contra su espalda al caer. El cuervo en el hombro del anciano, ya no estaba.

...

Stella despertó sobresaltada, y sedienta, sentía que su garganta le escocia, al incorporarse en la cama un terrible dolor de cabeza la recibió. Cerrando sus ojos y llevándose una mano a la sien dejó escapar un suspiro de cansancio y desesperación.

Una leve tos, la hizo levantar la vista, percatandose nuevamente de donde estaba, y llevándose por quien sabe cuantas veces hoy, una sorpresa, pues frente a ella se hallaba, no solo Radagast, sino Gandalf también:

- Hola querida, me presento, me llaman Gandalf el Gris. - saludo el anciano, este estaba encorvado, mostraba una cierta inquietud en el ademán de sus gestos, de cabellos canos y larga barba. Vestido con una túnica gris, sombrero azul de punta y bufanda plateada, portaba una larga vara astillada.

Stella sintió como palidecía, ¿en verdad estaba dentro del libro?

- Toma agua, vamos jovencita. - dijo Radagast entregándole un vaso con agua, un tono intranquilo se dejó ver un su voz, quizá preocupado de que Stella se desmayara de nuevo.

- ¿Puedes decirnos tu nombre querida? - preguntó Gandalf, inclinándose un poco en la silla.

- Stella... Stella Miller - dijo mirando a ambos sin poder creer a sus ojos - Pueden... ¿pueden decirme dónde estoy?

Ella estaba decidida, si respondían en la Tierra Media, entonces quizá, si había viajado al mundo del libro, no sabía cómo o por qué, pero hasta ahora todo parecía muy real, desde el sol hasta el pasto, los árboles, la cabaña donde se encontraba ahora, las liebres que tiraban del trineo de Radagast, Gandalf, todo parecía real.

- Estás en la Tierra Media, en la Tercera Edad del Sol, año 3013, día 21 de agosto, según el Calendario de la Comarca- dijo Gandalf.

A esta información se le sucedió un silencio solo interrumpido por el trinar de las aves. Los magos observaban atentos a la joven, quien se hallaba en un torbellino de pensamientos. ¿Era antes o después de la guerra contra Sauron? ¡Ella no quería involucrarse en una guerra!

- ¿Cómo... creen que yo, yo no soy - comenzó a balbucear Stella.

- No sabemos cómo has llegado - dijo Gandalf impaciente.

- ¿Frodo...? El hobbit, ¿sigue en la Comarca? - preguntó Stella finalmente, lo único que le faltaba a su ya de cabezas vida, era un mundo mágico en guerra.

Gandalf alzó una ceja, entrecerrando sus ojos, escrutiniñandola.

- Sí, el buen Frodo permanece en Bolsón Cerrado, pero ¿cómo lo conoces? - preguntó Gandalf.

Stella pudo sentir una especie de poder, aura que la hizo encogerse en su lugar, asustada, sentía que era el propio poder del mago.

- Basta, basta Gandalf. La estas asustando, y a mi buen amigo también - dijo Radagast para calmar el ambiente mientras acariciaba suavemente las plumas del cuervo quien ahora reposaba en su regazo.

Fue entonces cuando Stella dejó escapar un suspiro de exasperación y algo de alivio, pues la presión que sintió, sospechaba por los poderes de Gandalf había desaparecido. Ella recostó su cabeza contra la pared a sus espaldas. La siguiente hora o quizá un tiempo mayor a una hora, pasó en una larga conversación en la que Stella explicó a ambos magos como había llegado ahí, y de donde venía y sus conocimientos sobre este mundo, dejó fuera gran parte del conocimiento del desenvolvimiento de los actos del libro, pues Gandalf al aprender que ella sabía del destino que sufrirían le pidió contase lo más mínimo:

- Deja fuera de tu historia lo que no sabemos sobre los actos venideros pues si en buen camino nos llevan de nada ayuda saberlos y cambian un futuro provechoso - dijo el mago haciendo ademán de sacar su pipa.

Así, tal y como le había pedido el mago, Stella dejó fuera de su conversación sus conocimientos sobre el futuro de la Tierra Media, solo contestando preguntas vagas que hacia Gandalf sobre el futuro, como:

"- ¿La información que busco, podré encontrarla?"

El tiempo pasó y al caer la noche, la conversación terminó, siendo cerrada por Gandalf:

- Creo que todos deberíamos descansar, ha sido mucha información para asimilar en un día - dijo Gandalf desperezandose de su silla, y parándose en la puerta de la cabaña para fumar su pipa.

Así el primer día de Stella en la Tierra Media pasó y los días que se sucedieron descubrieron muchas cosas, como que su llegada a la Tierra Media estaba arraigada a un Maiar, pues aunque no tan poderosos como los de los Istari, Stella poseía su propia magia que, según ambos magos poseía una esencia, muy similar a la de ellos, casi idéntica de no ser por lo débil que era esta.

Finalmente despidieron a Gandalf quien debía continuar en su búsqueda de información sobre el anillo único. Habían decidido que Stella viviera junto a Radagast quien sería su tutor enseñándole sobre sus poderes, y ayudándola a descubrir más sobre estos.

Nuvanna || El Señor De Los Anillos ⸙ Legolas FanficWhere stories live. Discover now