Jugaste y sufrí

7. EL PRIMER BESO

NARRA SUSY

-Siguen sin poder dar con él. He enviado a alguien a buscarlo y no lo han visto -menciona el abogado Jaime. Ya van tres meses desde que mi madre me dijo del divorcio. Ahora el problema era que mi padre no podía ser encontrado por ningún lado. Hoy era sábado, mi día libre y me encontraba con mi madre.

-Eso es normal en él, siempre se iba por semanas hasta meses y después aparecía como si nada -le comento al abogado y él asintió.

Como olvidar las andanzas de ese señor. Entiendo que es muy mi padre y le agradezco haberme engendrado, pero de lo contrario fue un horrible hombre, esposo y padre. Por más que mi madre quiera excusarle, yo en lo personal no excuso ninguna de sus acciones. Su estilo de vida y los lujos a los que estaba acostumbrado cambiaron, sí, pero no sus hijos o su esposa. El debió defender a mi madre de lo que le hicieron, pero no lo hizo puso su título y reputación por encima de su familia. Aunque soy una niña para muchos por mi edad, puedo entender que las personas pueden cambiar de un momento a otro. Estoy consciente de eso y me pasa mucho con Alan. Cada vez que estamos juntos toma mi mano y es una cosa, pero cuando hay personas presentes no es agradable. Algunos de sus comentarios me lastiman, siento que él tiene que dejar de aparentar lo que no es. No sé porque pienso que lo que él necesita es amor. Solo así me explico su actuar y porque se bloquea a mostrar empatía hacia su familia. ¿Por qué conmigo a solas es bueno? ¿Su familia le habrá hecho algo y es resentimiento lo que él siente hacia su familia y por eso es tan serio y buchero? La verdad se resume en que Alan es un enigma que tengo que descifrar. Estoy locamente perdida por él y soy consciente que este amor es masoquista por la manera en cómo me trata. Muchos de ustedes dirán que soy una tonta por seguir donde me tratan así, pero muchas veces cometemos tonterías por amor. En mi caso esta es la mía, estoy segura de que algo le pasó y que por eso él es así. Salgo de mis pensamientos cuando suena el teléfono del abogado Jaime. Se aparta un poco de nosotros y repitió en más de una ocasión que si estaba seguro a la persona al otro lado de esa llamada. Regresó a donde nosotros estábamos, miró a mi madre y nos señaló con sus ojos, no era tonta, claramente era para que no estuviéramos presentes.

-Susy, lleva a tus hermanos a la habitación un momento. Debo hablar con el abogado a solas.

Hice lo que me pidió y nos quedamos viendo videos de gatos en la computadora de Argus. Después de unos minutos la puerta se abrió y mi mamá con sus ojos rojos, llenos de lágrimas. Me paré de la cama casi de inmediato al verla así.

-¿Qué pasa? -ella cae de rodillas al suelo y se rompe a llorar. Tiam se quedó en la cama con la computadora afortunadamente sin prestar mucha atención.

-Mamá salgamos de aquí, Tiam no debe de verte así -le dije ayudándola a levantarse del suelo con ayuda de Argus. Salimos a la sala y la noticia que nos dio no me la esperaba por nada del mundo.

-Necesito que te quedes con tus hermanos mañana. El abogado Jaime y yo iremos a confirmar si se trata de él. Jamás me imaginé que tu padre terminara así, pero él quiso ese camino. Por lo que le comentaron al abogado, apostó un dinero que no tenía y se negó a pagar. Los hombres lo golpearon hasta matarlo -concluye dejando salir un sollozo. Yo me acerco a ella para abrazarla.

-No te culpes, mamá. Tú no tienes la culpa de que él haya elegido ese camino. Muy su estilo de vida anterior. Su deber era proveer como padre y hombre, y discúlpame, en todo eso falló. Es o bueno... era nuestro padre, pero lo que nos hizo todos estos años no se justifica de ninguna manera. No te preocupes, yo me quedaré con ellos -ella asintió, me abrazó y besó mi frente.

-Lo siento mi niña, siento que tú estás haciendo más de apoyo y soporte para todos que yo misma -acaricio su mejilla y niego viéndola a los ojos.

-No, mamá. No te sientas mal por nada de esto. No tuviste la culpa de nada de lo que pasó. Ahora iré a preparar la cena y tú vas a descansar un poco. No te preocupes por mis hermanos, nosotros estaremos bien...