Mi héroe de Blanco (Terminada)

4. "Sin decir gracias"

—Buenos días— dijo el doctor al entrar en la habitación, mientras distraído miraba los documentos que traía consigo, cuando levantó la cabeza, encontró a su paciente terminando de colocarse la parte superior de su pijama de hospital.

Naruto maldijo que su vista fuera de inmediato hacia su abdomen bajo, y tras un carraspeo, esperó que Sasuke no se hubiera dado cuando de su escrutinio. La situación ya era bastante tensa, y lo sería aún más, como para que ahora sus preferencias sexuales salieran a flote.

—Buenos días— respondió bajo —La enfermera me dijo que ya podía levantarme.

—Sí, le dí la indicación hace un rato— sonrió de manera profesional y luego le señaló la cama para que se sentara, mientras él ocupaba uno de los sillones —Tengo algo que discutir con usted.

—Se siente raro que alguien mayor que yo, me llame de "usted"— murmuró divertido y Naruto lo imitó —No creo que sea tan viejo.

—Eh... no, casi cumplo los veintidiez.

—¿Veintidiez? ¿Qué es eso?— se burló y negó con la cabeza.

—Me alegra ver que está de mejor humor— señaló.

—Sí...— suspiró —Estando aquí acostado tanto rato, he tenido tiempo para pensar. Decidí que sería mejor enfrentar lo que venga como mejor pueda. No sé lo que me ocurra, pero... no quiero que los últimos recuerdos que tenga Sarada de mí, sean una expresión de tristeza— el doctor se quedó observándolo por un par de segundos, antes de bajar la cabeza.

—Eres el tipo de persona que inventa que hay hadas en las orquídeas, así que creo que ella tendrá mucho más que tus últimos días para recordar— dijo serio —Pero es mejor dejar esos pensamientos de lado ahora.

—Tiene razón— concedió Sasuke —¿Qué quería decirme?

—Bueno, venía a hablarle de su caso— entrelazó los dedos sobre los documentos y volvió a enderezarse —Me temo que su tumor creció bastante desde su último diagnóstico, y todos los síntomas que ha tenido son causa de que ahora presiona tejido cerebral. Dolor de cabeza, mareos, vómitos, dificultad para respirar o concentrarse. Normalmente un meningioma no crece tan rápido, pero no has tenido los cuidados requeridos, al contrario— añadió y vió a Sasuke suspirar.

—Necesito trabajar.

—Sí, lo sé— concedió —El caso es que ahora el tumor se alimenta de una vena de irrigación importante, lo que hace más difícil su erradicación. Hablando con mi tutora y otro par de colegas, llegamos a la conclusión de que deberíamos primero realizar una biopsia para tomar muestras de la masa tumoral, y así poder planear con exactitud un tratamiento con radiación y quimioterapia. Esperamos que con eso disminuya el tamaño antes de llegar a una operación.

—Entiendo... Suena realmente costoso— señaló mientras acomodaba su cabello con un gesto ansioso.

—Lo es, pero te dije que ayudaría. Le hice una promesa a Sarada.

—No tiene que tomárselo tan en serio, es un niña— murmuró.

—Oh, no, siempre me tomo mis promesas muy en serio— rió y se puso de pie, acercándose a él y alcanzándole los documentos que traía —Verás, debo hacer mi tesis de neurocirugía, que he pospuesto bastante,— murmuró para sí lo último —y quiero presentar tu caso en ella, si me lo permites. También me reuní con la directora y el hijo del presidente de la compañía Nara, que es dueña de este instituto, para que lo admitan en el programa de beneficencia.

—¡¿Es en serio?!— exclamó emocionado.

—No suelen tomar casos tan grandes, pero lo convencí de que era buena idea. El inconveniente es que tu caso se haría público, para el renombre del hospital.