XI: Grandma.

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«¿Mi padre es de otro mundo?» Después de sumergirse por completo en la escena descubrió algo importante; su abuela nunca fue descendiente de Bae Joohyun, su abuela es la mismísima Bae Joohyun. Entonces esa mujer que lo rescató... es a la que su padre llamó madre, quien lo acogió cuando llegó a este lugar, debió ser difícil para él acostumbrarse a un mundo completamente distinto a lo que conocía. Una voz llamándole lo alertó, volteó al rededor y todo desapareció. Abriendo los ojos se encontró en el camarote del Black Swan con Yeji observándolo con preocupación.

—¿Qué sucedió?—preguntó intentado levantarse, moviendo un trapo húmedo en su frente y frunciendo el ceño al sentir su cuerpo pesado, juró escuchar sus articulaciones crujir.

—Te desmayaste, Hyunjin se asustó mucho. Estaban hablando tranquilamente pero una luz lo cegó y cuando volteó a verte estabas inconsciente.

«Entonces no fue un sueño, si sucedió.» Agarrando su colgante mirándolo fijamente, sin notar algo distinto otra teoría llegó a su mente «Los recuerdos vienen de aquí».

—Minho.

La voz del capitán lo trajo al mundo real. Sus ojos verdes le miraban con preocupación y alivio, la falta de delineado resaltaba aun más sus ojeras. ¿Acaso estaba preocupado por él?

Este se acercó rápidamente tomándole de los hombros, revisando que no tuviera ninguna herida ni nada. El corazón de Minho latía frenéticamente, sus mejillas se calentaron y sintió algo que el ya había experimentado anteriormente.

—Parece que tienes un poco de fiebre, tienes el rostro caliente. Te dejaré descansar, me alegra que hayas despertado. Yeji, no dejes que se levante hasta que se sienta mejor. Ahorita te traen la cena.

Y se fue de ahí, dejando a un Minho con sentimientos encontrados. Aunque el capitán estaba peor. Los dos días que duró inconsciente no se despegó de su lado, todos sospechaban de la actitud tan preocupada de Christopher pero no se atrevían a decir nada. El único capaz de enfrentarlo era Jisung y ni siquiera él intentó acercarse en esa situación. Sospechaba el porque de su reacción y esperaba estar equivocado, a diferencia de los demás él seguía desconfiando de Minho, no era un mal sujeto pero su actitud le generaba una incomodidad en el pecho. Tal vez se volvió así desde aquella maldición o estaba siendo muy paranoico. Al ver que el capitán salía de la habitación del cocinero y atrás de él Yeji decidió entrar a charlar con él para comprobar sus sospechas.

—Me dijeron que habías despertado—comentó al entrar, Minho seguía sentado en la cama y al ver a Jisung entrar le sonrío.

—Hola Jisung. Supe que duré dos días inconsciente, lamento haberlos preocupado—comentó con un pena, sintiéndose avergonzado por haberse desmayado. No podía decirles lo que vió, lo tomarán por loco. Solo fue un sueño, sí, es eso.

—Me alegra verte bien. Sobre lo que paso... Hyunjin mencionó algo curioso.

—¿Sobre qué?—Minho se sentía cómodo al lado de Jisung, le gustaba ese peculiar pelo azul y lindas mejillas abultadas, sus ojos amarillos eran iguales a los de su pequeño gato.

—Dijo que una luz los cegó y que por eso te desmayaste— por supuesto que Jisung notó como eso parecía alterar a Minho, sus hombros se tensaron y desvío la mirada, comenzó a jugar con la suave tela que lo cubría. Pensando si era buena idea confiar en Jisung o no, comenzó.

—Para ser sincero tampoco comprendo muy bien lo que ocurrió. Tal vez fue este collar— mostró el colgante en su pecho, presumiendo la preciosa piedra azul brillante—. Le pertenece a mi abuela, dicen que es mágico. Concede deseos.

Jisung miró con los ojos abiertos a Minho, tal vez por eso olía tanto a magia aunque el objeto era demasiado pequeño para que opacara la esencia del chico pero como su olfato no era tan desarrollado como antes los olores se podían confundir con facilidad y era difícil saber si era por el pequeño colgante impregnado en magia o había algo más en él.

—¿Pediste un deseo? Porque Hyunjin no notó nada raro aparte de tu desmayo.

—No realmente. Supongo que estaba algo nostálgico recordando mi hogar. Esto es lo único que tengo de recuerdo— dijo admirando aun el collar, para después mirar los ojos de Jisung que le devolvían la mirada con la misma intensidad de un depredador. Al ser del tipo introvertido Minho era un observador y había notado como la pupila de Jisung se dilataba según lo que sucediera o viera, idéntico a las reacciones de un gato. Incluso tenía buenos reflejos y solía ser más sigiloso, varias ocasiones lo asustó por no notar su presencia.

—Ya veo—respondió desconfiado, «¿si tanto extraña su hogar porque no regresa?»

Cambiaron el tema porque no sabían que más agregar, después Changbin llamó a Jisung y dejó al paciente en la cama descansando un poco más. Ordenes de Christopher. Al salir de ahí cerrando la puerta Jisung suspiró, tenía muchas dudas sobre ese chico.

Minho es muy raro, se notaba que ocultaba información a propósito y no hablaba a menos que la otra persona iniciara la conversación. Necesitaba saber si es alguien peligroso, no podía dejar que le hiciera algo al capitán. Su salvador. 

La joya del mar MINCHANWhere stories live. Discover now