[FANFIC/AU] Sólo es un contrato (Jinx)

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Jaekyung acaba de ver lo pacífico que Dan dormía sobre su torso, la última vez que durmieron demasiado cerca fue en la casa de Jihoon cuando este estaba en Alemania. ¿Por qué diablos terminó lastimando a alguien como Dan?.

El cielo llovía con más fuerza que hace unos minutos debido al huracán, la ciudad ya estaba a unos kilómetros de estar abajo el ojo de este, no tardarían mucho en declarar estado de emergencia.

— ¡Al diablo conmigo! Yo sólo... ¿Por qué carajo te lastimé tanto? Y ninguno de nosotros me puso freno... — dijo Jaekyung en voz baja mientras pasaba su mano por el — Me odio por eso.

Simplemente se sentía estúpido, horrible, horrible, disgustado consigo mismo, se sentía como la persona más mierda de todos los tiempos, se odiaba a sí mismo por ser un carajo con Dan durante casi un año... ¿En qué diablos estaba pensando?

No lo sabía, había un cúmulo de emociones encontradas, tristeza, odio hacia sí mismo, miedo, pero la que más sentía era... Arrepentimiento... Arrepentimiento e impotencia por perder su oportunidad de redención. Sabía que nunca conseguiría que Dan se preocupara por él como antes, que fuera cálido con él otra vez, que nunca jamás podría obtener su perdón...

— La cagué, y demasiado — Jaekyung no podía mantener estable su voz baja, estaba temblando, mientras sentía sus ojos llorosos — No llores Jaekyung, no llores Jaekyung, no estás en la puta posición de hacer eso, imbécil.

Una lágrima traicionera caía de cada uno de sus ojos. Trató de ahogar su sollozo mordiéndose la mano con la intravenosa, pero era inútil, y empezó a soltar su llanto.

Dan comenzó a escuchar sollozos silenciosos y comenzó a abrir los ojos.Primero, notó que ahora su cabeza estaba sobre el pecho de Jaekyung, subiendo y bajando en períodos muy cortos, luego dirigió su mirada a Jaekyung, sus ojos estaban invadidos de lágrimas, que se derramaban una tras otra, recorriendo su camino desde sus lagrimales por sus mejillas.

— Jaekyung — dijo Dan quién estaba sorprendido por la escena — Jae, ¿Qué sucede?

Dan se incorporó en la camilla, acercándose al rostro de Jaekyung, se veía mal, muy mal.

— Mierda... Agh, no puedo parar de llorar — dijo Jaekyung pero apenas le salía un hilo de voz — Lo siento Dan, siento que me veas en este estado.

— ¿Que ocurre? — dijo Dan, levantándose y haciendo que Jaekyung se sentara al borde de la camilla, se veía mal. Aún tenía la camisola del hospital abierta, viendo sus manos, se veía la marca de sus dientes en la mano con la intravenosa.

— ¿¡Por qué me consuelas si lo único que he hecho estos años es tratarte como mierda!? No estoy en una posición en la que merezca que lo hagas — dijo Jaekyung entre sollozos.

Dan solo lo miraba, el azabache estaba teniendo un colapso emocional, deducía que el haber recordado lo de esa noche, su casi derrota en el ring, y el casi perder a su amiga de la infancia habían sido la gota que provocó la salida de lágrimas.

Dan, usando la manga larga de su suéter, metió sus manos para que el borde de la tela llegara hasta la palma de sus manos, acunó la cara del menor con estas, y con ambos pulgares, empezaba a limpiar las lágrimas que iban derramando los ojos marrón oscuro del peleador.

— Todos necesitamos un hombro donde recostarnos y llorar — dijo Dan — Intento ser la persona que nunca tuve y quise a mi lado cuando estaba pasando por momentos difíciles para que los demás no se sientan solos en su dolor.

Jaekyung solo pensaba en cómo él, el hombre más fuerte de Corea, terminaría quebrándose en ese momento, se había jurado que jamás volvería a llorar por muy insignificante o fuerte fuera la situación, se recordaba constantemente que era fuerte, pero en realidad era muy vulnerable, por dentro era un niño que necesitaba ser amado, tanto tiempo solo le había mostrado que tan miserable era esto de la fama.

— Yo solo... Me siento estúpido — dijo Jaekyung ahora apoyando su frente en el hombro de Dan, quien luego lo abrazó — No merezco toda esta preocupación y cariño, especialmente de ti, yo... lo siento muchísimo, sé que será imposible conseguirlo de ti, pero quiero intentarlo... Por favor, sólo déjame intentarlo.

El hombro de Dan se estaba mojando por todas las lágrimas, pero no le importaba en este punto, solo quería ver a Jaekyung bien, aunque no quería volver a sentir algo por él y cortar los lazos, sentía que alguna fuerza quería que se quedaran al lado del otro. Jaekyung abrazó con más fuerza a Dan, haciéndolo pegar sus cuerpos, sintiendo el calor y la calma del castaño.

— El perdón es un camino sinuoso, no está en mí darte el perdón, pero está en ti conseguirlo y hacer que te lo dé — dijo Dan acariciando la negra y suave cabellera del menor.

La mayor parte del tiempo sería un lobo adulto salvaje y violento, pero en este momento, se sentía como un pequeño cachorro de lobo todo indefenso perdido en un bosque frío y lluvioso abandonado a su suerte.

— Creo que me acostumbré tanto a tu compañía en casa, que ahora no me gusta para nada estar solo... Aunque me gusta, no me gusta sentirme solo — dijo Jaekyung — Me odio por lo que hice y me odio por ser tan débil.

— Los hombres de verdad lloran, ¿sabes? No pasa nada, no podemos contener la lluvia del cielo — dijo Dan — Eso no te hace menos hombre, te hace humano... Así que... No te contengas... Todo está bien, Jaekyung.

— Mañana será bonito — en la cabeza de Jaekyung, el azabache recordó la voz de su madre diciéndole eso después de algún sermón fuerte de su padre — Tranquilo hijo, todo está bien, no estás solo — sonó la voz de su madre.

Jaekyung, sin soltar a Dan, se recostó una vez más en la camilla pero ahora el que se recostó en el pecho del otro, fue el azabache, quien lloró hasta quedarse dormido mientras Dan lo abrazaba.

Ahora se sentía protegido, se sentía seguro.

Ya no se sentía solo.